En los últimos dos años, Irán ha sido testigo de un poderoso movimiento social conocido como la revolución “Mujer, Vida, Libertad”, que desafía las estructuras patriarcales que sustentan el sistema de gobierno en la sociedad iraní.
Es crucial distinguir entre una revolución social y una política. Una revolución política busca principalmente cambiar el poder y la estructura del gobierno, a menudo mediante el derrocamiento del régimen o del gobierno en el poder. En contraste, una revolución social pretende, ante todo, transformar la sociedad y la cultura que configuran la vida de las personas. La revolución “Mujer, Vida, Libertad” es una revolución social porque desafía normas y valores profundamente arraigados en el patriarcado, y busca transformar sus efectos en la estructura del gobierno y la sociedad iraní, lo que eventualmente podría conducir a una revolución política a medida que cambia la cultura social.
La creciente desobediencia civil de los ciudadanos, especialmente de las mujeres, en todas partes del país y a lo largo de diferentes estratos sociales, es uno de los aspectos más destacados de este movimiento. Esto ha dado un gran paso hacia un renacimiento cultural en Irán. Los efectos de esta revolución cultural emergen repetidamente desde las profundidades de la sociedad y seguirán emergiendo, sirviendo como el mejor respaldo para una posible revolución política.
A pesar de los desafíos, la revolución “Mujer, Vida, Libertad” ya ha logrado avances significativos. Este movimiento ha elevado la conciencia sobre la necesidad de justicia social e igualdad de género, inspirando a muchos iraníes a unirse a la lucha por los derechos de las mujeres.
La persistencia y el impacto profundo de “Mujer, Vida, Libertad”
Aunque la revolución de Mahsa Amini requiera más tiempo para alcanzar sus objetivos en comparación con una revolución política, sus efectos sociales serán más profundos y su legado, más duradero, beneficiando a las generaciones futuras.
Las imágenes de mujeres y niñas en Irán que desafían las normas sociales apareciendo en lugares públicos sin velo, como acto de desobediencia civil, son prueba de que este movimiento sigue vivo. Lo importante, sin embargo, no es solo que estas mujeres estén en las calles sin pañuelo en la cabeza, sino la reacción de los hombres hacia ellas, que en muchos casos es de apoyo y admiración, en lugar de juicio.
La revolución “Mujer, Vida, Libertad” ha transformado la sociedad iraní. Hombres que hasta ayer se consideraban dueños de sus esposas, hermanas y madres, y que imponían sus normas sobre la vestimenta de las mujeres, han empezado a reconocer el derecho de las mujeres a la autonomía sobre sus propios cuerpos. Ahora se han unido a ellas, hombro a hombro, luchando por sus derechos reprimidos.
Lo que distingue a la revolución “Mujer, Vida, Libertad” es la agencia y protagonismo de las mujeres, así como la “cuestión de las mujeres” como un tema central de sus demandas. Por esta razón, el lema “Mujer, Vida, Libertad” ha hecho que el actual movimiento de protesta sea único en los últimos 44 años. Las demandas de las mujeres siempre han sido marginadas en las protestas, pero esta vez la sociedad ha comprendido que sin la libertad de las mujeres, no habrá libertad para la sociedad en su conjunto.
La participación juvenil: un pilar fundamental del movimiento
La entrada sin precedentes de miles de estudiantes conscientes y dinámicas en el proceso de transformación fundamental y estructural ha sido otro de los logros que marcarán el futuro de este movimiento de mujeres. La participación de las estudiantes en las protestas, y posteriormente en las calles, retirándose el velo, es un claro indicio de la penetración de la conciencia en el corazón de la sociedad.
La participación de los adolescentes en las protestas del movimiento de Mahsa Amini ha sido una característica excepcional de este evento, lo que ha dado lugar a la difusión de imágenes nunca antes vistas de estudiantes de secundaria. Los jóvenes, además de estar presentes en las calles y participar activamente en las manifestaciones, también llevaron a cabo protestas pacíficas en sus escuelas y aulas. Las redes sociales jugaron un papel crucial al ayudarles a difundir estas protestas a gran escala; entre ellas, imágenes de chicas que se fotografiaban de espaldas frente a las pizarras de sus aulas, sin el velo obligatorio, y luego publicaban esas fotos en internet. En muchas de esas imágenes, se podía leer el lema “Mujer, Vida, Libertad”.
La solidaridad internacional y el llamamiento a la acción global
La amplia y masiva participación de los iraníes en el extranjero en numerosas concentraciones y marchas, con toda su diversidad, es otro reflejo de este movimiento social y de la convergencia entre quienes están dentro y fuera del país, sin distinción alguna.
La formación del apoyo internacional más extenso e inédito en la opinión pública y entre artistas, deportistas, políticos, dirigentes y diversas instituciones artísticas, científicas, políticas y de derechos humanos es otro de los logros de este levantamiento hasta la fecha.
La revolución “Mujer, Vida, Libertad”, que comenzó con un grito contra la discriminación y la opresión de las mujeres, sigue viva y vibrante. Esta revolución no solo es un símbolo de la resistencia de mujeres y hombres contra el régimen autoritario, sino que también se ha convertido en el estandarte de un movimiento social y político cuyo objetivo es poner fin a la ideología represiva del gobierno, a su maquinaria de ejecuciones y represión, al retroceso y a la injusticia estructural.
Este movimiento ha fijado como su objetivo final la transición del régimen de la República Islámica hacia un gobierno libre, secular, democrático y basado en la justicia, y está convencido de que alcanzará esa meta en un futuro no muy lejano.
Al igual que los ciudadanos de los países europeos, las mujeres y los hombres de Irán también desean democracia, libertad e igualdad. Es urgente que el mundo occidental dé prioridad a los derechos humanos, especialmente los de las mujeres y los niños, por encima de sus intereses económicos y contratos con los regímenes represivos de esta región.