Estamos delante de una oleada de solidaridad global con los palestinos bajo el asedio israelí en Gaza. No obstante, estas manifestaciones han suscitado debates sobre el derecho a la protesta, la libertad de expresión y las acusaciones de antisemitismo. Mientras tanto, el número de detenidos sigue aumentando.
Desde el pasado 18 de abril, más de 2.000 personas han sido arrestadas en universidades estadounidenses. Desde luego, estos eventos han llamado la atención internacional. No solo por su magnitud, sino también por la polarización que han provocado. Las protestas han sufrido un trasvase a otros campus universitarios de Europa, Asia y Oriente Medio. Ponen en evidencia la magnitud internacional del conflicto entre Israel y Palestina. Y la necesidad de buscar una vía pacífica para su resolución. Ya son demasiadas vidas las que se han perdido en esta guerra.
El actual conflicto en la región comenzó el pasado 7 de octubre de 2023, cuando militantes de Hamas llevaron a cabo un atentado que acabó con la vida de más de 1.200 personas al sur de Israel, además de tomar más de 200 rehenes. La respuesta militar de Israel ha sido devastadora para Gaza. Ha provocado una crisis humanitaria que ha polarizado la opinión pública internacional. Los dos bloques empiezan a estar cada vez más definidos.
Impacto universitario a escala global
La reacción internacional a las protestas propalestinas en Estados Unidos no se ha hecho esperar. En Australia, se han erigido campamentos en al menos siete universidades. Estas áreas han sido escenarios de manifestaciones pacíficas, aunque algunos grupos locales han expresado su preocupación ante la tensión que estos actos suscitan en los campus. A fin de cuentas, no todo el mundo está a favor de ellos. Hay gente que apoya las maniobras militares de Israel después del atentado sufrido por Hamas.
Mientras tanto, en Reino Unido las protestas han incluido la instalación de campamentos en universidades como la de Newcastle, donde los estudiantes han exigido que se revele y corte cualquier vínculo con empresas que apoyen a Israel. Por su parte, en Francia las protestas propalestinas en lugares prestigiosos como la Universidad de la Sorbona y Sciences Po, en París, han provocado intervenciones policiales. A día de hoy, la tensión entre los estudiantes y las autoridades va en aumento.
Estos tres países no han sido los únicos que han albergado protestas propalestinas. Líbano, Canadá y India cuentan con réplicas universitarias similares. Y lo mismo sucede en España, donde las protestas en Valencia son actualmente las más multitudinarias, a pesar de no llegar a la repercusión internacional de las mencionadas previamente. No obstante, si la presión militar de Israel se mantiene en Gaza, es cuestión de tiempo que en España haya un movimiento igual de grande que el de sus homólogos europeos.
¿Es una respuesta antisemita?
Las protestas propalestinas han provocado diversas reacciones, desde apoyo social hasta críticas severas por parte de grupos comunitarios y políticos. En Estados Unidos y Australia, por ejemplo, algunos han etiquetado las manifestaciones como antisemitas. Lo que ha intensificado el debate sobre los límites de la protesta política en contextos académicos.
Las universidades y las autoridades se están enfrentando a desafíos mayúsculos para poder manejar estas protestas propalestinas. Unas protestas que, por otro lado, han surgido de manera espontánea, como una respuesta indirecta a lo que está sucediendo en Gaza. No obstante, la continua expansión de las manifestaciones indica un movimiento robusto y cada vez más organizado. Desde luego, la complejidad del conflicto entre Israel y Palestina no se resolverá de la noche a la mañana. Casi podemos asegurar con certeza que las tensiones en los campus probablemente persistirán. De hecho, se harán más grandes y alcanzarán a muchos territorios por todo el globo.