Irak impulsa una ley que permite el matrimonio con niñas de 9 años

Milan Al-Hussein, activista social iraquí: “La propuesta de modificación de la Ley de Estatuto Personal es una forma de reprimir a las mujeres"

Mujeres y niñas yazidíes en Irak. Donatella Rovera / Amnesty International

Irak está siendo testigo de un intenso debate sobre las modificaciones propuestas a la Ley de Estatuto Personal, un asunto que ha revelado profundas divisiones entre las fuerzas políticas y sociales del país. Mientras algunos diputados conservadores insisten en la necesidad de estas modificaciones para alinearlas con las costumbres religiosas y sectarias, activistas por los derechos humanos advierten de que estas medidas suponen un grave retroceso en los logros que las mujeres iraquíes han alcanzado a lo largo de las últimas décadas.

El proyecto de ley suscita inquietudes sobre el matrimonio infantil y amenaza con restablecer el control religioso sobre la vida privada y, de aplicarse, situará a Irak en una difícil encrucijada entre la promoción de la diversidad religiosa y libertad de culto —como defienden sus partidarios— y el retroceso en los derechos de la mujer y la familia —como claman sus detractores.

El debate no se limita a las esferas parlamentarias y judiciales, sino que ha trascendido a redes sociales, medios de comunicación y organizaciones dedicadas a la protección de la familia y los niños. La principal controversia gira en torno a cuestiones como la edad mínima para el matrimonio de las mujeres, el registro de los matrimonios en los tribunales religiosos, la articulación de matrimonios entre cónyuges de diferentes cultos, los derechos de las mujeres divorciadas y la custodia de los hijos.

65 años de ley en vigor

La modificación en cuestión otorgaría a los ciudadanos iraquíes el derecho de elegir, al establecer sus contratos matrimoniales, si quieren regirse por las disposiciones de la ley civil, vigente desde hace décadas, o por las religiosas de los ritos chií o suní. La actual ley de Estatuto Personal, considerada avanzada en una sociedad tradicional como la iraquí, se aplica desde 1959 tras la caída del régimen monárquico. Prohíbe el matrimonio antes de los 18 años y, sobre todo, impide a los clérigos apropiarse de derechos civiles de matrimonios y familias.

Los promotores del cambio aseguran que la Constitución iraquí promueve la libertad y la diversidad, recordando que sus artículos 2 y 3 definen Irak como un país “multiétnico, multireligioso y multiconfesional” y el artículo 41 establece las libertades individuales de los ciudadanos: “los iraquíes son libres de cumplir con sus asuntos personales de acuerdo con sus religiones, sectas, creencias o elecciones, y esto será regulado por ley”.

Por tanto, consideran que la reforma de la Ley de Estatuto Personal de 1959 está en consonancia con el texto constitucional y refleja las costumbres y valores sociales del país. Según ellos, la edad mínima para el matrimonio de las niñas se ajustaría a criterios basados en estándares científicos aplicados por la “jurisprudencia islámica”.

Las voces opositoras temen que se acabe permitiendo el matrimonio infantil y creen que existen otros motivos legítimos para oponerse a las enmiendas, pues consideran que estas afectan a la cohesión social del país y abren la puerta a la división y al sectarismo, además de limitar los derechos adquiridos por las mujeres y las familias. Activistas iraquíes han protagonizado manifestaciones en contra de la reforma, convirtiéndose rápidamente en objeto de ataques por parte de líderes religiosos y tribales.

Reprimir a las mujeres

El establecimiento de los 18 años como edad mínima para contraer matrimonio, aprobado en 1959, se diseñó para limitar los matrimonios fuera de los tribunales, y las modificaciones propuestas podrían exponer a un gran número de niñas a matrimonios forzados a edades tempranas, sin la madurez necesaria para entender el matrimonio como un proyecto de vida familiar. Esto es exactamente lo que advierten expertos legales y activistas.

Para obtener más información, entrevistamos a Milan Al-Hussein, activista social iraquí, que nos dice: “La propuesta de modificación de la Ley de Estatuto Personal es una forma de reprimir a las mujeres, utilizándolas como herramientas subordinadas a los hombres, en lugar de reconocerlas como individuos independientes. La mayoría de los artículos de esta ley son preocupantes, como el hecho de que la custodia de los hijos se otorgue al padre a partir de los dos años. Además, la mujer quedaría sin derecho a heredar ni a recibir manutención si no satisface al hombre en sus relaciones íntimas, lo que convierte a la mujer en un mero instrumento para satisfacer los deseos del hombre.”

Y añade: “Lo que me parece más repugnante es que la edad legal para el matrimonio sea de 9 años. En lugar de abordar el aumento alarmante de los divorcios en Irak, se están promulgando leyes que empeoran la situación. Estas nuevas modificaciones nos devuelven a los años alrededor de 2007, cuando el país vivió graves violaciones de derechos humanos, asesinatos y secuestros debido a las divisiones religiosas. Irak es un país de múltiples religiones y sectas, y debemos respetar la libertad y la dignidad de todos aplicando leyes civiles. Sin embargo, en 2024 seguimos luchando por los derechos más básicos y por demostrar que la mujer es un ser independiente y no está subordinada al hombre.”

El aumento de matrimonios infantiles

Al preguntarle sobre el papel de las organizaciones de mujeres en esta situación, Milan responde: “Las organizaciones de mujeres han desempeñado un papel muy importante, organizando varias protestas en contra de la reforma. Las mujeres iraquíes no aceptaremos este abuso y continuaremos nuestra lucha por nuestros derechos legítimos. Mi consejo a las mujeres iraquíes es que sean fuertes e independientes, porque en este país la ley, la sociedad y las tradiciones están en su contra.”

Por su parte, Human Rights Watch ha señalado que actualmente ya existen matrimonios religiosos no registrados que esquivan la ley para consumar el matrimonio infantil, lo que supone para las niñas afectadas grandes riesgos de sufrir violencia sexual y física, pérdida de derechos, daños psicológicos, exclusión de los sistemas educativos y de salud con casos de muertes durante embarazos y partos. Las estadísticas de los últimos 20 años muestran un aumento continuo de los matrimonios infantiles en Irak. Respaldar legalmente estas uniones provocaría un gran aumento de ellas, según los expertos.

Mientras Irak intenta consolidar su estabilidad social y política, las modificaciones propuestas a la Ley de Estatuto Personal plantean un desafío importante para la concepción de un Estado Civil que ampare los derechos humanos. Aunque los defensores de la reforma insisten en que fomenta la diversidad religiosa, los detractores temen que estas modificaciones lleven al país de vuelta a los oscuros episodios de sectarismo y restrinjan las libertades de las mujeres. La pregunta clave sigue siendo si logrará Irak encontrar un equilibrio entre las tradiciones religiosas y los derechos de las mujeres, o estas reformas lo conducirán a una mayor división y opresión.

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