Fin de la tregua

Netanyahu retoma la guerra en Gaza y retrasa sus juicios por corrupción

Horas antes de iniciarse un nuevo juicio por corrupción, fraude y abuso de confianza, Netanyahu rompió el alto el fuego. El Gobierno israelí alega que se debe a los incumplimientos de Hamás en las negociaciones. “El futuro de los rehenes es incierto”, advierten los islamistas

Varios hombres junto al cuerpo de un niño muerto en los ataques aéreos israelíes, en el hospital Al-Maadani de la ciudad de Gaza, este 18 de marzo de 2025. EFE

En la madrugada del martes, Israel volvió a la guerra en Gaza. Tras casi dos meses de alto al fuego, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ordenó reanudar los bombardeos aéreos sobre la franja palestina, que mataron al menos a 404 personas -incluidos niños y mujeres- e hirieron a 562, según datos facilitados por el ministerio de sanidad gazatí controlado por Hamás.

“Bibi” citó los “repetidos rechazos” de Hamás en las negociaciones para liberar a los 59 rehenes israelíes que siguen cautivos en Gaza como motivo para volver a combatir, con la incógnita de si la ofensiva derivará en el despliegue de fuerzas terrestres, o se trata de un golpe estratégico para forzar al grupo islamista a rendirse ante las demandas israelíes. Netanyahu, que debía presentarse ante los juzgados para seguir dando su testimonio en las tres causas que afronta por corrupción, fraude y abuso de confianza, logró postergar la sesión.

Rechazo de Hamás

Acorde a la oficina del premier, la decisión se basó en el continuo rechazo islamista de “liberar a nuestros rehenes, así como el rechazo a las propuestas del enviado especial de EE.UU. Steve Witkoff y otros mediadores”. En un comunicado emitido por la oficina de prensa de Hamás, donde se confirmó la muerte de cuatro altos oficiales del grupo, se pidió que “que Dios tenga piedad sobre los cientos de mártires del pueblo palestino muertos por los crímenes de la pasada madrugada”. Y amenazó: “los rehenes afrontan un destino incierto”.

Las autoridades sanitarias de Gaza llamaron a la población a donar sangre para tratar a los heridos, tras 17 días sin entrada de camiones de ayuda humanitaria y suministros médicos por la imposición del veto israelí.

Con la primera fase de la tregua expirada, el conflicto se reanuda por las diferencias sobre los detalles de la segunda fase. Hamás insiste en mantener los detalles originales del acuerdo, que prevé la retirada militar total del ejército israelí de la franja y el fin definitivo de la guerra, a cambio de devolver al resto de rehenes que mantiene. La tregua se mantuvo más de dos semanas tras la expiración del periodo, pese a que no se acordó su extensión entre las partes.

El interés de “Bibi”

El Ejecutivo de Netanyahu firmó el acuerdo presentado por los mediadores, pero a medida que se acercaba el fin del primer término, insinuó que Israel no estaría dispuesto a finiquitar la guerra sin asegurar la destrucción total de las capacidades militares y de gobierno de Hamás.

No obstante, tras más de un año y medio de conflicto, “Bibi” evita hablar sobre quien sería la autoridad gobernante en Gaza. Analistas apuntan tres escenarios: la continuidad del régimen de Hamás; una ocupación militar israelí permanente; o una “Autoridad Palestina renovada”, desplegada con la ayuda de fuerzas militares árabes de la región.

La semana pasada, Witkoff presentó una propuesta intermedia, que pretendía alargar la fase uno de la tregua durante varias semanas, a cambio de la liberación de cinco rehenes vivos. No obstante, el enviado de la Casa Blanco alegó que la respuesta de Hamás era inaceptable. Según oficiales estadounidenses, el ejecutivo de Netanyahu coordinó con la Casa Blanca la reanudación de los bombardeos de la madrugada del martes. “Hamas podría haber liberado a los rehenes para extender la tregua, pero prefirió el rechazo y la guerra”, señaló el portavoz norteamericano Brian Hughes.

Hamás culpa a Israel

No obstante, el grupo islamista responsabiliza totalmente a Israel de romper la tregua, y pide al mundo árabe que apoya la “resistencia palestina para quebrar el injusto bloqueo de Gaza”. Por su parte, Netanyahu prometió “actuar contra Hamas con mayor fuerza militar”. Los familiares de los rehenes, que rechazan la premisa de que más “presión militar” logrará devolver a sus seres queridos vivos, expresaron consternación por la reanudación de la guerra.

El edificio dañado de la escuela Al Tabien tras los ataques aéreos israelíes en la ciudad de Gaza

Desde las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), avisaron a la población de Gaza que hay “áreas consideradas como zonas de combate peligrosas”, e instó a los civiles a moverse “inmediatamente a refugios al oeste de la ciudad de Gaza y Khan Younis”, pese a que en la franja no hay refugios antiaéreos. Antes de lanzar los ataques aéreos, Israel bloqueó el cruce de Rafah, la frontera de la franja con Egipto. Además, se suspendieron las actividades cotidianas en comunidades israelíes fronterizas.

Objetivo: supervivencia política

Para Amos Harel, analista militar de Ha’aretz, “el objetivo principal de renovar la guerra se cumplió: Ben Gvir volverá al gobierno y garantizará la estabilidad de la coalición”. El ex ministro de seguridad nacional, que dimitió tras firmarse la tregua, prometió a “Bibi” que solo volvería si se renovaban los bombardeos en Gaza. La extrema derecha judía aspira a expulsar a los palestinos del enclave costero y renovar los asentamientos judíos, desmantelados en 2005.

“Para el primer ministro, los rehenes pueden ser enterrados, si ello le permite modificar el régimen en Israel”, agregó Harel, en referencia a la “reforma judicial” que sigue aplicando el ejecutivo hebreo, que está debilitando a marchas forzadas la separación de poderes en el país.