Carlos Malamud es investigador principal del Real Instituto Elcano y catedrático de Historia de América en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). Miembro de la Academia Nacional de la Historia de Argentina, en su interminable currículum destaca haber sido seleccionado como uno de los “50 intelectuales iberoamericanos más influyentes”, según Esglobal. Ha sido también Senior Associate Member (SAM) en el Saint Antony’s College, de la Universidad de Oxford.
El Parlamento Europeo ha reconocido a Edmundo González presidente de de Venezuela. ¿Es una fuerza de presión real para que Maduro deje el poder?
Me temo que el impacto sobre el proceso político venezolano va a ser limitado, marginal o o muy secundario. No creo que sea más que una cuestión puramente testimonial, poco agregada a la resolución de la crisis.
¿Habría que reconsiderar las relaciones diplomáticas y comerciales?
Yo creo que el régimen venezolano, al igual que el cubano o el nicaragüense, ha mostrado una gran resistencia frente a las presiones internacionales. Además, la llamada comunidad internacional está profundamente dividida y el régimen venezolano tiene importantes apoyos.
¿Cuáles son sus principales valedores?
La motivación de los distintos países para apoyar a Maduro son diferentes. Rusia tiene un claro propósito geopolítico al estar instalada en el patio trasero de Estados Unidos. ¿Tú intentas llevar a Ucrania a a la OTAN? Pues yo voy a estar en Venezuela muy cerca de tus fronteras. El caso de China es diferente, la deuda que tiene Venezuela con este país es importante. Turquía tiene también motivaciones económicas. Y en el caso de los países latinoamericanos como Cuba, Nicaragua o incluso Bolivia, Honduras… Ahí las motivaciones tienen que ver más con afinidades políticas e ideológicas.
¿Cuál cree que es la estrategia que está siguiendo el Gobierno español y qué consecuencias puede tener?
El tiempo lo dirá. Tenemos unos meses muy intensos de aquí hasta el 10 de enero. Cuando Maduro adelantó las elecciones a julio, él contaba con que el tiempo jugaría a a su favor. Lo hizo en parte para descolocar a la oposición y en parte para tener más tiempo para maniobrar y consolidar su Gobierno. Hoy el tiempo está en su contra. Vamos a tener unos meses muy intensos, de negociaciones incluso febriles.
Carlos Malamud, catedrático de Historia de América en la UNED
La ministra de Defensa tachó directamente de dictadura el gobierno de Maduro. ¿Realmente estamos ante una crisis diplomática?
La situación es bastante grave y delicada. Y es consecuencia de la desesperación del régimen de Maduro por los errores cometidos. Él pensaba, después de la inhabilitaciones sucesivas de María Corina, que Edmundo no traería problemas: qué bien que viene este viejecito, que no lo conoce nadie, gris, aburrido. Pensó que podía ganarle sin ningún problema o que si no era así, el triunfo iba a ser lo suficientemente ajustado como para maquillar la cifra. Esto no ocurrió, y encima la oposición tomó las medidas suficientes como para montar todo este entramado informático que le permitió prácticamente reproducir en más del 80% el el escrutinio. Esto ha descolocado al régimen, que todavía no ha logrado dar una respuesta clara. Ni siquiera ha presentado las actas, que es la reclamación de la Comunidad Internacional, o al menos de parte de ella.
Le ha descolocado hasta el punto de querer adelantar la Navidad.
Exacto, el régimen está pasando un momento sumamente delicado, lo cual no quiere decir que no lo pueda revertir, pero parte de su desesperación se debe a que ni Maduro ni los suyos tienen una retaguardia donde retirarse. Tendrían que ir a Cuba, Nicaragua, o a China, lugares que no son de su agrado para pasar un retiro dorado. Pero si van a otros lugares corren el riesgo de ser encarcelados o de perder su patrimonio en el supuesto de que se retiren del poder. Eso hace que la respuesta que están dando sea mucho más virulenta.
El Ministro de Asuntos Exteriores español afirma que España no negoció con Maduro la salida de Edmundo González. El ex presidente Zapatero sí saca pecho. ¿Qué versión es más creíble?
Si Rodríguez Zapatero dice que jugó un papel de mediador, es bastante probable que así haya sido. ¿No es conocida su proximidad al al régimen de Maduro?
¿Cree que es posible que que el Gobierno de España no negociara con Maduro para su salida?
Pues los los intríngulis del tema están bastante opacos, y todo lo que se diga son puras especulaciones. No quiero entrar en intrigas.
Distintas voces creen que la salida de Edmundo González realmente beneficia a Maduro. ¿Cree usted que esto es así?
Aparentemente, sí. Lo que pasa es que esta vez las cosas son distintas. El cálculo del Gobierno de Maduro no incluye algunas cuestiones, como el hecho de que la oposición esté más unida que nunca y cuente con un liderazgo que no es el del Edmundo González, sino el de María Corina Machado. Él tuvo una sintonía estupenda con María Corina, conectó con el pueblo venezolano y de ahí buena parte de ese resultado abrumador a favor de la oposición. Pero el verdadero liderazgo está en manos de Corina María Corina Machado.
Le ha salido a Maduro una adversaria complicada.
Tiene una concepción bastante particular de ese liderazgo. Ella está dispuesta a inmolarse por acabar con el chavismo. Tiene una postura que podríamos denominar mesiánica. Y el el referente de Mandela es importante, en el sentido de que si tiene que ir a la cárcel para acabar con el régimen, está dispuesta. María Corina es una mujer joven, fuerte. Edmundo González ya está por los 70. Y si a Edmundo González lo llevan al Helicoide, la cárcel del régimen, donde están las mazmorras políticas…. Desde la perspectiva de la oposición, ¿no es mejor que Edmundo González esté dentro con peligro de muerte o que esté fuera, jugando un papel importante para seguir acorralando al régimen?
Pero parece que sólo una sublevación del Ejército, o una revolución, podría acabar con Maduro, porque como usted dice la Comunidad Internacional dividida no funciona.
No sé si la revolución, pero lo que está viendo en este momento es una movilización popular importante, y el descontento popular sigue creciendo. Y en la medida en que la situación no se controle, que la represión continúe y que la implicación de la Policía y de las Fuerzas Armadas sea mayor, pues supongo que el descontento interno también lo será. Quizás lo importante, dada la situación existente en Venezuela, es poder sentar las bases para que inicie una verdadera transición a la democracia. Una transición para ser exitosa necesita ser negociada entre las partes. Necesita renuncias, compromisos mutuos. Y esto es algo complicado que requiere negociaciones tanto dentro como fuera de Venezuela.
¿La imagen que Maduro pretende vender de que Edmundo González ha salido como un cobarde puede llegar a calar en el país?
No, rápidamente ha sido contrarrestado. Las declaraciones de Edmundo González sobre la presión que recibió en la embajada de España han sido bastante esclarecedoras.