A pesar de que la presencia de dos asesoras de la Presidencia del Gobierno ‘maquillaron’ la una instantánea como tomada de otro tiempo, la imagen de los integrantes del Grupo de Contacto Árabe sobre Gaza, recibidos con honores por Pedro Sánchez y el ministro de Exteriores este miércoles en Madrid, un día después del reconocimiento oficial español del Estado palestino, evidencia la postergación de las mujeres en la primera línea política en el mundo árabe.
Como dejan constancia las fotos de familia tomadas tanto en el palacio de La Moncloa como en el de Viana, no hubo representación femenina entre los integrantes del citado Grupo de Contacto Árabe, una entidad informal constituida por jefes de Gobierno y ministros de Exteriores de varios países árabes e islámicos en el curso de la doble cumbre de la Liga de Estados Árabes y de la Organización para la Cooperación Islámica (OCI) celebrada en noviembre pasado en Riad.
Además del secretario general de la Organización para la Cooperación Islámica, Hussein Ibrahim Tah, posaron junto al presidente del Gobierno y el jefe de la diplomacia española el primer ministro palestino, Moahmed Mustafa, y los ministros de Asuntos Exteriores de Catar, Mohamed bin Abdulrahman Al Zani, de Arabia Saudí, Faisal bin Farhan Al Saúd, Jordania, Ayman Safadi, y de Turquía, el único Estado no árabe presente en el encuentro celebrado este miércoles en la capital de España, Hakan Fidan Fidan. La excepción a la regla la constituye Retno Marsudi, la ministra de Exteriores de Indonesia. El Estado con mayor población musulmana del mundo forma parte del citado Grupo de Contacto, aunque no estuvo presente en Madrid este miércoles.
La ranciedad que traslucían las fotografías de la cita llamada a respaldar el reconocimiento de Palestina como Estado no es sino el trasunto de la situación discriminatoria que sufre la mujer en el mundo árabe, como también ocurre en otros países de mayoría musulmana. En este sentido, las cifras son elocuentes. La presencia media de mujeres en los gobiernos de los países que aceptaron la invitación de Sánchez ayer en Madrid –Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Jordania y la propia Palestina— no llega al 13%, según datos de un informe de 2023 elaborado por la Unión Interparlamentaria (UIP) y ONU Mujeres.
De entre los Estados representados ayer en Madrid, el emirato de Qatar es el que cuenta con una mayor participación femenina en los gabinetes ministeriales con un 18,8%. El segundo puesto en el ranking lo ocupa otro país del Golfo, Emiratos Árabes Unidos, que puede presumir de tener un 17,6% de rostros femeninos en el Consejo de Ministros. Nueve décimas menos, con un 16,7% de mujeres en el gabinete real, se encuentra el Reino de Jordania, que pasa por contar con una jefatura de Estado, la que encarnan el rey Abdalá II y la reina Rania, moderna y prooccidental.
Tras ellos se sitúa la Turquía de Recep Tayyip Erdogan, que, a pesar de ser el único país de mayoría musulmana en nuestro entorno que contó alguna vez con una jefa de Gobierno -la conservadora Tansu Ciller entre 1993 y 1996—, apenas cuenta a día de hoy con un 5,9% de mujeres al frente de ministerios.
Cero mujeres en Arabia Saudí
En el pozo de la clasificación y como farolillo rojo se encuentra Arabia Saudí, que no tiene en estos momentos ni una sola ministra. El país gobernado por la Casa de Saúd, conocido por la realidad discriminatoria que viven las mujeres, hubo de esperar hasta 2009 para ver a una mujer ocupar una cartera gubernamental. El honor lo tuvo Nora bint Abdullah al-Fayez.
Aunque no estuvieron presentes en las fotos en sepia de La Moncloa y Viana, Indonesia -con un 20,7% de representación femenina en el Gobierno—, Egipto -con un 18,8% de mujeres- y Nigeria -un 10,7%– también forman parte de la entidad formada a las pocas semanas de comenzar el conflicto bélico en Gaza. Fuera del citado trabajo elaborado por la Unión Interparlamentaria y Naciones Unidas, el Gobierno de la Autoridad Palestina, en manos de Al Fatah, cuenta con un 17,4% de representantes femeninas.
Sólo Túnez ha roto el techo de cristal
La historia contemporánea del mundo árabe arroja una realidad implacable: sólo una mujer, la geóloga tunecina Najla Bouden Romdhane, ha ocupado la jefatura de un Gobierno en la región. Nombrada por el autoritario presidente Kais Saied a finales de septiembre de 2021, la profesora universitaria fue sustituida por el mandatario menos de dos años más tarde.
Además, sólo han sido cinco las mujeres que a día de hoy han desempeñado el puesto de ministra de Asuntos Exteriores en el mundo árabe. La más reciente de ellas fue la libia Najla El Mangoush, que lideró la diplomacia del país magrebí hasta agosto del año pasado. La primera de ellas fue Naha Mint Mouknass, quien ocupó el cargo de ministra de Exteriores de Mauritania entre 2009 y 2011.