Las elecciones europeas del 9 de junio están a la vuelta de la esquina, y todas las miradas se han posado en Giorgia Meloni. Líder del grupo de extrema derecha de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), la importancia de Meloni radica en su capacidad para influir en la configuración del poder dentro del Parlamento Europeo.
A menos de dos semanas de las elecciones, miembros clave del Partido Popular Europeo (EPP), que según las encuestas ganará en las urnas, sopesa la posibilidad de atraer a Meloni como aliada, mientras que el otro grupo de ultraderecha, Identidad y Democracia (I&D) sabe que sin ella perderá gran parte del poder que le predicen los sondeos. Actualmente, las encuestas auguran que la alianza ECR e I&D será la tercera fuerza parlamentaria.
El objetivo declarado de la italiana es formar una mayoría de centro-derecha que pueda desafiar el dominio actual de la izquierda en la UE. Meloni destaca por su firme oposición a las políticas migratorias laxas y su defensa de la soberanía nacional frente a la centralización europea. Su postura sobre la integración europea es más crítica que la de muchos de sus colegas, lo que hoy en dia atrae a un segmento importante del electorado. La posibilidad de que Meloni logre formar una coalición fuerte podría alterar profundamente el equilibrio de poder en la UE.
Por eso, el EPP y su presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, están mostrando un gran interés en atraer a Meloni a su causa. Von der Leyen, buscando su reelección, ve en Meloni una posible aliada que puede ayudar a formar una mayoría estable. La disposición de von der Leyen a colaborar con Meloni se debe a la capacidad de esta última para unificar diversas facciones de derecha, incluidos el ECR y algunos miembros de Renew Europe. Esta alianza potencial podría proporcionar al EPP la fuerza necesaria para superar la fragmentación política en el Parlamento Europeo y consolidar una mayoría de centro-derecha.
Sin embargo, su postura genera fuertes críticas dentro de los grupos socialistas y de izquierda, que advierten contra cualquier colaboración con la extrema derecha. Además, la relación entre Meloni y Von der Leyen podría influir en la agenda legislativa de la UE, especialmente en temas de economía y seguridad. La cooperación entre estas dos líderes podría también afectar las políticas de defensa y relaciones exteriores de la UE.
Desde España
Las ganas de atraer a Meloni resuenan en España, donde el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha manifestado la posibilidad de pactar con Meloni. Feijóo afirmó que Meloni “no es homologable a otros partidos que se consideran de extrema derecha”, intentando desmarcarla de la imagen negativa asociada a los ultras.
La disposición de Von der Leyen a trabajar con Meloni también se interpreta como una estrategia para evitar que la extrema derecha se consolide de manera independiente y gane más poder del necesario. Al integrarla en una coalición más amplia, se busca moderar las posturas extremas y asegurar un enfoque más centrado. Esta táctica ya ha sido utilizada anteriormente en la política europea para mantener la estabilidad y evitar divisiones profundas dentro del Parlamento. Sin embargo, los críticos advierten: podría salir el tiro por la culata, y legitimar a la extrema derecha y sus políticas, llevando a una normalización de posturas que antes se consideraban fuera del ámbito aceptable.
Desde la ultraderecha
Meloni también está siendo cortejada por Marine Le Pen, líder de la extrema derecha francesa. Le Pen es partidaria de la alianza entre su grupo I&D y el ECR de Meloni, con el objetivo de formar un poderoso bloque de extrema derecha en el Parlamento Europeo.
Le Pen afirmó: “Ahora es el momento de unirnos, sería realmente útil. Si lo logramos, podemos ser el segundo grupo en el Parlamento Europeo. Creo que no debemos perder una oportunidad como esta”.
Sin embargo, la formación de este “supergrupo” enfrenta desafíos debido a las profundas rivalidades y diferencias ideológicas entre ambos partidos. Esta alianza podría también llevar a un aumento de la polarización política en el Parlamento Europeo. Una de las diferencias clave entre sus políticas son sus actitudes hacia Rusia y la Unión Europea, lo cual podría complicar la colaboración.
El secreto de Meloni
La influencia de Meloni no solo se limita a su capacidad de formar coaliciones. Su éxito en Italia ha sido un modelo para otros partidos de derecha en Europa, mostrando que es posible combinar una agenda nacionalista con una gestión gubernamental eficiente y practica. Esto ha incrementado su prestigio y ha hecho que muchos en la derecha europea vean en ella una líder capaz de llevar sus ideas a un escenario más amplio. Su capacidad para mantener una base de apoyo sólida mientras se adapta a las realidades políticas ha sido clave para su ascenso.
En Italia, Meloni ha logrado estabilizar la economía y reducir la inmigración ilegal, dos temas que eran centrales en su agenda política. Estos logros le han dado credibilidad tanto a nivel nacional como internacional, lo que ha fortalecido su posición en las negociaciones con otros líderes europeos. Además, su manejo de la post-pandemia de COVID-19, promoviendo una respuesta equilibrada entre salud pública y libertades individuales, ha sido bien recibido por muchos votantes.