En la Cumbre del Futuro celebrada en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, Pedro Sánchez ha propuesto que la próxima secretaria general de la ONU sea una mujer. Esta propuesta no solo pone en foco la alternancia de género en los máximos cargos globales, también refuerza el compromiso de España con la igualdad de género y la reforma de instituciones internacionales. Su discurso subraya el papel clave de las mujeres en los procesos de paz y la toma de decisiones internacionales, un punto vital en la creación de un futuro más justo y equitativo, acorde con la cumbre.
Asamblea General de la ONU en la sede de las Naciones Unidas | Shutterstock
El mandato de António Guterres, actual secretario general de la ONU, finalizará en 2027, y ya se están planteando las posibles candidaturas para su reemplazo. Pedro Sánchez ha utilizado su presencia en la Cumbre del Futuro para adelantar una visión de un sistema de alternancia de género para el liderazgo de la ONU. Una oportunidad para romper con la tendencia histórica de liderazgo masculino en el organismo internacional.
Pedro Sánchez enfatizó que el acceso equitativo de las mujeres a roles de liderazgo es crucial para la construcción de una paz duradera. Una idea respaldada por el “Pacto del Futuro”, que promueve la plena participación de mujeres y niñas en los procesos de paz y toma de decisiones. En su intervención, el presidente recordó que las mujeres constituyen más del 50% de la población mundial y que, sin embargo, han estado subrepresentadas en los altos cargos de la ONU desde su creación.
¿Por qué es importante que una mujer sea secretaria general de la ONU?
Extender la representación femenina a la presidencia de la ONU es un paso esencial hacia la equidad global. Históricamente, las mujeres han estado opacadas en los roles de liderazgo dentro de la política internacional. Colocar a una mujer en la cúspide de esta institución mandaría un fuerte mensaje de inclusión. La ONU, que lucha por los derechos humanos y la igualdad, necesita reflejar estos principios en su estructura interna.
Los datos sobre la mujer en la ONU que refuerzan la propuesta de Pedro Sánchez | Kilo y Cuarto
Una mujer al frente simbolizaría un avance real hacia la igualdad de género. Inspiraría a futuras generaciones de mujeres a ocupar espacios decisivos. También vale la pena destacar que una mayor representación femenina en altos cargos contribuye a una mayor diversidad de perspectivas, generando soluciones más efectivas a problemas globales. La equidad de género no solo es una cuestión de justicia social, es también una cuestión de eficiencia política: una organización más diversa puede enfrentar mejor los desafíos complejos de un mundo en constante cambio.
Es por esto que la candidatura de una mujer como secretaria general de la ONU es mucho más que un simple gesto simbólico. Es una señal poderosa de que las barreras históricas al liderazgo femenino deben ser derribadas, tanto en organismos internacionales como en otros sectores clave. La visibilidad de una mujer en una posición tan relevante como la Secretaría General de la ONU sería un punto de inflexión para la representación global de género. Reforzaría el mensaje de que las mujeres deben estar en las mesas de negociación y pueden liderar estas conversaciones, desempeñando roles fundamentales para la humanidad como la paz, la seguridad y el desarrollo sostenible.