Desde que este martes las urnas colocaron a Donald Trump de nuevo a las puertas de la Casa Blanca, Fatima Sadaf se pregunta, como tantos en todo el mundo, qué esperar de una nueva presidencia del polémico magnate neoyorquino.
Es una de los cerca de 4 millones y medio de musulmanes que viven en Estados Unidos y, según cuenta en conversación con Artículo14 desde su casa en las afueras de Orlando, la experiencia del pasado le da una idea de lo que puede esperar.
“He sentido en carne propia muchas veces las consecuencias de la intolerancia y la polarización que se han adueñado de este país’. Sadaf recuerda sentirse señalada por la calle e incluso ser increpada por el pañuelo islámico con que se cubre el cabello.
Perseguida e insultada
“Cuando ganó en 2016, unos jóvenes seguidores de Trump me persiguieron con su camioneta y se bajaron a insultarme envalentonados por su victoria”, cuenta rememorando el episodio de hostilidad más extrema que sufrido.
Ocho años después, Trump está de vuelta, y según cuenta Sadaf, “muchas musulmanas están muy aterrorizadas” ante la perspectiva. Ella lo sabe bien, porque dirige una organización local que las representa la Organización de Mujeres Musulmanas.
Ella dice que no tiene miedo. “No voy a permitir que nadie se adueñe de mis sentimientos”, afirma decidida. “Además, ya pasamos por esto”.
Nacida en Pakistán, pero criada en Hialeah, un distrito popular de Miami tradicionalmente poblado por inmigrantes latinos, Sadaf está acostumbrada a que no le pongan las cosas fáciles.
Vómitos por la ansiedad
Madre de cinco hijos, estos días ha tenido que insuflar ánimo y aplomo a otras en su familia ante la preocupación por el retorno de Trump. “Una de mis hijas se pasó la noche anterior a la elección vomitando por la ansiedad”.
El dilema de a quién votar
Sadaf no ha olvidado algunas de las medidas más polémicas del primer mandato de Trump, como la
Prohibición de entrada a Estados Unidos de nacionales de algunos países de mayoría musulmana. Sin embargo, no votó por Harris.
“Las diferencias entre Trump y ella son solo de retórica en lo que se refiere a Israel y los palestinos”, sostiene. “No puede ser que mi país esté enviando las armas con las que se masacra a los palestinos en Gaza y deje al gobierno israelí hacerlo impunemente”, se queja.
Castigo a Harris
Faltan investigaciones para calibrar cuántos musulmanes estadounidenses dejaron de apoyar a Harris por la política de la Administración Biden sobre la guerra en Oriente Próximo, pero puede haber sido una de las razones de su derrota en el estado clave de Michigan donde muchos comparten las críticas de Sadaf.
Para ella ninguno de los candidatos merecía su confianza y el sistema bipartidista estadounidense es un modelo anquilosado que no da respuesta a las necesidades de la gente. “Republicanos y demócratas gobiernan siempre para las grandes corporaciones, para los intereses del dinero y no de las personas”.
La inflación
Para ella, el aumento del coste de la vida es el último ejemplo de eso. “Los precios hacen cada vez más difícil vivir aquí. La comida se ha disparado, la gasolina se ha disparado, todo se ha disparado, por no hablar del precio de los alquileres; para muchas familias cada vez es más difícil pagarlos”, se queja.
Ahora le esperan cuatro años de incertidumbre. Aunque hay algo de lo que dice estar segura. “Donald Trump ya fue presidente. Cuando él se vaya nosotras seguiremos aquí”.