En un desarrollo que ha sacudido el panorama político francés, Marine Le Pen, la líder de la extrema derecha, ha lanzado graves acusaciones contra el presidente Emmanuel Macron. Según la líder política, el mandatario galo estaría preparando “una especie de golpe de Estado administrativo” con el objetivo de obstaculizar a su partido si este llegase al poder. Estas declaraciones han sido emitidas en una entrevista concedida a la emisora France Inter, donde Le Pen fundamentó sus acusaciones en “rumores” sobre supuestos nombramientos estratégicos de última hora.
“Espero que sea simplemente un rumor”, expresó Le Pen, añadiendo que en el reciente Consejo de Ministros del pasado miércoles se realizaron más nombramientos de lo habitual. Según la líder de Agrupación Nacional (RN), Macron estaría planeando designar al director general de la Policía, al de la Gendarmería. Así como a “decenas de prefectos” y otros cargos administrativos. Esta estrategia, argumenta la política de extrema derecha, sería una maniobra para dificultar la gobernabilidad futura de su partido. En caso de obtener la victoria en las elecciones legislativas este domingo, claro está.
Le Pen criticó la supuesta inconsistencia de Macron. Le acusó de obstaculizar el proceso democrático a pesar de haber convocado elecciones legislativas anticipadas tras su derrota en las europeas del 9 de junio. “Para gente que da lecciones de democracia al mundo entero, me parece sorprendente”, lamentó la líder de la extrema derecha.
Un momento clave para la historia moderna de Francia
El panorama electoral francés se encuentra en un momento crucial. Los candidatos de Agrupación Nacional, aliados a un grupo de conservadores, emergieron como los grandes ganadores de la primera vuelta de las legislativas con un 33 % de los votos. Esta ventaja les posiciona favorablemente para la segunda vuelta del próximo domingo. Hay posibilidades reales de obtener una mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, la cual requeriría al menos 289 de los 577 diputados.
La líder del Frente Nacional, ahora rebautizado como RN (Kilo y Cuarto)
Jordan Bardella, el candidato a primer ministro propuesto por Le Pen, ha subrayado que la condición para gobernar es alcanzar esa mayoría absoluta. “No tiene sentido que vayamos al Gobierno si no podemos actuar”, declaró Le Pen. No obstante, en un escenario donde su partido obtuviera alrededor de 270 escaños, Le Pen mencionó la posibilidad de buscar alianzas con otros diputados. Más concretamente, con los del partido conservador Los Republicanos. ¿El propósito? Aprobar proyectos legislativos cruciales, como el presupuesto.
En cuanto a su rol en un hipotético gobierno de RN, Le Pen fue clara al señalar que no formará parte del gabinete. “No seré una primera ministra bis”, afirmó. Y añadió que su función será liderar el grupo parlamentario. Asimismo, indicó que Bardella ya tiene configurado su gabinete, que incluiría a un ministro de Economía y Finanzas con experiencia en finanzas públicas y en el sector empresarial.
Si RN se alza con la mayoría, no implementará políticas exteriores heredadas
Le Pen reiteró su compromiso con el respeto a las reglas constitucionales de la cohabitación con el presidente de la República. “Bardella dirigirá la política por la que hemos sido elegidos”, subrayó. Enfatizó que, de llegar al poder, su gobierno no implementará ciertas políticas exteriores propuestas por Macron. Es el caso del envío de instructores militares a Ucrania. Según la líder de RN, aunque su partido apoya la ayuda a Ucrania frente a la invasión rusa, se oponen al envío de tropas y a la entrega de armas de largo alcance para evitar una “escalada” del conflicto que involucre a Francia en una guerra.
Las acusaciones de Le Pen han generado un intenso debate en la esfera política francesa. Si bien sus palabras encuentran eco entre sus seguidores, también han suscitado críticas y escepticismo. La veracidad de los rumores sobre los nombramientos estratégicos de Macron aún está por verificarse. Sin embargo, la situación pone de manifiesto la creciente polarización y tensión en la política francesa. En este contexto, la segunda vuelta de las elecciones legislativas se perfila como un momento decisivo para el futuro político del país.