En una sucia jugada que algunos interpretaron como burla directa y otros como un claro mensaje de poder, la cadena estatal rusa Russia-1 ha mostrado en directo fotos desnudas de Melania Trump, esposa del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. El segmento, emitido en el programa de máxima audiencia “60 Minutes”, fue presentado por los periodistas Yevgeny Popov y Olga Skabeyeva, quienes presentaron las imágenes con un tono de ironía, para ridiculizar la figura de Trump a través de su esposa.
En el programa, Skabeyeva, que intentaba no reírse mientras comentaba las fotos, y su esposo Popov ofrecieron detalles sobre la sesión de fotos de Melania realizada en el año 2000 para la revista GQ, cuando ella todavía trabajaba como modelo. “La futura primera dama yace sobre pieles en un negligé”, decía Popov, mientras las imágenes mostraban a Melania en poses sugerentes a bordo de un avión privado. “Aquí está Melania en el año 2000. Esta es la portada de la revista GQ”, comentó el presentador, añadiendo que dentro de la revista se podían ver “fotos sexis de Melania cerca de un avión privado y a bordo de un avión”.
El incidente se ha hecho viral y las críticas no han tardado en llover sobre los rusos, ya que el suyo ha sido un ataque completamente injusto a Melania, quien no está involucrada en la política y no merece sufrir por las acciones de su marido. La idea del Kremlin de ridiculizar y victimizar a la mujer de Trump es machista y recuerda al ‘revenge porn’, cuando los hombres divulgan fotos desnudas de sus exparejas para vengarse de ellas.
Una cuestión de control
La transmisión de estas imágenes demuestra la dinámica de poder que el presidente ruso, Vladimir Putin, intenta imponer en su relación con Estados Unidos, especialmente ahora que Donald Trump se encuentra a las puertas de una segunda presidencia. Según expertos en política internacional, Putin ha sido acusado en múltiples ocasiones de recurrir a tácticas misóginas para atacar a sus oponentes, utilizando figuras femeninas de su entorno para enviar mensajes indirectos de desprecio o burla.
Melania Trump, la actual esposa de Donald Trump
La respuesta en redes sociales no se hizo esperar. Muchos usuarios estadounidenses calificaron la emisión de las fotos como un acto humillante para Melania y para la imagen del propio Trump. “Rusia se está riendo de nosotros”, escribió un usuario en X. Otro comentó: “Están ridiculizando a Trump y a su esposa, dejándoles claro que están bajo su control”. La indignación del publico estadounidense refleja que Rusia ha utilizado la imagen de la futura primera dama para desacreditar la figura de Trump y socavar la seriedad de su liderazgo.
La defensa de Melania
El pasado mes de septiembre, Melania Trump publicó un video en sus redes sociales en el que defendía su carrera como modelo, incluyendo las fotos en las que aparece desnuda. En su mensaje, la ex primera dama preguntaba: “¿Por qué me siento orgullosa de mi trabajo como modelo desnuda? La pregunta más importante es: ¿Por qué los medios han elegido escrutar mi celebración de la forma humana en una sesión de fotos de moda?”. Melania afirmó que veía su carrera frente a las cámaras como una expresión artística, señalando que “deberíamos honrar nuestros cuerpos y abrazar la tradición atemporal de usar el arte como un medio poderoso de autoexpresión”.
Ahora, el nuevo incidente con la televisión estatal rusa añade un nuevo contexto a las declaraciones de Melania, quien se ha convertido en instrumento en el juego geopolítico entre Moscú y Washington. A lo largo de los años, Putin ha sido acusado de desestimar o ridiculizar a figuras femeninas en el ámbito político, y este acto de retransmitir imágenes íntimas de Melania podría considerarse una extensión de esta estrategia de minimización y control.
Para muchos analistas, la divulgación de estas fotos en un contexto de burla resalta cómo, en ocasiones, las mujeres terminan sufriendo las consecuencias de las acciones y decisiones de sus maridos, especialmente cuando se trata de figuras públicas. En este caso, Melania Trump, que ha defendido públicamente su carrera y su derecho a expresar su individualidad, se ve en una posición en la que su imagen es utilizada con fines políticos en un país extranjero. Este tipo de situaciones también plantea interrogantes sobre el papel que las mujeres desempeñan en las batallas de poder que libran los líderes mundiales y la vulnerabilidad que aún les provoca su condición de mujer.
