María Luisa Alonso (Caracas, 1975) tiene el honor de ser la primera venezolana en lograr un escaño en el Congreso de los Diputados en España en 2019. La exdiputada, que entró en política para intentar evitar que su segundo país se fuera a la deriva como la Venezuela chavista de la que ella huyó, atiende desde Bilbao a Artículo14 para hablar sobre la trama Koldo que acecha al Gobierno español y las implicaciones del “Delcygate”.
La visita de la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, a España a pesar de estar sancionada por la Unión Europea, fue “indignante” para Alonso. La exdiputada, que logró su escaño con Ciudadanos, recuerda que a ella le informaron desde Venezuela que Rodríguez venía de camino aquel 20 de enero de 2020. Alonso ya no era miembro del Congreso, pero sí formaba parte del equipo de Marta Martín, por lo que le advirtió. “Delcy Rodríguez va a llegar al aeropuerto internacional de Madrid en las próximas horas”. Algo que después se confirmó. “Al igual que yo, los medios se enteraron por el chivatazo desde Venezuela. Si no se hubiera dicho desde allí, esto se hubiera tapado por el propio ministro de Transportes y no nos habríamos enterado nunca”.
No era una “sorpresa”
Es más, “ahora sabemos –gracias a la UCO– que no era una ‘sorpresa’, como nos quisieron vender en ese momento. Como apuntaban las informaciones desde Venezuela -que se han confirmado estos días-, era una visita planeada: Delcy Rodríguez no venía simplemente de tránsito. Tenía una reunión cerrada con el ministro de Transporte, José Luis Ábalos“.
En suma, “como venezolana me indignó. Como exdiputada, aún más, teniendo en cuenta que Delcy Rodríguez llega a España el 20 de enero de 2020 y el 21 de enero, llegaba Juan Guaidó, por aquel entonces presidente interino de Venezuela y reconocido por el Parlamento Europeo como tal. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no se reunió con Guaidó como sí lo hizo Emmanuel Macron o Angela Merkel. Fue el único mandatario de la UE que no lo hizo. ¿Por qué Sánchez no se reunió con Guaidó?“, se pregunta Alonso.
La primera pregunta en el Congreso
“A través de Martín, fuimos las primeras que preguntamos en el Congreso sobre este tema“, recalca la hispanovenezolana, a quien hoy le molesta todavía más saber que Sánchez conocía la visita de Delcy Rodríguez cuatro días antes. “Como política he hecho mucho seguimiento a este tema. Es inadmisible que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mienta. Lo digo con todas las letras: Mienta”.
Y es que el presidente del Gobierno español dijo entonces que desconocía tanto el viaje como las sanciones. Algo que resulta difícil de creer por cómo se llevan a cabo los castigos económicos en la UE así como por toda la repercusión que tuvieron en los medios de comunicación de España. “Miente otra vez al decir que no sabía de las sanciones. En caso de ser verdad es aún peor, pues ¿en manos de quién estamos en política exterior cuando el presidente del Gobierno no conoce estas sanciones?”. “Pero es imposible que no lo supiera“. La decisión del Consejo Europeo, en la que se dijo que “todos los estados miembros deben adoptar medidas para impedir que estas personas sancionadas entren al país ni tampoco pueden transitar” fue “clara y nítida”.
“Con la connivencia de Sánchez”
“Esto es de una gravedad importante”, resume Alonso. “En el Parlamento Europeo ya hay preguntas registradas sobre qué va a hacer el Consejo si va a llamar a capítulo a España por omitir unas sanciones de la UE (y ahora conocemos que a sabiendas)”. El 16 de enero de 2020, “el presidente Sánchez ya sabía que Rodríguez iba a visitar España, por lo que Delcy Rodríguez vino con la connivencia del presidente del Gobierno”. La exdiputada reitera: “Sánchez mintió y miente”.
