¿Qué es Alternativa para Alemania? La llegada de la nueva extrema derecha

El triunfo de Alternativa para Alemania (AfD) en Europa del Este reaviva la llama de la extrema derecha en el país germano

Simpatizantes de la ultraderecha AfD en un acto en Erfurt (este de Alemania). EFE

El reciente triunfo del partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) en Turingia, con un 33,4 % de los votos, marca un hito histórico al ser la primera vez desde la Segunda Guerra Mundial que una formación de extrema derecha logra la mayoría en un parlamento alemán. Este resultado no solo destaca la consolidación de AfD en el panorama político alemán, sino que también refleja un cambio significativo en el electorado. Especialmente, en los estados del este del país, donde el partido ha encontrado una base de apoyo cada vez más sólida.

Turingia y Sajonia: dos caras de una misma moneda

Mientras que Alternativa para Alemania celebraba su victoria en Turingia, en Sajonia se quedó a un suspiro de repetir la hazaña. Allí obtuvo un 31,4 % de los votos, solo superado por la Unión Cristiano Demócrata (CDU), que se mantuvo en el primer puesto con un 31,5 %. La creciente polarización en el este de Alemania es innegable. Los votantes parecen estar cada vez más desencantados con los partidos tradicionales, y abiertos a opciones que prometen un cambio radical, aunque controvertido.

La caída de la CDU en ambos estados —sobre todo en Turingia, donde obtuvo un 23,8 %— deja entrever que el electorado busca alternativas más alineadas con sus preocupaciones actuales. A pesar de ello, la CDU ha expresado su intención de formar gobierno en Turingia. No obstante ha dejado claro que no habrá coalición con Alternativa para Alemania. Un partido que sigue siendo una opción divisiva para la política alemana.

¿Qué es Alternativa para Alemania? La llegada de la nueva extrema derecha

Alice Weidel, copresidenta del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), habla durante el mitin final de la campaña electoral en Erfurt, Alemania | EFE

Otro actor importante en estas elecciones ha sido la Alianza Sahra Wagenknecht – Por la Razón y la Justicia (BSW), que ha emergido como una fuerza a tener en cuenta. Ha obtenido un 11,5 % de los votos en Sajonia y un 15,5 % en Turingia. BSW, con su mezcla de política económica comunista y retórica antiinmigración, representa una opción peculiar que podría influir en la formación de gobiernos en ambos estados.

Sahra Wagenknecht, líder de BSW, ha sugerido una coalición con la CDU en Sajonia. Eso podría redefinir el panorama político en el estado. Sin embargo, su candidata en Sajonia, Sabine Zimmermann, ha descartado cualquier colaboración con Alternativa para Alemania, evidenciando las tensiones y las líneas rojas que aún dividen a la derecha alemana.

El discurso de Alternativa para Alemania: nacionalismo y antiinmigración

Alternativa para Alemania ha sabido capitalizar el descontento popular con un discurso que combina un fuerte nacionalismo con una retórica antiinmigración. En un país que ha experimentado un aumento significativo en la inmigración en los últimos años, sobre todo tras la crisis migratoria de 2015, el mensaje de AfD llega a aquellos que tienen la sensación de que el país ha cambiado demasiado y demasiado rápido.

Bjoern Hoecke, candidato de AfD en Turingia, fue claro y rotundo al afirmar que cualquier coalición que no incluya a su partido será inestable. “Quien quiera estabilidad en Turingia debe incluir a Alternativa para Alemania”, afirmó. Este tipo de declaraciones reflejan la estrategia de AfD: presentarse como un partido de orden en medio de lo que describen como un caos político y social.

Una amenaza a la coalición del “semáforo”

Los resultados de estas elecciones regionales alemanas también suponen un serio revés para la coalición del “semáforo” que gobierna a nivel federal. Está coalición está formada por el SPD, Los Verdes y el Partido Liberal Democrático (FDP). Alice Weidel, colíder de AfD, ha calificado los resultados como un “réquiem” para esta coalición. Sostiene que los votantes han castigado a los partidos tradicionales por su gestión del país.

En Sajonia, el SPD obtuvo solo un 7,6 % de los votos. Los Verdes cayeron a un 5,1 %. Esto sugiere un descontento creciente con la actual coalición. En Turingia, Los Verdes se quedaron fuera del parlamento regional al no alcanzar el mínimo del 5%. Un golpe devastador para un partido que se veía como la vanguardia del cambio progresista en Alemania.

TAGS DE ESTA NOTICIA