¿Quién es Jill Stein? Muchos – demasiados – votantes en estados clave han preferido conceder su voto a esta candidata del Partido Verde, ajustando el margen entre Donald Trump y Kamala Harris y, en ciertos casos, facilitando la victoria de Trump.
De momento, 31,893 estadounidenses emitieron su voto a favor de Stein, aunque en ciertos estados clave, como Michigan, Wisconsin y Pensilvania, su impacto ha sido limitado y no ha cambiado tanto el liderazgo de Trump sobre Harris, a pesar de las predicciones iniciales. En Michigan, por ejemplo, Stein solo logró un 1 % de los votos, muy lejos de los niveles de apoyo necesarios para influir en los resultados finales.
Una activista climática
Jill Ellen Stein, nacida el 14 de mayo de 1950, es una médica y activista estadounidense. Su trayectoria en política viene de largo: Stein fue también la candidata presidencial de este partido en 2012 y 2016, y antes se había postulado para gobernadora de Massachusetts en 2002 y 2010, aunque sin éxito. Pero en ambas contiendas, Stein consolidó su perfil como una figura que desafía el sistema bipartidista, centrando su mensaje en temas de justicia social y ambiental.
Stein nació en Chicago y se crió en Highland Park, Illinois, en el seno de una familia judía reformista. Estudió en Harvard, donde obtuvo una licenciatura magna cum laude en 1973 y luego se graduó de la Escuela de Medicina en 1979. Como médica en Boston durante 25 años, su activismo empezó cuando se dio cuenta de la conexión entre la salud de sus pacientes y el entorno contaminado, llevando a Stein a luchar por la calidad del aire y participar en protestas contra las plantas de carbón de Massachusetts.
Su entrada a la política comenzó en 2002, cuando se presentó como candidata a gobernadora de Massachusetts por el Partido Verde-Rainbow —pero perdió ante el republicano Mitt Romney. En 2010, lo intentó nuevamente, esta vez enfrentándose al demócrata Deval Patrick, con el mismo resultado. Y tras la derogación de la Ley de Elecciones Limpias en Massachusetts en 2003, Stein dejó el Partido Demócrata y se unió al Partido Verde, al que considera una alternativa a un sistema dominado, según ella, por “dos partidos que sirven a las élites económicas”.
Pasos en la política
En 2012, Stein se lanzó por primera vez a la presidencia con la activista Cheri Honkala como su compañera de fórmula. Aunque su campaña no alcanzó el éxito esperado y se mantuvo en un bajo porcentaje del voto, marcó un hito al ser arrestada en varias ocasiones durante protestas contra las hipotecas y la exclusión de terceros partidos de los debates presidenciales. En 2016, se postuló nuevamente con Ajamu Baraka como su vicepresidente, enfrentándose a Donald Trump y Hillary Clinton. Su plataforma en ese entonces incluyó críticas a la “convergencia corporativa” de los partidos Demócrata y Republicano.
Tras las elecciones de 2016, en las que Trump resultó vencedor, Stein lideró una campaña de recuento de votos en Wisconsin, Michigan y Pensilvania, con el objetivo de verificar la integridad de los resultados. Financiada mediante una campaña de recaudación que alcanzó los 6,7 millones de dólares, su iniciativa no cambió el resultado final, pero sí que subrayó su compromiso con la transparencia en el sistema electoral.
En diciembre de 2017, Stein fue investigada por el Comité de Inteligencia del Senado de Estados Unidos por posibles vínculos con el gobierno ruso en 2016, una pesquisa que se cerró sin pruebas. Aun así, informes de redes sociales vinculados a Rusia señalaron que su candidatura había sido impulsada en ciertos sectores, especialmente entre votantes afroamericanos, en un aparente intento de debilitar a la candidata demócrata. Pero Stein ha rechazado estas acusaciones y calificado los informes como un intento de “macartismo peligroso”.
La candidata más ‘woke’
En cuanto a su ideología, Stein es conocida por su fuerte postura en apoyo a los derechos palestinos, oponiéndose a la ocupación israelí.. En 2024, frente al contexto del conflicto en Gaza, ha denunciado las acciones de Israel y el respaldo de Estados Unidos como un “genocidio” contra los palestinos, una posición que ha sido polémica y la ha apartado aún más de los sectores tradicionales de la política estadounidense.
Su plataforma actual aboga por una “agenda pro-trabajador, anti-guerra y de emergencia climática”, la cual incluye un “Nuevo Pacto Verde” ecológico y sostenible, y promueve una política de salud pública universal y educación gratuita. Stein también ha mantenido su constante crítica al sistema bipartidista, el cual considera “roto”. Propone reformas como la votación clasificada y una mayor regulación financiera para reducir la influencia de grandes donantes, y es una defensora de un sistema de salud de pagador único.