A medida que avanza el siglo XXI, la inclusión de las mujeres en las diferentes esferas de la sociedad se ha convertido en un indicador clave de progreso y equidad. Sin embargo, en el ámbito militar, un sector tradicionalmente dominado por hombres, la integración plena de las mujeres sigue siendo un tema de debate y evolución constante. Aunque todos los ejércitos de Europa admiten a mujeres en sus filas, persisten diferencias significativas en términos de los roles que pueden desempeñar. Especialmente, en lo que respecta a la participación en combate. Por lo tanto, todos son iguales… pero algunos son más iguales que otros.
Una mirada general
En los ejércitos de Europa, la presencia de mujeres en las fuerzas armadas es una realidad en todos los países. Sin embargo, cuando se profundiza en las capacidades y roles específicos que estas pueden ocupar, emerge un panorama de variabilidad y restricciones. Hasta la fecha, solo 14 países en el todo el mundo permiten que las mujeres soldado participen en combate en igualdad de condiciones con los hombres. Estos incluyen a:
- Alemania
- Australia
- Canadá
- Corea del Sur
- Dinamarca
- España
- Finlandia
- Francia
- Israel
- Nueva Zelanda
- Polonia
- Rumanía
- Suecia
En estos estados, las mujeres tienen la oportunidad de enrolarse en unidades de combate como la Legión en España o la Brigada Paracaidista. Y participan en las mismas misiones de combate que sus contrapartes masculinas.
Noruega, pioneros de la inclusión
Noruega fue todo un pionero dentro la OTAN por permitir a sus mujeres participar en todas las misiones desde 1985. Incluido el servicio en submarinos, una posición particularmente restrictiva en muchos ejércitos debido a las duras condiciones de vida a bordo. Israel, por otro lado, no solo ha permitido que las mujeres estén en la primera línea desde mediados de los noventa, sino que ha contado con su presencia desde la constitución del Estado en 1948. Actualmente, el 3 % de los soldados de combate israelíes son mujeres. Un testimonio del largo recorrido del país en la integración de género en sus fuerzas armadas.
El resto de los ejércitos de Europa
A pesar de estos avances, la mayor parte de los ejércitos de Europa se mantiene en una zona gris. Aunque las mujeres son admitidas en las Fuerzas Armadas, sus roles se ven limitados a ciertas áreas y se las excluye directamente del combate. Esta restricción no solo limita las oportunidades de carrera para las mujeres en el ejército, también refleja y perpetúa estereotipos de género sobre las capacidades y el papel de las mujeres en la sociedad. Como hemos dicho, aún quedan unas cuantas asignaturas pendientes. Cada vez menos, pero siguen ahí.