La “gota fría” que ha arrasado España y ha dejado más de 50 muertos en apenas unas horas es un fenómeno meteorológico, también conocido como DANA (depresión aislada en niveles altos). Curiosamente esta anomalía atmosférica, aunque se sufre en prácticamente toda Europa, sólo se denomina así en alemán y en español. La Aemet ya ha reconocido esta mañana que estamos ante la peor “gota fría” del último siglo.
La “gota fría” o “Kaltluftropfen” en alemán, es capaz de desencadenar potentes tormentas que traen consigo aguaceros repentinos, fuertes vientos e incluso inundaciones, causando trastornos y daños considerables como los que se están viendo en Valencia, Castellón, Albacete... Una devastación en Levante que ha causado conmoción en toda España.
La traducción literal de “Kaltlufttropfen“: “gota de aire frío”, describe con precisión la esencia de este fenómeno meteorológico. Una bolsa desprendida de aire frío, procedente de latitudes más altas, desciende hacia regiones más cálidas como el Mediterráneo. El choque de temperaturas resultante crea una atmósfera turbulenta, que da lugar a la formación de potentes tormentas y lluvias torrenciales. En los últimos años, el impacto de la “gota fría” se ha visto amplificado por factores como la urbanización y el cambio climático, que exacerban los riesgos de inundación y erosión.
Kaltlufttropfen
El término “Kaltlufttropfen” se utiliza principalmente en Alemania y Austria, lo que refleja que la comunidad meteorológica se centra en el origen del aire frío: las regiones polares. Sin embargo, en España, el fenómeno se conoce como “gota fría”, con un énfasis más pronunciado en el impacto: la precipitación repentina e intensa. Esta divergencia lingüística subraya las características únicas del fenómeno, que influyen en la forma en que las distintas culturas lo perciben y experimentan.
Para entender la mecánica de las “Kaltlufttropfen” hay que comprender la dinámica atmosférica. La masa de aire frío, procedente del norte, desciende hacia el aire más cálido del Mediterráneo. A medida que desciende, el aire frío se hace más denso, desplazando al aire más ligero y cálido que se encuentra por encima. Este desplazamiento desencadena una serie de procesos que pueden ser devastadores como el experimentado en Levante en las últimas horas.
¿Del alemán?
Sobre el origen de este fenómeno, varios medios germanos aseguran que los españoles tomaron la nomenclatura “gota fría” por la palabra alemana “Kaltlufttropfen”, un término acuñado por los germanos en 1886.
“El término apareció por primera vez en la meteorología alemana a finales del siglo XIX. En la actualidad, sólo se utiliza en Alemania y España. La gota fría se describe como una gota aislada de aire polar muy frío a una altitud de 5 a 10 kilómetros. No tiene frentes y está tan por encima del nivel del mar que el barómetro en tierra sigue marcando buen tiempo, mientras que ya se están formando densos nubarrones. La gota fría es tan inestable que a veces ni siquiera permite una previsión de 24 horas”, reza un reportaje en TaschenSpiegel.
De “gota fría” a DANA
La transición de “gota fría” a DANA se debe a que los españoles comenzaron a referirse a la “gota fría” para referirse a prácticamente a las precipitaciones de las primeras semanas de otoño, cuando la temperatura es alta y las gotas de la lluvia se sienten frías en la piel. Aunque coloquialmente se sigue usando en España, al utilizar la abreviatura DANA en lugar de gota fría se describe a este devastador fenómeno natural con mayor precisión.