Sobre las maletas que portaba Rodríguez en el avión, Alonso rememora que pasaron los escáneres en el aeropuerto y hasta la propia vicepresidenta bajó del avión. “En su momento sospechábamos que era oro, hoy tenemos la certeza de que en esas maletas había oro”. Venezuela tiene reservas de oro y varios contenciosos con la oposición sobre el uso de estas reservas. Al preguntarle a la exdiputada si había prisa por sacar estos 104 lingotes de oro, Alonso responde que el “problema que tenía el dictador Nicolás Maduro y toda su cúpula y que aún hoy tienen es que, precisamente están sancionados económicamente por crímenes de lesa humanidad”.
Contrabando con el oro de los venezolanos
Así, “tienen cuentas congeladas en todo el mundo. No podían hacer transacciones con esas cuentas de dinero que, por otra parte, han robado del pueblo venezolano. Vendiendo oro tenían nuevamente flujo de dinero a través del oro. Es contrabando”, incide la exdiputada. “Hay que llamar a las cosas por su nombre: es contrabando de oro y de patrimonio de todos los venezolanos. No es de ella ni del dictador. Es un expolio y robo por parte de miembros de esta dictadura en busca de liquidez personal”.
Y lo que indigna más aún a Alonso es que este robo y este expolio se haga “con la connivencia nada más y nada menos que del ministro de Transportes, miembro del Gobierno de Sánchez y secretario general del Partido Socialista“. Es de una “amoralidad absoluta hacer negocios con perseguidos por la Justicia internacional”, insiste la venezolana. “Todas estas personas están en la Corte Penal Internacional por delitos de lesa humanidad”. Venezuela es una “dictadura que sistemáticamente está violando derechos humanos. En este momento hay más presos políticos que en Cuba. Muchos de ellos menores de edad torturados“, denuncia.
“Es la punta del iceberg”, sentencia, y augura que van a seguir saliendo nombres, por debajo de Ábalos implicados en esta trama.
La responsabilidad empresarial
Alonso da una de las claves del problema: “Hay una parte de responsabilidad por parte de las empresas españolas que operan dentro de Venezuela”, denuncia. “Creo que si hablamos de la responsabilidad de España en la crítica situación de Venezuela hay que mencionar a las compañías españolas como Telefónica, Repsol e Iberdrola“. Para la exdiputada, “no es que sean corruptas, sino que esa responsabilidad social corporativa que tanto nos brindan también habría que aplicarla al operar en un país en una dictadura imperante que maltrata a sus ciudadanos“.
Precisamente este lunes, el exembajador español en Venezuela Raúl Morodo ha aceptado 10 meses de cárcel por ocultar ganancias de casi 4,5 millones de euros de la petrolera estatal venezolana durante los años 2013 y 2014.
Las coacciones a González Urrutia
Lo que ocurrió en enero de 2020 le da pistas a la exdiputada de porqué España va por detrás de la UE en lugar de llevar el liderazgo y la iniciativa en la cuestión venezolana, de la actitud tan complaciente con el expresidente Zapatero y de lo que ha sucedido hace apenas un mes en la embajada de Venezuela en Caracas. “Al actual presidente electo de Venezuela, Edmundo González Urrutia, se le coaccionó en territorio español, precisamente por ella, por Delcy Rodríguez“.
A Alonso le irrita que no sólo se le permitiera la entrada a Rodríguez en la legación diplomática, sino que ella amenazara a un solicitante de asilo (y ganador de las presidenciales del 28-J) delante del embajador español.
Por qué sí pudo entrar Delcy Rodríguez en la embajada de España “con esa desfachatez, libertad y manga ancha”, por qué no saltaron las alarmas cuando de quien huye González Urrutia acudió personalmente a amenazarle en un supuesto lugar seguro. “Por qué se sintió amparada allí, por qué nadie la cuestionó, ni si quiera al coaccionar. Estas son las preguntas que todos los venezolanos deseamos conocer las respuestas y sobre todo, todos los demócratas. El Gobierno español debería responder”, concluye Alonso.