El presidente electo de Estados Unidos ha designado a la ex fiscal general de Florida Pam Bondi como su próxima secretaria de Justicia, cargo equivalente en Estados Unidos al de Fiscal General, después de que su primer elegido, el congresista Matt Gaetz, retirara su candidatura en medio de un escándalo de denuncias de agresión sexual y relaciones con una menor.
Bondi se enfrentará ahora al proceso de ratificación en el Senado, requerido para todos los secretarios de gobierno nombrados por el presidente, con muchas más probabilidades de éxito que Gaetz, que había sido cuestionado incluso entre algunos republicanos. El senador republicano Lindsey Graham pronosticó que el nombramiento de Bondi será confirmado “muy rápidamente”.
Si la apuesta por Bondi prospera finalmente, Trump se habrá quitado de encima un problema que él mismo se había creado con la elección del controvertido Gaetz.
Gaetz anunció la retirada de su candidatura al puesto cuando ya pocos apostaban que superaría el filtro de los senadores. Bondi, de 59 años tiene una larga carrera como fiscal y abogada, y en diferentes agencias de seguridad pública del gobierno, un perfil aparentemente más cualificado que el de Gaetz.
Bondi fue fiscal general de Florida durante ocho años, un periodo en el que, según Trump, “fue muy dura con los criminales violentos y mantuvo las calles de Florida seguras para las familias”. Aliada estrecha de Trump, se unió a su campaña en 2016 y desde entonces se ha movido en su órbita. En la campaña de 2024 participó en algunos mítines y ha repetido las denuncias que acusan a los demócratas de haber hecho uso partidario del Departamento de Justicia y del FBI.
Formó parte del equipo legal que defendió al entonces presidente en el “impeachment” que promovieron contra él los demócratas en el Congreso en 2019. Más tarde, también asesoró a la defensa de Trump en el proceso en su contra por el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021. Bondi también integró la Comisión sobre el Abuso de Drogas y los Opioides creado por Trump durante su primer gobierno.
Pero el currículum de Bondi no bastará para apagar la sensación de improvisación e incompetencia que ha dejado la fallida designación de Gaetz. La prensa estadounidense publicó estos días que Trump se decantó por él en el vuelo de regreso a Florida después de haberse reunido con el presidente Joe Biden en la Casa Blanca cuando su nombre no estaba en la lista previa de aspirantes.
En el avión de Trump viajaban ese día Gaetz, el millonario Elon Musk, la jefa de personal de Trump, Susie Wiles, y Boris Epshteyn, asesor legal del presidente electo. Fue este último el que propuso a Gaetz como fiscal general, a lo que Trump asintió. Lo que entonces no sabía o decidió ignorar es que la denuncia de que Gaetz había tenido relaciones sexuales con una menor sería una rémora insuperable para su ratificación en el Senado. Trump, según el relato de medios como Politico o el New York Times, apreció la promesa de Gaetz de que lanzaría los medios del Departamento de Justicia contra los rivales del presidente electo y cumpliría así sus deseos de venganza.
Las denuncias de trata, que niega tajantemente, fueron investigadas por el Departamento de Justicia, que decidió no presentar cargos por las dudas sobre la credibilidad de los testigos ante un jurado, y por el Comité de Ética del Congreso, que elaboró un informe que estaba a punto de publicarse cuando Gaetz renunció a su escaño, lo que paralizó la publicación. El informe abordó también si Gaetz utilizó las instalaciones del Senado con fines ilícitos y el posible uso de drogas en ellas.
Después de que diferentes congresistas reclamaran la publicación de ese informe, incluidos algunos republicanos, el escándalo fue subiendo de tono y terminó convirtiéndose en el primer revés para el presidente electo en la segunda era Trump. El caso puso de manifiesto no solo la aparente inaptitud de Gaetz para el cargo, sino el hecho de que la mayoría republicana en el Senado no le asegura a Trump que los senadores vayan a decirle que sí a todo incondicionalmente.
Alguien como Bondi será mucho más de su agrado. Con ella, ya son tres las mujeres a las que Trump ha elegido para formar parte de su gobierno. Su nombre se suma al de Kristi Noem, designada secretaria de Seguridad Interior, y Linda McMahon, de Educación.