Robert Fico, nacido el 15 de septiembre de 1964 en Topoľčany, región de Nitra, es un controvertido político eslovaco que ocupa el cargo de primer ministro de Eslovaquia desde finales de 2023.
No es su primera vez; ya lideró el país anteriormente, entre 2006 y 2010, y de 2012 a 2018. Fundador del partido Dirección-Social Democracia (Smer–SD) en 1999, Fico ha sido una figura central y polémica en la política eslovaca, que ha sido gravemente herido tras un ataque a manos de un radical. Recibió hasta cinco disparos.
Fico nació en una familia trabajadora; su padre era operador de montacargas y su madre trabajaba en una zapatería. Se graduó de la Facultad de Derecho de la Universidad Comenius en Bratislava en 1986, especializándose en derecho penal. Después de su servicio militar obligatorio, trabajó en el Instituto de Estado y Derecho de la Academia de Ciencias de Eslovaquia y en el Ministerio de Justicia hasta 1992. Durante este tiempo, también obtuvo un doctorado con una tesis sobre la pena de muerte en Checoslovaquia. En 1994, representó a Eslovaquia en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, donde trabajó hasta el año 2000. Alumno aplicado e inteligente, Fico destacó en sus estudios y obtuvo una beca Masaryk para estudiar en la Escuela de Estudios Eslavos y de Europa del Este en Londres.
Una carrera política brillante
En 1986, ingresó en el Partido Comunista de Checoslovaquia y allí empezó todo. Tras la Revolución de Terciopelo, se unió al Partido de la Izquierda Democrática (SDĽ), fue elegido diputado en 1992 y representó a Eslovaquia en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de 1994 a 2000. En 1999, fundó el ya célebre partido Smer, con el cual criticó las reformas del gobierno de derecha y estableció una política de “manos limpias” para evitar la corrupción. Esta política incluía la prohibición de que personas con vínculos al régimen comunista ocuparan cargos en el partido. Además, exigía que todas las donaciones financieras fueran públicas. En 2002, Smer se convirtió en el principal partido de oposición en el Parlamento eslovaco.
En las elecciones parlamentarias de 2006, Smer ganó con el 29,1% de los votos y formó una coalición con el Movimiento por una Eslovaquia Democrática y el Partido Nacional Eslovaco (SNS). Su gobierno revirtió muchas de las reformas de la administración anterior, aunque su mandato también estuvo marcado por escándalos de corrupción, como el caso del Fondo de Tierras. En 2010, perdió las elecciones y se convirtió en el líder de la oposición hasta 2012, cuando su partido ganó por mayoría absoluta, formando el primer gobierno de un solo partido desde 1993. Durante su tiempo en el poder, Fico también fue criticado por no condenar los comentarios xenófobos del SNS, lo que deterioró las relaciones con Hungría.
Agresivo, misógino y polarizador
En la política, Fico destaca por su actitud agresiva y polarizadora, marcada por comentarios misóginos y populistas. Su retórica a menudo ha sido incendiaria, especialmente contra los medios de comunicación y figuras políticas opositoras.
Durante su carrera, Fico ha atacado públicamente a periodistas, describiéndolos como “idiotas” y “prostitutas anti-eslovacas”. Esta hostilidad hacia la prensa alcanzó su punto álgido tras el asesinato del periodista de investigación Ján Kuciak en 2018, quien había revelado vínculos entre el partido Smer-SD y la mafia italiana, lo que provocó protestas masivas y la eventual renuncia de Fico. En 2019, el empresario Marian Kocner fue acusado de ordenar el asesinato de Kuciak, aunque fue absuelto al año siguiente, mientras que otros implicados fueron condenados. El asesinato de Kuciak también expuso la corrupción y la influencia de la mafia en el Gobierno eslovaco.
Fico utiliza el populismo y la desinformación como herramientas políticas, especialmente durante su campaña en 2023, en la que evitó la interacción directa con la prensa y se dirigió a sus seguidores principalmente a través de videos en redes sociales. Un estudio de 2022, realizado por el think tank Globsec, mostró que el 54% de los eslovacos son vulnerables a noticias falsas, lo cual Fico ha sabido explotar en su beneficio.
En las elecciones parlamentarias de noviembre de 2023, su partido ganó el 22.9% de los votos, superando al Partido Progresista Eslovaco, lo que permitió su regreso al poder. En aquel momento, Fico prometía estabilidad, orden y bienestar, presentándose como el garante de estos valores en un contexto de creciente desinformación.
Admiración por Putin
En cuanto a su postura sobre los derechos de las mujeres y la comunidad LGBT+, Fico no ha tenido miedo de mostrarse claramente hostil. Califica la adopción por parejas del mismo sexo como una “perversión” y ha prometido que nunca apoyará el matrimonio igualitario en Eslovaquia. En un mitin del Día del Trabajo en 2022, llamó a la presidenta Zuzana Čaputová una “puta americana”, comentario típico suyo que refleja su uso habitual de lenguaje misógino para descalificar a sus oponentes políticos. Además, rechaza rotundamente las cuotas de refugiados de la UE, argumentando que no permitirá que Eslovaquia se convierta en un país con una comunidad musulmana significativa. Durante la crisis migratoria de 2015, Fico fue claro en su negativa a aceptar refugiados musulmanes, alegando preocupaciones de seguridad.
Además, Fico manifiesta abiertamente su admiración por el liderazgo autoritario de Vladimir Putin y ha prometido que no autorizará el arresto de Putin si alguna vez visita Eslovaquia, a pesar de la orden de arresto internacional por crímenes de guerra en Ucrania. Su política exterior se caracteriza por un fuerte escepticismo hacia la Unión Europea y la OTAN, y busca poner fin a la ayuda militar de Eslovaquia a Ucrania. De hecho, en su campaña de 2023, Fico prometió retirar el apoyo militar a Ucrania y centrarse en mejorar las relaciones con Rusia.
Fico está casado con una abogada, con quien tiene un hijo, aunque se rumorea que la pareja está separada. Es conocido por su afición a los coches rápidos, el fútbol y el culturismo, y mantiene una imagen pública que combina estos intereses con su postura política agresiva. Según el sociólogo eslovaco Michal Vašečka, Fico está “obsesionado con el poder”, rasgo que ha definido su larga y controvertida carrera política.