Un reciente debate sobre conservar los anillos olímpicos en la Torre Eiffel (o quitarlos, y devolverla a su normalidad) ha desatado fuertes polémicas tanto social como políticamente. La controversia la protagonizan dos mujeres clave: la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, y la ministra en funciones de Cultura de Francia, Rachida Dati.
Es un debate que surge tras la propuesta de Hidalgo para mantener los icónicos anillos, instalados con motivo de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París 2024, en la fachada de la torre a pesar de que los Juegos ya se han acabado.
Hidalgo justificó su propuesta al afirmar que la decisión corresponde a su oficina como alcaldesa y que cuenta con el respaldo del Comité Olímpico Internacional (COI). “La decisión es mía y tengo el acuerdo del COI”, afirmó en una entrevista con ‘Ouest-France’. Según ella, los anillos representan la “reconexión” de los franceses con París, una ciudad que, según sus palabras, “ha vuelto a enamorar a los franceses” gracias a los Juegos. Por eso, su intención es mantener ese espíritu festivo que ha revitalizado la imagen de la capital.
Los anillos olímpicos, de 29 metros de ancho y 15 metros de alto, se instalaron en la Torre Eiffel antes del inicio de los Juegos y, en principio, debían ser retirados tras la ceremonia de clausura de los Juegos Paralímpicos el 8 de septiembre. No obstante, Hidalgo propone reemplazarlos por una versión más ligera para que puedan permanecer en la torre de manera indefinida.
El núcleo del debate
La propuesta ha generado fuertes divisiones entre los parisinos y en la esfera política. Mientras que algunos ciudadanos apoyan la idea, considerando que los anillos añaden un atractivo visual y simbólico a la Torre Eiffel, otros consideran que “desnaturalizan” el monumento.
La oposición a la propuesta de Hidalgo no se limita a los ciudadanos. Los descendientes de Gustave Eiffel, el ingeniero que diseñó la Torre Eiffel, también han manifestado su desacuerdo. Olivier Berthelot-Eiffel, presidente de la Asociación de Descendientes de Gustave Eiffel, compartió su preocupación de que la torre, símbolo universal de París y Francia, no debería ser utilizada como “plataforma publicitaria” para ninguna organización, incluyendo los Juegos Olímpicos. Aunque no se oponen a que los anillos permanezcan temporalmente, rechazan la idea de que se conviertan en una característica permanente de la torre.
Les Jeux Olympiques et Paralympiques sont un moment de joie qui rassemble tous les français. La protection de notre patrimoine commun sur la durée les unit également.
La Tour Eiffel est un monument protégé, œuvre d’un immense ingénieur et créateur. Le respect de son geste…
— Rachida Dati ن (@datirachida) September 1, 2024
Sobre todo está Rachida Dati, ministra en funciones de Cultura y potencial candidata a la alcaldía de París en 2026, y principal enemiga de Hidalgo en su idea de los anillos olímpicos. Dati ha subrayado la necesidad de respetar los procedimientos y normativas de protección del patrimonio antes de tomar una decisión final. “La Torre Eiffel es un monumento protegido, obra de un ingeniero y creador inmenso. Respetar su estilo arquitectónico significa que cualquier modificación sustancial debe ser autorizada y su impacto evaluado”, escribió Dati en la red social X (Twitter).
Patrimonio de Francia
Otros líderes también tienen opiniones similares. Pierre-Yves Bournazel, miembro de la oposición en el Consejo de París, insistió en que los anillos olímpicos no deben convertirse en una característica permanente de la torre, ya que “la Torre Eiffel no es un sitio publicitario, sino un emblema patrimonial e histórico”. Esta opinión la comparten otros miembros de la oposición, quienes han argumentado que la torre debe mantenerse como un símbolo neutro y universal, no asociado a un evento específico como los Juegos Olímpicos.
Incluso dentro de la propia mayoría municipal de Hidalgo, hay voces que piden cautela. Los ecologistas en el Consejo de París piden un debate más amplio sobre el futuro de los anillos y han expresado su preocupación por las implicaciones que podría tener mantenerlos de manera indefinida en la torre. Frédéric Badina-Serpette, miembro del Consejo de Administración de la Sociedad de Explotación de la Torre Eiffel, también aboga por un análisis más profundo antes de tomar una decisión definitiva.