El conflicto en Ucrania ha reconfigurado el tablero geopolítico mundial. No solo por sus implicaciones militares y políticas, sino también por los vastos recursos naturales que alberga el país. Uno de los aspectos menos comentados, pero de gran relevancia estratégica, es la presencia de metales de tierras raras de Ucrania, materiales esenciales para la industria tecnológica y militar. Estados Unidos ha mostrado un creciente interés en asegurar su acceso a estos recursos. Eso ha llevado a negociaciones directas con el gobierno de Volodímir Zelenski.
Mientras la Unión Europea ha descartado cualquier exigencia sobre los recursos naturales de Ucrania a cambio de asistencia, la administración de Donald Trump está en proceso de cerrar un acuerdo de 500.000 millones de dólares que incluiría el acceso a las tierras raras de Ucrania y a su gas natural a cambio de garantías de seguridad. Pero, ¿por qué son tan importantes estos materiales y qué impacto puede tener este acuerdo en la guerra y en la economía global?
¿Qué son las tierras raras de Ucrania?
Las tierras raras de Ucrania son un grupo de 17 elementos químicos con propiedades únicas que los hacen indispensables para la fabricación de dispositivos electrónicos, turbinas eólicas, baterías de vehículos eléctricos, misiles guiados y otros productos de alta tecnología. Entre estos elementos se encuentran el neodimio, el europio y el disprosio, fundamentales para la industria de defensa y la producción de imanes de alto rendimiento.
A nivel mundial, China controla más del 60 % de la extracción y procesamiento de tierras raras. Eso le ha otorgado una ventaja estratégica en sectores clave de la economía. Sin embargo, Ucrania posee importantes yacimientos de estos minerales, lo que la convierte en una alternativa valiosa para diversificar el suministro global y reducir la dependencia de Pekín.
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El interés de Estados Unidos en las tierras raras de Ucrania no es casualidad. Washington ha estado buscando reducir su dependencia de China en la cadena de suministro de estos materiales estratégicos. Desde hace años, el gobierno estadounidense ha identificado la necesidad de asegurar fuentes alternativas para garantizar la producción de componentes tecnológicos esenciales para la industria militar y civil.
El posible acuerdo entre Estados Unidos y Ucrania, valorado en 500.000 millones de dólares, incluiría el acceso a estos minerales y al gas natural del país en un contexto donde Ucrania busca desesperadamente apoyo económico y militar para resistir la invasión rusa. De concretarse, este acuerdo podría fortalecer la economía ucraniana. Pero también generaría tensiones con otros actores internacionales. Especialmente, Rusia y China.