El abogado Doug Emhoff ganaba en 2020 un sueldo de 1,2 millones de dólares anuales en la prestigiosa firma DLA Piper, en la que se había convertido en socio. Pero tuvo que dejarlo para evitarle conflictos de intereses a su mujer, una tal Kamala Harris que pocos meses después se convertiría en la primera vicepresidenta de la historia de Estados Unidos.
Emhoff ha comentado en alguna ocasión que no fue fácil para él, pero lo hizo porque “elevar a las mujeres para que puedan desempeñar puestos importantes es una cosa muy varonil”. Dado el paso, se ha volcado en ejercer su nuevo papel institucional como el esposo de la vicepresidenta. Tan entregado está que tiene un muñequito de acción con la imagen de la vicepresidenta Harris en la mesa de su despacho en Washington.
“Segundo caballero”
En un país en el que el papel para ellas en la cúspide del poder ha quedado limitado al de primeras damas, él ha asumido sin embarazo el de “segundo caballero”, y si Harris logra imponerse a Donald Trump en las elecciones de noviembre se convertirá en “el primer caballero” de la historia de Estados Unidos.
Nacido en Brooklyn hace 59 años y criado en Matawan, Nueva Jersey, se trasladó a California con su familia cuando era un adolescente. Se graduó en Derecho en Los Ángeles y después pasó por diferentes despachos hasta alcanzar la envidiable posición que tuvo que sacrificar por la carrera de su mujer.
Antes de casarse con Harris en 2014 estuvo casado durante 16 años con Kerstin Emhoff, con la que tuvo dos hijos, Cole, nacido en 1994, y Ella, que vino al mundo en 1999.
Emhoff le presentó a sus hijos a Harris a los dos meses de comenzar su relación. La propia vicepresidenta ha contado que creó pronto un vínculo especial con los dos jóvenes. “Ya estaba enganchada a Doug, pero creo que fueron Cole y Ella los que me atraparon”, escribió Harris en un artículo publicado por la revista Elle en 2019.
Ataques conservadores por no ser madre
Pese a que republicanos como J. D. Vance la han atacado por no tener hijos, la historia de Harris y Emhoff acredita el afecto recíproco entre Harris y los hijos de él. En las redes sociales de los diferentes miembros de la familia abundan las fotos de todos sonrientes en ocasiones especiales. En la ceremonia de graduación de Cole, su madre publicó en Instagram una foto del joven con ella, Harris y Doug Emhoff, todos aparentemente bien avenidos. La misma Harris ha contado que los jóvenes la llaman cariñosamente “Momala”, un juego de palabras con su nombre de pila que muestra el carácter maternal que le han atribuido a su figura. Cole se casó el año pasado con su novia de toda la vida y le pidió a Harris que oficiara la ceremonia. “Ese momento significó mucho por muchas razones”, dijo ella.
Como primer caballero de Estados Unidos, Emhoff trabaja desde un despacho en el edificio Eisenhower, anexo a la Casa Blanca, desde donde lleva a cabo las tareas que tradicionalmente han asumido las mujeres de los vicepresidentes, como el mantenimiento de la residencia oficial y la dirección de las decenas de empleados que trabajan en su oficina.
La agenda de Emhoff
Pero también ha encabezado en alguna ocasión la delegación estadounidense a la toma de posesión de líderes extranjeros, como cuando viajó a Corea del Sur y Filipinas.
Emhoff ha establecido dos prioridades en la agenda más amable y social que suelen desarrollar las mujeres de los líderes y que ahora le toca a él. Como abogado, asesora a la Administración Biden en sus esfuerzos por ampliar los servicios de asistencia jurídica para los más desfavorecidos y colabora con la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia.
La primera pareja judía
Como judío que es, ha hecho de la concienciación contra el antisemitismo otra de sus causas. Tras los ataques de Hamás contra Israel del pasado 7 de octubre, Emhoff lanzó mensajes de solidaridad y apoyo a las víctimas. Junto al presidente Joe Biden, recibió a un grupo de líderes de la comunidad judía en la Casa Blanca y visitó a una judía estadounidense que sobrevivió a la tragedia.
Eso no ha impedido a su esposa ser la más crítica dentro del Gobierno Biden con la política del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, al que ha pedido que frene las matanzas en Gaza y facilite la llegada de ayuda humanitaria para los palestinos de la Franja, lo que le ha granjeado ataques de Trump, que la presenta como una “radical” antisemita. Para Emhoff, que cree que Estados Unidos vive una “epidemia de odio”, el antisemita es Trump.