Este lunes 20 de enero cambia por completo la historia de Estados Unidos, ya que será el momento en el que Donald Trump tome posesión como nuevo Presidente, en un acto histórico y que va a devolverle al poder cuatro años después de perderlo en favor de Joe Biden. El magnate republicano venció en las elecciones de noviembre y pese a que de facto aún no es quien manda, lleva actuando como tal desde ese momento, llevando a cabo viajes con posibles aliados y desvelando políticas que va a seguir desde ya. Sin embargo, hasta el evento no será oficial y empezará una nueva era para el mundo en general y para Estados Unidos en particular.
El acto de toma de posesión es un evento que se celebra siempre el mismo día, el 20 de enero del años siguiente a que se celebren las elecciones, que son en noviembre. Y en él, el Presidente entrante toma posesión de manos del saliente y da un discurso en el capitolio. De cara a este evento, quien tome el poder tiene la potestad de invitar casi a quien le plazca, aunque en algunos casos hay personas que deben estar. Como por ejemplo los miembros del anterior gobierno.
Joe Biden, el Presidente actual, tiene que estar porque es quien cede el puesto al nuevo, sin embargo, la gran duda en este caso es Kamala Harris, la vicepresidenta actual y rival a la que venció Trump en las elecciones, que en principio parece que sí va a estar, pero que no pasa por su mejor momento después de haber sido vapuleada por el nuevo mandamás, como han desvelado algunos medios y podría tomar una decisión diferente.
La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris
Kamala Harris preocupa a Estados Unidos
Elk motivo de la tensión y preocupación en torno a la todavía vicepresidenta se ha debido a que ha puesto punto y final a una tradición que lleva muchos años siguiéndose, al no invitar al vicepresidente entrante, JD Vance y a su esposa, Usha, a una reunión formal en la residencia oficial del vicepresidente: el Observatorio Naval en Washington, algo que es llamativo con los precedentes que hay: ya que en 2008, Dick Cheney recibió a Joe Biden, pese a ser la partidos diferentes, la misma situación que se dió en 2016, cuando Biden hizo lo propio con Mike Pence.
Pero no solo es este el problema de Harris, ya que puede estar en peligro su carrera política, debido a que una encuesta del Daily Mail ha revelado que el apoyo a Kamala Harris entre los votantes demócratas ha caído en 16 puntos porcentuales desde diciembre. Además, según los rumores se está especulando con que no haya superado el golpe de perder en los comicios y esté totalmente abatida en cuanto a lo anímico se refiere, ya que se le vio en el funeral del expresidente Jimmy Carter el pasado 9 de enero y a ella junto a su marido, Douglas Emhoff, mostrándose muy fría y distante.
Tensión entre Harris y Biden
Además hay problemas en el partido, puesto que hay una tensión que es más que evidente, al punto que según fuentes cercanas a la presidencia americana, la relación de Harris con los Biden es totalmente nula y con otros líderes del partido, aumentando las críticas considerablemente hacia ella y afectándole también en su imagen pública. El pasado 3 de enero, varias fuentes dijeron al Wall Street Journal dijeron lo siguiente de Harris: “Está hundida en la tristeza tras perder las elecciones y sentirse traicionada por Biden”.