Guerra Israel-Gaza

Marchas masivas contra Netanyahu tras el asesinato de seis rehenes en Gaza

Decenas de miles de israelíes protestaron en ciudades por todo el país tras el hallazgo de los cadáveres de seis rehenes en Gaza. Culpabilizan a Benjamin Netanyahu por su muerte, y exigen un acuerdo para devolver al resto de israelíes secuestrados por Hamás

Un manifestante sostiene un cartel con una caricatura del Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, leyendo "El golpe de Michel Platini" mientras miles de manifestantes que apoyan a las familias de los rehenes israelíes retenidos por Hamas en Gaza participan en una manifestación de protesta frente al cuartel general militar de Kyria en Tel Aviv, Israel, 01 de septiembre de 2024. EFE/EPA/ABIR SULTAN

El hallazgo de los cadáveres de los seis rehenes israelíes hallados en Gaza despertó el dolor y la rabia colectiva en Israel. Tras la publicación del anuncio el domingo por la mañana por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), que anunciaron la recuperación de los cuerpos sin vida de Hersh Goldberg-Polin (23), Eden Yerushalmi (24), Ori Danino (25), Alex Lobanov (32), Carmel Gat (40) y Almog Sarusi (27), decenas de miles de ciudadanos salieron a las calles de Tel Aviv, Jerusalén y otras ciudades, donde bloquearon carreteras y exigieron al gobierno la firma inmediata de un alto al fuego que permita el retorno de los rehenes que siguen en manos del grupo islamista Hamás.

Pese a que el primer ministro Benjamin Netanyahu compareció ante la nación para mostrar su “profunda conmoción” tras el anuncio y culpó a Hamás por el asesinato de los rehenes, que fueron abducidos del festival musical de Nova durante la masacre del pasado 7 de octubre, la paciencia se agotó para muchos anoche. “Durante 11 meses, el gobierno de Israel fracasó en lo que se espera de un ejecutivo: devolver a nuestros hijos e hijas a casa”, clamó el Foro de Familiares de los rehenes. Y exigió al premier: “Netanyahu, basta de excusas, basta de manipulaciones, basta de abandono”.

En operaciones especiales de las FDI, ocho rehenes fueron rescatados con vida, como ocurrió la semana pasada con el árabe beduino Farhan al-Qadi (52). Pero pese a la insistencia de sectores radicales que insisten en que solo la “presión militar” devolverá al resto de secuestrados, lo cierto es que desde el inicio de la guerra han vuelto más cadáveres que israelíes vivos. Con las capacidades militares de Hamás prácticamente destruidas tras casi 11 meses de guerra -la más larga en la historia del país-, crecen las voces que exigen un alto al fuego, dado que destruir hasta al último túnel y miliciano islamista parece misión imposible. Hasta la fecha, los dos objetivos fijados por Netanyahu para la guerra no se han logrado. Ni se destruyó por completo a Hamás, ni se logró devolver a todos los rehenes.

Según una examinación forense encargada por el Ministerio de Salud hebreo, los cuerpos de los seis civiles fueron hallados con múltiples disparos en el cuerpo, y habrían sido asesinados entre 48 y 72 horas antes de su autopsia. “Fueron brutalmente asesinados por terroristas poco antes de que los encontráramos. Fueron abducidos vivos el 7 de octubre, y los encontramos en un túnel en Rafah, a un kilómetro del lugar del rescate de Farhan al-Qadi”, explicó el portavoz militar Daniel Hagari. Según las FDI, no se produjeron choques con los guardias islamistas que probablemente asesinaron a los israelíes dentro del túnel.

El estallido social de anoche en Israel reflejó la división social existente respecto a la gestión de la guerra. El último escollo esgrimido por Netanyahu para aceptar un alto al fuego es la insistencia en mantener el control militar sobre el corredor de Filadelfia, la franja terrestre que divide Gaza de Egipto, un territorio clave usado por Hamás para contrabandear armamento bajo tierra. El ministro de defensa Yoav Gallant, peso pesado del Likud enfrentado a Netanyahu, exigió al ejecutivo levantar el veto para lograr un alto al fuego inmediato. No obstante, la extrema derecha que sustenta a “Bibi” en el poder, clamó para no aceptar un “acuerdo de la rendición”.

“Hamás asesinó a nuestros rehenes a sangre fría para forzar nuestra rendición, que aceptemos sus demandas y les permitamos sobrevivir y reconstruir sus capacidades”, tuiteó el ministro de finanzas Betsalel Smotrich. Sectores fundamentalistas aspiran a la reocupación permanente de Gaza para reconstruir los asentamientos judíos en la franja, desmantelados durante la “desconexión” impulsada unilateralmente por el ex primer ministro Ariel Sharon (2005). Por su parte, Hamás sigue insistiendo en la retirada total de las tropas israelíes de Gaza, incluido el corredor de Filadefia, para aceptar la devolución de los 60 rehenes vivos y los 35 muertos que las autoridades estiman que siguen en Gaza.

El líder de la oposición Yair Lapid, que acusó públicamente a Netanyahu de dar la espalda a los rehenes, llamó a una huelga general para este lunes. “Estaban vivos, pero el gabinete de la muerte decidió no salvarlos. Todavía quedan rehenes vivos, y es posible alcanzar un acuerdo. Netanyahu lo evita por razones políticas”, alegó. Los críticos del premier le acusan de postergar eternamente la guerra, para así evitar una convocatoria de elecciones que podrían costarle el cargo, y eludir también su responsabilidad como el líder que no evitó la peor matanza de judíos desde el Holocausto nazi. Días antes, Lapid reprochó a “Bibi” que desoyera las evidentes advertencias de que Hamás planeaba una acción sin precedentes en territorio hebreo.

El presidente norteamericano Joe Biden se mostró “devastado y enfurecido” tras el anuncio, especialmente por la muerte de Hersh Goldberg-Polin, que tenía doble nacionalidad israelí-estadounidense. Sus padres Jon y Rachel, que perdieron a su único hijo, se convirtieron en unas de las caras más visibles en la lucha de los familiares para exigir el retorno de sus seres queridos. “Hamás pagará por estos crímenes, y seguiremos trabajando contrarreloj por un acuerdo para liberar al resto de rehenes”, aseguró Biden.

En las últimas semanas, mediadores de Egipto, Qatar y EE.UU. fracasaron en los intentos de reducir las diferencias entre Israel y Hamás para frenar la guerra en Gaza, donde según las autoridades locales habrían muerto ya más de 40.738 personas por la ofensiva bélica israelí.

Cuatro de los seis rehenes cuyos cuerpos fueron hallados tiroteados habían sido incluidos en una lista presentada por Israel para ser liberados el pasado julio, bajo los parámetros del acuerdo de tres fases diseñado por la Administración Biden.

Según Arnon Bar-David, líder del sindicato mayoritario del país, trabajadores del aeropuerto internacional de Ben Gurion participarán en la huelga, que afectará a parte de los vuelos previstos para este lunes. Las guarderías del país también permanecerán cerradas, y las escuelas operarán hasta las 11:45 de la mañana.

En la protesta más masiva de anoche frente a la comandancia central del ejército en Tel Aviv, más de 100.000 ciudadanos expresaron su furia contra el gobierno de Netanyahu. Se produjeron enfrentamientos violentos con la policía, que arrestó a 15 manifestantes. “Cada día que pasa es como una ruleta rusa. Una ruleta que juega Netanyahu hasta que todos nuestros rehenes mueran”, lamentó Einav Tzangauker, madre de Matan, que sigue sufriendo en el infierno subterráneo gazatí.

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