El ascenso de Herbert Kickl a la cima de la política austriaca no es solo el reflejo del crecimiento de la ultraderecha en Europa, sino también la historia de un político que ha sabido moldear su discurso y aprovechar las fracturas sociales y políticas del país. Kickl, actual líder del Partido de la Libertad de Austria (FPÖ), un partido con raíces en el pasado nazi del país, ha utilizado temas como la inmigración, la seguridad y el descontento económico para convertirse en una figura dominante en la escena política. Pero, ¿quién es realmente Herbert Kickl y cómo ha llegado a ocupar este lugar tan controvertido en la política austriaca?
Nacido en Villach, en el sur de Austria, en 1968, Herbert Kickl no siguió un camino tradicional hacia la política. Su carrera universitaria fue errática. Abandonó hasta dos programas en la Universidad de Viena antes de decidirse a entrar en la política de lleno. En 1995, ingresó en la academia del FPÖ y comenzó a trabajar en el área de estrategia y contenido de campaña. Este puesto lo colocó en una posición privilegiada para aprender de las entrañas del partido y fue clave en la construcción de su imagen pública.
A finales de la década de los 90 y principios de los 2000, Herbert Kickl se convirtió en el principal ideólogo del partido y encargado de redactar los discursos del entonces líder del FPÖ, Jörg Haider. Los incendiarios discursos de Haider, que muchos consideraban radicales y divisivas, llevaron al FPÖ a un auge de popularidad. Sin embargo, fueron las habilidades políticas y estratégicas de Kickl las que ayudaron a estructurar y consolidar el mensaje del partido.
El escándalo de Ibiza y el ascenso al liderazgo de Herbert Kickl
A pesar de sus años de lealtad y trabajo duro dentro del FPÖ, el ascenso de Herbert Kickl a la dirección del partido no fue inmediato. Su oportunidad llegó en 2019, cuando el escándalo conocido como Ibiza-Affäre sacudió los cimientos del FPÖ. Un vídeo grabado en secreto en Ibiza mostró al entonces vicecanciller y líder del partido, Heinz-Christian Strache, junto con el político Johann Gudenus, ofreciendo contratos públicos a una mujer que fingía ser la sobrina de un empresario ruso a cambio de apoyo mediático favorable. El escándalo destruyó la carrera política de Strache y, al mismo tiempo, abrió la puerta a Kickl para asumir el liderazgo del FPÖ.
Con el FPÖ sumido en una crisis, Herbert Kickl aprovechó la oportunidad para posicionarse como el nuevo líder del partido. A partir de ahí, su influencia comenzó a crecer. Se convirtió en el rostro visible de un FPÖ renovado, pero que mantenía intacta su agenda ultranacionalista y xenófoba.
El discurso radical y populista de la extrema derecha en Austria
Desde que asumió el liderazgo del FPÖ, Herbert Kickl ha reforzado un discurso ultranacionalista y euroescéptico. Una de las principales promesas de su campaña ha sido hacer de Austria una “fortaleza” contra la inmigración. Un mensaje que ha calado profundamente en una sociedad austriaca cada vez más preocupada por la llegada de refugiados. Especialmente, tras las olas de migración causadas por las guerras en Siria y Afganistán. Además, la invasión de Ucrania por parte de Rusia trajo consigo la llegada de más de 120.000 ucranianos a Austria. Lo que ha amplificado las preocupaciones sobre la migración.
El presidente y principal candidato del Partido de la Libertad de Austria (FPÖ), Herbert Kickl (centro), celebra durante un acto electoral tras las elecciones parlamentarias celebradas en Viena | EFE
Al igual que Donald Trump en los Estados Unidos, Herbert Kickl ha promovido una política de “Austria Primero”. Se centra en reducir las prestaciones sociales para los inmigrantes, endurecer los controles fronterizos y bloquear las políticas de reunificación familiar para los solicitantes de asilo. Además, Kickl y su partido proponen una política de “remigración”, que implica la deportación de aquellos inmigrantes que no se adapten a las leyes y valores austriacos.
Herbert Kickl, un “peligro para la seguridad”
Uno de los aspectos más controvertidos del liderazgo de Herbert Kickl es su autoproclamación como Volkskanzler o “Canciller del Pueblo”. Un término que trae a la memoria los discursos de Adolf Hitler durante los años 30. Esta elección de palabras ha sido duramente criticada tanto dentro como fuera de Austria. Karl Nehammer, el líder del Partido Popular Austríaco (ÖVP) y actual primer ministro, definió a Kickl como “un peligro para la seguridad del país”. Y no es solo por su retórica incendiaria. El FPÖ bajo su liderazgo ha abrazado posiciones prorrusas, lo que ha generado preocupaciones sobre la alineación internacional de Austria, sobre todo en el contexto de la guerra en Ucrania.
Herbert Kickl ha criticado abiertamente las sanciones impuestas por la Unión Europea a Rusia tras la invasión de Ucrania. Eso le ha valido tanto apoyos como críticas dentro del espectro político austriaco. Su postura pone a Austria en una posición delicada en cuanto a su relación con la UE y su futuro como miembro de la comunidad internacional.
El legado del FPÖ: un partido creado por un nazi
El canciller austriaco y líder del Partido Popular (ÖVP), Karl Nehammer, y el presidente y principal candidato del Partido Liberal de Austria (FPÖ), Herbert Kickl | EFE
El FPÖ fue fundado en 1956 por Anton Reinthaller, un ex oficial de las SS y colaborador nazi. A lo largo de los años, el partido ha tratado de distanciarse de sus raíces. Sin embargo, bajo el liderazgo de Herbert Kickl algunas de sus posiciones más radicales parecen estar resurgiendo. El partido ha defendido políticas que muchos consideran extremas y divisivas. Y, aunque no todos los miembros del FPÖ comparten las opiniones más radicales de Kickl, el partido ha girado claramente hacia la extrema derecha.
La cuestión clave es si Herbert Kickl podrá mantener el control del partido y, al mismo tiempo, moderar su imagen para ser aceptable a un electorado más amplio. Hasta ahora, su capacidad para explotar el descontento económico y social le ha servido bien, pero gobernar es muy diferente a hacer campaña. Veremos qué acaba pasando después de las elecciones.