Islandia es una república gobernada por mujeres. El país nórdico tiene desde el pasado sábado nueva primera ministra. Se trata de Kristrún Frostadóttir, una economista de tan sólo 36 años. La líder socialdemócrata se ha convertido en la jefa de Gobierno más joven de la historia de Islandia. Un récord que ostentaba hasta la fecha la izquierdista Katrín Jakobsdóttir, que renunció en abril para presentarse a unas elecciones presidenciales que acabó perdiendo frente a la independiente Halla Tómasdóttir, actual jefa de Estado.
Es la primera vez que la república tiene una presidenta y una primera ministra en el cargo de forma simultánea. Y eso no es todo. Para formar gobierno, la Alianza Socialdemócrata de Frostadóttir (Samfylkingin, en islandés) ha tenido que pactar con el Partido del Pueblo (Flokkur Fólksins, conservador) y el Partido Liberal Reformista (Viðreisn, liberal). Dos fuerzas políticas de centro –una euroescéptica y otra proeuropea– también lideradas por mujeres: Inga Sæland y Thorgerdur Katrín Gunnarsdóttir, respectivamente.
Sæland, una exconcursante de Factor X de 65 años, ocupará la cartera de Asuntos Sociales. Gunnarsdóttir, una liberal de marcado perfil europeísta de 59 años, será ministra de Asuntos Exteriores. En total, siete de las once carteras ministeriales estarán en manos de mujeres y, además, el 46 % de los escaños del Althingi (Parlamento) estarán ocupados por mujeres, según la radiotelevisión pública RÚV.
Viðræður hefjast á morgun, segir Kristrún Frostadóttir.
„Valkyrjurnar eru komnar til að sjá og sigra,“ sagði Inga Sæland að loknum fundi.
„Fyrsta niðurstaða fundarins er að við stefnum á fækkun ráðuneyta,“ sagði Þorgerður Katrín Gunnarsdóttir. pic.twitter.com/xsT0hV8UHR— Fréttastofa RÚV (@RUVfrettir) December 3, 2024
Referéndum de adhesión a la UE
Las tres dirigentes de la coalición protagonizaron el pasado sábado una imagen de enorme simbolismo. De izquierda a derecha, las tres aparecieron en el centro cultural de Hafnarfjörður, la tercera ciudad más grande del país, por detrás de Reikiavik, la capital, y Kópavogur. Sæland, Frostadóttir y Gunnarsdóttir, en ese orden. Era la presentación oficial del acuerdo de gobierno. Un pacto que contempla, entre otras cláusulas, celebrar “a más tardar antes de 2027” un referéndum para reanudar las negociaciones de adhesión a la Unión Europea, suspendidas desde 2013.
Según el último sondeo de la encuestadora Maksína, realizado en junio, más del 54% de los islandeses ve con buenos ojos la incorporación de su país al club comunitario. Una propuesta que llevaba diez años apartada del debate político en Islandia. En caso de que gane el “sí” en el referéndum, la nueva jefa de la diplomacia islandesa, Thorgerdur Katrín Gunnarsdóttir, será la encargada de conducir las negociaciones con Bruselas.
Pero no todos los miembros del nuevo Ejecutivo están de acuerdo con la incorporación del país nórdico a las instituciones comunitarias. La líder de los populares, Inga Sæland, subrayó durante las negociaciones con socialdemócratas y liberales su disconformidad con la medida, aunque dejó claro al mismo tiempo que “el pueblo siempre debería tener la última palabra”.
En esta línea, la citada encuesta de Maksína recogía que el 74,2 % de los islandeses considera “importante” la celebración de un referéndum para dirimir si retomar o no las conversaciones con Bruselas, y casi un 67 % de los encuestados consideraba que las familias vivirían mejor bajo el paraguas de la UE. Era cuestión de tiempo que el debate reflotara.
Los socialdemócratas de Frostadóttir ganaron las elecciones anticipadas del pasado 30 de noviembre con más del 20 % de los votos. Obtuvieron 15 de los 63 escaños del Parlamento, un asiento más que los conservadores del Partido de la Independencia del ex primer ministro Bjarni Benediktsson, forzados a convocar a los islandeses a las urnas ante su incapacidad de mantener en pie la frágil coalición con el agrario Partido Progresista y los ecologistas del Movimiento de Izquierda-Verde, que ni siquiera lograron revalidar sus escaños.
¿Quién es Kristrún Frostadóttir?
Kristrún Frostadóttir (Reikiavik, 1988) estudió Economía en la universidad Háskóli Íslands de Reikiavik antes de graduarse en la Universidad de Boston y especializarse en Política Económica y Finanzas Internacionales en Yale.
Según su perfil de LinkedIn, la líder socialdemócrata ha trabajado en el gabinete del gobernador del Banco Central de Islandia, en la cámara de comercio islandesa y en firmas como Morgan Stanley.
En una entrevista publicada en la revista Kastljós en la recta final de la campaña, Frostadóttir, diputada y líder de los socialdemócratas desde hace apenas dos años, cuenta que después de vivir en grandes ciudades como Londres o Nueva York y acumular una vasta experiencia laboral en grandes empresas, tanto ella como su marido, Einar Bergur Ingvarsson, se dieron cuenta de que no querían pasarse la vida trabajando constantemente, lejos de su gente.