Un triunfo de Kamala Harris en las elecciones de noviembre no solo la convertiría a ella en la primera mujer en alcanzar la presidencia de Estados Unidos. También llevaría a que el país tuviera por primera vez una mujer indígena como gobernadora de un estado y que el estado de Minnesota tuviera por primera vez una mujer al frente.
La elección del actual gobernador, Tim Walz, como candidato a la vicepresidencia, ha acercado a todos estos hitos históricos a Peggy Flanagan, la actual vicegobernadora, que ocuparía el puesto de Walz si este llega a vicepresidente de Estados Unidos y debe en consecuencia trasladarse a Washington.
El ascenso de Flanagan sería un efecto colateral del repentino desembarco en la política nacional de Walz, que la eligió como su compañera cuando se presentó a gobernador en 2017. Quería captar, además de a los blancos como él, a los otros colectivos raciales y sociales de Minnesota.
La Nación de la Tierra Blanca Ojibwe
De 44 años, Flanagan pertenece a la tribu originaria conocida como la Nación de la Tierra Blanca Ojibwe, una comunidad reconocida en un estado en el que los indígenas suponen alrededor de un 1% de la población total. Ella ha denunciado muchas veces la discriminación que han sufrido los nativos ancestrales en Estados Unidos, una denuncia basada en su propia experiencia. “Cuando no te ves reflejada en el currículo de tus profesores, hace mella”, dijo en una ocasión. “Para decirlo claramente, me hacía sentir invisible en mi propia clase”.
Esa fue una de las razones que la llevaron a impulsar cambios en el programa de las escuelas estatales de Minnesota, que ahora prestan más atención a contar también la historia de los pueblos originarios.
Casada en segundas nupcias con un periodista local y madre de una hija de un matrimonio anterior, Flanagan fue elegida en 2004 como integrante del órgano que gestiona las escuelas de la ciudad de Minneapolis, donde nació. Fue su primera experiencia como responsable público.
Poco después, como directora del Fondo para la Defensa de los Niños, se implicó en la campaña para elevar el salario mínimo en Minnesota, que derivó en una sustancia subida salarial, uno de los logros que más elogian sus partidarios.
Violencia contra las mujeres
En 2015, fue elegida para formar parte de la legislatura estatal. Uno de sus principales esfuerzos sería la creación de una oficina especial para las indígenas de Minnesota asesinadas o desaparecidas, dedicada a resolver el extendido pero a menudo ignorado problema de la violencia contra las mujeres y niñas de los pueblos originarios.
Cuando en 2020 Ivanka Trump, la hija del entonces presidente Donald Trump, viajó hasta Minnesota para visitar la oficina, Flanagan se quejó de que este había hecho “una carrera manifestando y celebrando un comportamiento que perpetúa la violencia contra las mujeres y las niñas nativas”.
Atención a los menores de Minnesota
Graduada en Psicología infantil, los menores y su cuidado han sido otra de sus prioridades. Como legisladora promovió la extensión de ayudas a las familias para cuidar de los niños. En 2019, tras visitar la única cárcel de mujeres de Minnesota se decidió a acabar con la práctica de separar a las madres reclusas de los bebés a los que habían dado a luz. Entonces, el Estado apartaba a los bebés de sus madres en la primera semana de vida para que ellas continuaran cumpliendo condena en la cárcel.
Flanagan impulsó entonces una ley para permitir a las madres pasar el primer año de vida de sus pequeños en hogares de acogida. La norma fue aprobada con el apoyo de demócratas y republicanos.
Su próximo desafío podría ser convertirse en gobernadora. La Constitución de Minnesota establece que el vicegobernador será quien sustituya al gobernador si este cesa por cualquier motivo. Así que Flanagan no necesitaría pasar por las urnas para acceder al cargo que dejaría vacante un Walz vicepresidente.