¿Por qué Donald Trump está interesado en Groenlandia? Su control puede ser clave

Uno de los puntos iniciales del mandato de Donald Trump como Presidente de los Estados Unidos de América es el de controlar Groenlandia, pero, ¿a qué se debe el interés del magnate por la isla más grande del mundo?

Groenlandia, un viejo anhelo de Donald Trump

El mundo de la política internacional está muy cerca de cambiar, o quizá ya lo haya hecho, porque Donald Trump está a punto de ponerse al frente de Estados Unidos, y será el próximo lunes 20 de diciembre cuando sea proclamado Presidente por segunda vez, cuatro años después de abandonar la Casa Blanca. Pese a que aún no está en el poder, de facto ya lo tiene y está empezando a ejecutar algunas de las políticas que va a llevar a cabo una vez que sea el ‘líder del mundo libre’. Una de las preocupaciones iniciales del magnate está siendo la geopolítica internacional, y ha puesto sus miras especialmente en un territorio, Groenlandia.

Este lugar es la isla más grande del mundo, ocupa más de 2 millones de km2 y tiene una población de apenas 57.000 habitantes y está situada es una isla en la zona nororiental de América del Norte, entre el océano Atlántico y el océano Glacial Ártico, mientras que políticamente es una nación constituyente del Reino de Dinamarca desde que fuera colonizada por los daneses en el s.XVIII. Pero,  ¿qué le puede ofrecer a Trump una tierra cuyo 84 % de su superficie está congelada permanentemente? Y la respuesta es que es un lugar clave por las rutas comerciales, sus tierras raras, su posición estratégica para la defensa, además de sus recursos de petróleo y gas.

Un viejo anhelo de Trump

Ya en su primer primer mandato, en 2019, Trump ofreció al Reino de Dinamarca comprar la isla de Groenlandia. Sin embargo, Dinamarca, tal y como ya lo hiciera en 1946 ante la oferta de 100 millones del presidente Harry Truman por la isla, rechazó la oferta. Pero aún así, la isla danesa lleva viéndose como un activo estratégico desde hacer varios siglos con distintas implicaciones: militares, económicas y comerciales. Y por eso mismo el republicano sigue buscando como hacerse con ella o al menos tener más control.

Donald Trump y Groenlandia - Internacional

Donald Trump sigue tratando de controlar Groenlandia

Las ventajas de Groenlandia

A nivel militar y económico

EE.UU. considera Groenlandia una región clave para protegerse de un posible ataque, al igual que un espacio estratégico. De hecho, durante décadas tuvo tropas allí e incluso una base militar que hace casi sesenta años que se abandonó. Pero sobre todo destaca que para Trump, Groenlandia es imprescindible para la seguridad económica de EE.UU. y los intereses nacionales.

Y es por eso que está buscando la forma de obtener su control, por ejemplo, no descarta el uso de la coacción para lograrlo. Por ejemplo, está pensando en aplicar la Ley de Poderes de Emergencia Económica para aumentar los aranceles a Dinamarca y presionar al país escandinavo.

Y es que EE.UU. busca y aspira a consolidar su presencia como potencia en el Ártico, tanto económica, como militar, especialmente frente a Rusia, quien desde el 2020 ha realizado 80 ejercicios militares allí. Al mismo tiempo, Rusia cuenta con 4 bases aéreas en islas árticas y 5 bases áreas en la zona, mientras Estados Unidos ha perdido mucho poder allí desde el fin de la Guerra Fría y quiere recuperar peso estratégico.

Una fuente clave de recursos

Por si fuera poco, Groenlandia cuenta, según el Servio Geológico de EE.UU., con 17.500 millones de barriles de petróleo, 4,19 billones de metros cúbicos de gas natural, oro, uranio, aluminio y 1,5 millones de toneladas de tierras raras, la clave del control de la tecnología del futuro. Y tiene las tierras raras, que son 17 elementos de la tabla periódica claves para la industria automotriz, las energías renovables, la electrónica y las armas.

Y esto le daría un golpe a sus economía, pues en estos momentos EE.UU. importa el 80 % de tierras raras de China y, de este porcentaje, el 5 % va dirigido a la industria de defensa estadounidense, y en caso de controlar Groenlandia el porcentaje disminuiría sobremanera. Las tierras raras son claves para la independencia tecnológica y económica. Trump no quiere Groenlandia por capricho: lo quiere porque le daría un impulso muy importante.

Intereses comerciales

En el Ártico el tráfico marítimo ha aumentado un 37 % desde el inicio de la década hasta el 2024, ya que el deshielo está permitiendo la navegación de dos nuevas autopistas comerciales. Y entre las rutas destaca la del noreste, controlada en su totalidad por Rusia que conecta Asia con Europa, y atraviesa aguas estadounidenses (Alaska), canadienses y groenlandesas (Dinamarca).

Un barco surcando el mar en Groenlandia

Y es que el deshielo está permitiendo usar  nuevas rutas comerciales reduciendo el coste económico (el no uso de rompehielos y la reducción del combustible a emplear) frente a las tradicionales rutas del Canal de Suez y Panamá, amenazadas por la inestabilidad política y las sequías, lo que da mucho peso a nivel comercial al hecho de controlar Groenlandia.

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