El Parlamento Europeo ha aprobado una propuesta legislativa que fortalecerá el papel y la independencia de los organismos para garantizar la igualdad. La Comisión Europea considera que estos organismos desempeñan un papel clave en la defensa del derecho de todos los ciudadanos a estar protegidos contra la discriminación y la violencia basadas en su orientación sexual, identidad de género, expresión de género, características sexuales, origen racial o étnico, religión o creencia, discapacidad o edad.
Actualmente, la legislación de igualdad de la UE ya exige que todos los Estados miembros designen organismos nacionales para combatir la discriminación. Sin embargo, no proporciona orientación detallada sobre cómo deben establecerse o funcionar estos organismos. En 2018, la Comisión adoptó una recomendación que establece estándares mínimos no vinculantes sobre el mandato de los organismos de igualdad, su independencia y sus recursos y poderes.
Reparación colectiva
El 7 de diciembre de 2022, como parte del paquete de igualdad, la Comisión ya adoptó dos propuestas legislativas previas para fortalecer los organismos de igualdad. Estas propuestas buscan ampliar sus competencias para que tengan peso en los tribunales, como por ejemplo, permitiéndoles iniciar acciones de reparación colectiva y mejorar las disposiciones sobre mecanismos alternativos de resolución de disputas, como la mediación y la conciliación.
El Parlamento, que ya había destacado los desafíos a los que se enfrentan los organismos de igualdad y había llamado a su fortalecimiento, debatirá el texto modificado esta semana. Marc Angel, ponente principal de la reforma, explica a Artículo14 los tecnicismos del nuevo texto.
¿Podría compartir qué le motivó a usted y a los demás eurodiputados a presentar esta propuesta del organismo de igualdad?
La legislación sobre los organismos de igualdad ya existe; se trataba de fortalecerlos. Había una nueva directiva de la Comisión para reforzarlos. Para nosotros, era muy importante asegurarnos de que fueran muy independientes y que tuvieran mucha autonomía, sin influencias externas ni internas del gobierno u otras entidades.
Otro aspecto clave era asegurar que los organismos de igualdad tuvieran presupuestos adecuados. A menudo, el gobierno promulga nuevas leyes que aumentan las responsabilidades de estos organismos, así que si reciben nuevas tareas y competencias, también deben tener el presupuesto necesario. Además, lo que fue muy nuevo e importante fue que ampliamos el trabajo de los organismos de igualdad más allá de la discriminación por razón de sexo, para garantizar un trato igualitario a todas las personas en todas sus diversidades, independientemente de su sexo, identidad de género, expresión de género o características sexuales. Logramos incluir estos términos en el texto por primera vez.
Esto también es importante para proteger a las personas trans e intersexuales, dejando muy claro que deben estar incluidas. Basamos esto en la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Durante los últimos 70 años, el concepto social de hombres y mujeres ha evolucionado. Ahora, cuando hablas de hombres y mujeres, incluye toda su diversidad, lo que hace que nuestro enfoque sea mucho más inclusivo. Eso es lo que queríamos incorporar en la legislación. También hicimos posible que no solo las personas que tienen la condición legal de víctima, sino todas las personas que hayan experimentado discriminación, puedan acceder a los organismos de igualdad. Garantizamos el derecho de los organismos de igualdad a actuar en los tribunales e incluimos un artículo sobre la transversalidad de género porque a menudo, la discriminación también está basada en el género. Esto considera la discriminación interseccional, que es crucial porque una persona puede ser mujer con antecedentes migratorios, o ser discapacitada, o ser lesbiana; estas intersecciones de discriminación son importantes.
Dado que la propuesta busca fortalecer el papel de estos cuerpos, ¿cuáles son sus debilidades actuales?
Las debilidades eran que no todos tienen el mismo estatus, con algunos basados en ministerios en ciertos países. Queríamos hacerlos más independientes, mejorar su autonomía y aclarar sus roles, incluyendo su capacidad para actuar en los tribunales. También implementamos alternativas reales para la resolución de disputas a través de la conciliación y mediación que pueden ser lideradas por el organismo de igualdad o por otra entidad independiente existente que no esté relacionada con el gobierno. Además, los Estados miembros deben asegurar un período de limitación suficiente para permitir a una víctima que no pueda concluir un acuerdo bajo la resolución alternativa de disputas actuar en los tribunales.
¿Qué desafíos han enfrentado en el proceso de presentar esta propuesta?
Siempre hay algunos Estados miembros a los que no les gustan términos como discriminación interseccional, expresión de género o identidad de género porque tienen gobiernos populistas influenciados por el movimiento anti-género, similares a Rusia o Hungría, con leyes que imitan las leyes de propaganda rusa.
¿Y cómo podrían responder los Estados miembros a estos cambios, especialmente los que ha mencionado?
Estas son directivas, por lo que tienen que ser transpuestas, y la Comisión tiene el papel de supervisar y monitorizar si la directiva se transpone correctamente en la legislación nacional. Cada país debe adaptar sus leyes a esta directiva, y si no lo hacen correctamente, la Comisión tiene el derecho de iniciar procedimientos de infracción.
¿Cuáles son los próximos pasos?
El próximo paso es que los Estados miembros la transpongan en su legislación nacional y luego la Comisión supervise esto. La sociedad civil también tiene un papel que jugar en los Estados miembros, y espero que los gobiernos trabajen junto con la sociedad civil para implementar esto.
Y más allá de esto, ¿qué pasos adicionales diría que son necesarios para asegurar la plena igualdad?
Todavía hay mucho por hacer. Durante este mandato, ya hicimos mucho. Fue la primera vez que la Comisión tuvo una Comisaria de Igualdad, Helena Dalli, de Malta, quien hizo un gran trabajo. Esta también fue la primera Comisión que estaba equilibrada en género. Hemos desarrollado una estrategia de igualdad de género, estrategia contra el racismo, estrategia de discapacidad, y estrategias para proteger a otros grupos vulnerables. Se han dado pasos legislativos como la transparencia salarial para cerrar la brecha salarial de género, hemos ratificado la Convención de Estambul. Aún hay mucho por hacer, especialmente en asegurar que los discursos y crímenes de odio dirigidos a nuestra comunidad estén incluidos en la lista de crímenes euro en cada país.