Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) lanzaron la alerta en 2023. De acuerdo con los estudios, “1.205 mujeres murieron en el país por causas relacionadas con el embarazo en 2021, frente a las 861 que fallecieron en 2020 y las 754 en 2019”. Un incremento difícil de ignorar en un país desarrollado como Estados Unidos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la mortalidad materna como “el número de muertes por cualquier causa relacionada con o agravada por el embarazo o su manejo (excluyendo causas accidentales o incidentales) durante el embarazo y el parto o dentro de los 421 días de la terminación del embarazo”.
De acuerdo con este criterio, las muertes maternas en Estados Unidos entre 2018 y 2021, casi se duplicaron, con un fuerte aumento durante la pandemia del coronavirus. En 2021, la tasa llegó a 32,9 muertes por cada 100.000 nacimientos vivos. En 2022, según un informe hecho público esta semana se produjeron en Estados Unidos una media de 22 muertes maternas por cada 100.000 nacidos vivos, es decir, que han logrado reducirse tras la pandemia. Sin embargo, en Suiza es de 1,2 y en Noruega, no se registró ninguna.
Comparación con otros países desarrollados
Por qué Estados Unidos tiene una tasa de mortalidad materna mucho más alta que la europea era una cuestión abierta para los expertos hace tiempo, pero el endurecimiento de las leyes contra el aborto en gran parte del país tras la decisión de la Corte Suprema que revirtió su doctrina sobre el caso Roe vs Wade ha llevado ahora preguntarse si no es una de las causas detrás del incremento de los últimos años.
Aunque algunos estudios lo atribuyeron inicialmente a que la edad a la que las mujeres quedan embarazadas es cada vez mayor, una reciente investigación de la Universidad de Northwestern, en Illinois, descartó esa hipótesis basándose en que la mortalidad materna aumenta cada año en todos los grupos de edad y el mayor aumento relativo se observó entre las personas de 25 a 29 y de 30 a 34 años, no entre las madres más mayores.
Para la doctora Sadiya Khan, profesora de Cardiología de la Escuela de Medicina Feinberg en Northwestern, “el objetivo del estudio fue específicamente analizar el argumento de que las muertes estaban relacionadas con la avanzada edad con la que mujeres estaban quedando embarazadas”.
El motivo de la mortalidad materna
“Sin embargo, encontramos que ese no es el motivo por el que estamos viendo un aumento en el número de muertes maternas. Pese a que es un factor de riesgo importante en la mortalidad materna, nuestros hallazgos resaltan que vamos en la dirección equivocada”, señala Khan.
Un grupo de investigadores de la Universidad Tulane de Nueva Orleans (Luisiana) determinó que el aumento en la aprobación de políticas y regulaciones que restringen e incluso condenan el acceso al aborto en varios estados incrementa los índices de mortalidad materna.
“Nuestro estudio demuestra que disminuir el número de restricciones al aborto en los estados puede reducir la incidencia de la muerte durante el embarazo y el posparto entre todas las mujeres en los Estados Unidos”, sostiene Dovile Vilda, autora principal del informe “Políticas Estatales sobre el Aborto y Muerte Materna en Estados Unidos, 2015-2018”.
El documento evidenció que los estados con más restricciones sobre el aborto tuvieron un aumento del 7 por ciento en la mortalidad materna en comparación con aquellos con políticas menos restrictivas. Arkansas, Mississippi, Texas, Oklahoma, Luisiana, Tennessee, son algunos con las restricciones más severas y por ende más casos de muertes maternas.
Políticas sobre el aborto
En 2021, se promulgaron en Estados Unidos más de 90 políticas restrictivas sobre el aborto. Una cantidad nunca antes registrada desde el fallo de la Corte Suprema en 1973 de Roe v. Wade, que permitía sin grandes restricciones el acceso al aborto en toda la nación.
Está confirmado que Roe v. Wade redujo las tasas de mortalidad materna en un 30 o 40 por ciento para las mujeres negras al garantizarles el acceso a abortos seguros y legales, sin embargo, desde que esa sentencia fue anulada en junio de 2022, el acceso a la interrupción de embarazos de manera legal se ha convertido ahora en casi imposible en varios estados, sobre todo en aquellos de tendencia conservadora y tradicionalmente dominados por los republicanos.
Ya son 28 los estados con leyes en vigor o en trámite que buscan prohibir casi por completo la interrupción del embarazo. Esto ha obligado a por lo menos 11,3 millones de mujeres a viajar más de una hora para llegar a la clínica de abortos más cercana, y estos centros se están viendo afectados por la alta afluencia de pacientes.
El cierre de este tipo de centros en los estados con restricciones impacta negativamente en la prestación de otros cuidados ofrecidos en clínicas de salud reproductiva, como exámenes preventivos de mama, mamografías y pruebas de Papanicolaou.
Más mortalidad en las mujeres negras
Los expertos tienen una preocupación más, el hecho de que las mujeres negras tienen tres veces más probabilidad de morir por complicaciones relacionadas con el embarazo que las blancas. Las de origen hispano también sufren más la mortalidad materna, pero siempre menos que las afroamericanas, el colectivo más castigado por una lacra directamente relacionada con el limitado acceso a la salud y a controles pre y post natales.
La tasa de aborto entre las mujeres blancas en Estados Unidos es de 10 por cada 1.000 frente a las 27,1 por cada 1.000 entre las mujeres negras, una diferencia que habla por sí sola.
En el caso de las mujeres negras, la mortalidad materna es excepcionalmente alta. Investigaciones anteriores han revelado que la población negra recibe una atención de peor calidad que la blanca en el 52% de las mediciones, incluidas las medidas del proceso de atención, como la capacidad de recibir la atención necesaria; los resultados de la atención, como la muerte; y la percepción de la atención por parte de los pacientes, se puede leer en las conclusiones del estudio publicado por el Commonwealth Fund.
La tasa de mortalidad materna entre las mujeres negras en Estados Unidos es aún más elevada, con casi 50 muertes por cada 100.000 nacidos vivos, de acuerdo con el nuevo informe.
Sobre esto, la científica de la División de Estadísticas Vitales de los CDC Donna L. Hoyert, que ha monitoreado datos de mortalidad materna durante aproximadamente tres décadas, dice que una extensión de la cobertura de salud bajo el programa federal de Medicaid, impulsado por la Administración Obama para cubrir y que, entre otras cosas, cubre los gastos de personas con recursos limitados durante el primer año después del embarazo, “ayudarían a reducir la mortalidad materna en general”, especialmente entre las comunidades más vulnerables y afectadas por lo que la experta describe como “racismo estructural”.
Un estudio de la socióloga Amanda Stevenson estima que una prohibición total del aborto en Estados Unidos resultaría en 140 muertes maternas adicionales anualmente, lo cual representaría un aumento del 21 por ciento en la mortalidad materna y un 33 por ciento para las mujeres negras.
Estos son los datos detrás del endiablado debate en torno al aborto, que se perfila como uno de los principales temas de la campaña electoral entre el presidente Joe Biden y su rival, Donald Trump.
Trump y los republicanos han sido los responsables directos del endurecimiento de la legislación sobre el aborto en Estados Unidos. Sin ir más lejos, fueron los nombramientos de jueces propiciados por Trump lo que llevó a una clara mayoría conservadora en el Supremo. Y los sondeos indican que la sensible cuestión del aborto puede ser determinante a la hora de decantar el voto de las mujeres. Según las encuestas, muchas están ahora indecisas y la prohibición del aborto podría inclinarlas a votar por Biden.