En la cúpula de la Unión Europea destacan tres roles clave: el presidente de la Comisión Europea, el presidente del Parlamento Europeo, y el presidente del Consejo Europeo — cargos de liderazgo y prestigio que van acompañados de un jugoso sueldo.
Mientras que el líder del Parlamento es elegido democráticamente, las instituciones se ciñen generalmente a una regla no escrita que concede la Comisión a la derecha (en este caso, al Partido Popular Europeo, con Ursula Von der Leyen) y el Consejo a la izquierda, con Charles Michel, de los socialdemócratas, a la cabeza. Pero Michel anunció que quería dimitir anticipadamente, dejando la puerta del Consejo abierta a un nuevo líder socialista, que podría ser Pedro Sánchez si termina dimitiendo.
Si renuncia este mismo lunes, Pedro Sánchez llega tarde para presentar su candidatura a las elecciones parlamentarias dentro del grupo de los socialdemócratas, pero sí que podría aspirar a la presidencia del Consejo Europeo.
El candidato estrella había sido el portugués Antonio Costa, pero el proyecto se torció cuando dimitió, el pasado 6 de marzo de 2023, tras verse implicado en una investigación de corrupción. La situación se complicó al revelarse que Costa habría intervenido en la adjudicación de contratos públicos y en la manipulación de nombramientos durante su mandato como primer ministro de Portugal. Aunque Costa negó todas las acusaciones, la presión política y pública creció hasta el punto de que decidió renunciar para defender su nombre y asegurar la estabilidad del gobierno.
A pesar de todo, Costa sigue siendo un candidato posible, pero ya no es el favorito. Con su anuncio, Sánchez ha desencadenado rumores en Bruselas, que especula desde hace meses sobre la identidad del próximo líder del Consejo. Es probable que sea incluido como uno de los candidatos rumoreados para el cargo, que incluyen también a la danesa Mette Fredriksen. Los líderes de la UE se reunirán y debatirán sobre quién ocupará el puesto después de las elecciones de junio.
Mejor sueldo, lejos de la polarización
Según una encuesta del medio Politico, Sánchez goza de mayor popularidad en Bruselas que en España. Si dimite, pasaría a ser el candidato estrella. Según comentó una fuente del Consejo a Artículo14, “la posibilidad se lleva comentando desde antes de las elecciones españolas”. La fuente señala que el cargo en Bruselas alejaría a Sánchez de la polarización de España y le concedería un sueldo mucho más sustancial.
Pero los funcionarios y diplomáticos de la UE están divididos sobre la posible candidatura de Sánchez debido a preocupaciones sobre su perfil y el estado político que podría dejar en España. Se cuestiona si su experiencia y estilo de liderazgo son adecuados para el rol, comparándolo con líderes anteriores más discretos y comprometidos con la mediación.
Durante su tiempo en el poder, especialmente cuando España tenía la presidencia rotatoria de la UE, Sánchez utilizó su influencia para avanzar en agendas domésticas, incluyendo su controvertida campaña para reconocer idiomas regionales como el vasco, catalán y gallego como lenguas oficiales de la UE, lo que generó tensiones entre algunos diplomáticos. Estas acciones han alimentado el escepticismo sobre su capacidad para manejar intereses europeos sin priorizar los nacionales.
Como presidente del Gobierno, Sánchez cobra alrededor de 103.498 euros anuales. Sin embargo, el presidente del Consejo Europeo cobra cerca de 392.400 euros al año.
Sin comentarios
La Comisión Europea no ha hecho aún comentarios sobre la situación personal de Sánchez, argumentando que se trata de un asunto interno de España.
Esta decisión se produjo después de que Sánchez anunciara en una carta pública que iba a tomarse un tiempo para reflexionar sobre su futuro en el cargo. El anuncio se debe a la investigación judicial iniciada contra su esposa, Begoña Gómez, por acusaciones de tráfico de influencias y corrupción, basadas en una denuncia del sindicato Manos Limpias.
En la carta, Sánchez expresó su descontento por los ataques contra su esposa y cuestionó si valía la pena continuar en su posición bajo estas circunstancias. Mencionó que necesita tiempo para pensar y discutir la situación con su esposa, de quien está “profundamente enamorado”.
Como resultado de esta decisión, Sánchez canceló su agenda, incluyendo un viaje a Cataluña donde iba a participar en el inicio de la campaña electoral para las elecciones regionales del 12 de mayo, y otros eventos importantes previstos para esa semana.
El proceso de elección
El Presidente del Consejo Europeo es elegido por una mayoría cualificada de los jefes de estado o de gobierno de los países miembros de la Unión Europea, quienes se reúnen en el Consejo Europeo. Este proceso requiere que al menos el 55% de los Estados miembros aprueben al candidato, y estos países deben representar al menos el 65% de la población total de la UE para asegurar una representación demográfica adecuada.
El mandato del presidente es de dos años y medio, con la posibilidad de ser renovado por un periodo adicional, permitiendo así un máximo de cinco años en el cargo. El rol del presidente es fundamentalmente de coordinación y representación; coordina las reuniones del Consejo Europeo, facilita el consenso entre los líderes de los Estados miembros y representa a la UE en el escenario internacional en asuntos de política exterior y seguridad común.
El presidente no posee poder de voto en las decisiones del Consejo, lo que subraya su papel como facilitador más que como participante directo en la toma de decisiones. Esta posición requiere un equilibrio delicado y habilidades diplomáticas, dado que debe manejar las diversas perspectivas y políticas de los Estados miembros de la UE.