Michel Barnier ya es el nuevo primer ministro de Francia, pero apenas ha asumido el poder, las palabras que más resuenan a su alrededor son “moción de censura”. El problema es que el nominado por el presidente Emmanuel Macron no convence al resto de partidos de la caótica Asamblea Nacional francesa.
Así, la candidata del Nuevo Frente Popular (NFP) al puesto de Barnier, la funcionaria Lucie Castets, una apuesta que Macron quería evitar a toda costa, ha criticado que Barnier sea “la continuación de la política de Macron, o incluso peor”. Castets también ha tachado la decisión del presidente francés de ser contraria a la “lógica de nuestras instituciones”.
Réaction du Nouveau Front populaire à la nomination de Michel Barnier au poste de Premier ministre pic.twitter.com/n3hwKcyqJF
— Lucie Castets (@CastetsLucie) September 5, 2024
“Un mensaje negativo”
En una entrevista con Mediapart, ha reconocido estar “muy preocupada, tanto por el fondo como por la forma. El mensaje democrático que se envía es muy negativo“. Castets ha prometido seguir luchando por una “alternativa de izquierdas, dentro de unos meses, si nos toca gobernar después de la censura o en 2027”. Así, ha anunciado que irá “allá donde la gente vote” al partido de Marine Le Pen (Agrupación Nacional, RN) para “ampliar la base electoral de la izquierda”.
En la misma línea, Marine Tondelier, secretaria general del partido ecologista, asegura que, con la nominación de Barnier en Francia se ha pasado de “un frente republicano a una afrenta republicana”.
Marine Tondelier (EELV) celebra los resultados de las elecciones
En el diario “Liberation”, explican en un duro análisis que el partido conservador al que pertenece Barnier, Los Republicanos, fue “uno de los perdedores de las últimas elecciones (europeas y legislativas) y ahora es a uno de los miembros de este partido, Barnier, a quien Macron ha confiado las riendas del Gobierno y la tarea de ser el líder de la ‘mayoría’. La sorprendente y espectacular dinámica política surgida entre las dos vueltas de las últimas elecciones legislativas había establecido una voluntad clara, precisa y masiva: los franceses, en una oleada de movilización, expresaron su rechazo categórico a que la Agrupación Nacional (RN) desempeñara un papel en el próximo Ejecutivo. Los electores de izquierda votaron a la derecha en apoyo de esta feroz convicción; los electores de derecha votaron a la izquierda por las mismas razones. ¿El resultado? Un representante del quinto grupo parlamentario (LR) fue nombrado primer ministro gracias a la promesa de RN de darle una oportunidad. Y así están las cosas hoy”.
El recién nombrado nuevo primer ministro de Francia, Michel Barnier
Durante su discurso en la breve ceremonia de traspaso de poderes entre Gabriel Attal y Barnier, el veterano político aseguró que Francia atravesaba un momento grave, pero que esperaba escribir “una página útil”. Asimismo, hizo varios guiños a Le Pen desde el Palacio de Matignon. Barnier aseguró que una de sus prioridades será el “control” de la inmigración así como la seguridad. Parece que el excomisario europeo conservador no excluirá a la extrema derecha en su toma de decisiones.
¿Y qué piensa Le Pen?
Jean-Philippe Tanguy, diputado de RN por Somme, explicó antes de que saltará la noticia que “censuraríamos a cualquiera que arruinara aún más a Francia. Así que son muchos, sobre todo cuando juegas constantemente a ‘Parque Jurásico’, buscando fósiles que intentas resucitar. Barnier no es sólo un fósil, es un fósil en la vida política. Todo lo que ha hecho ha sido un fracaso, incluso a nivel europeo”, reprochó el político cercano a Le Pen.
Nous ne participerons pas à un gouvernement de Michel Barnier.
Nous sommes aujourd'hui dans la situation que nous avions annoncée, celle du chaos. Nous verrons bien si Michel Barnier arrive, au moins, à faire en sorte que le budget puisse être équilibré. pic.twitter.com/I9luH9xwtX
— Marine Le Pen (@MLP_officiel) September 5, 2024
La propia Le Pen explicó que iba a esperar a conocer sus políticas antes de censurarle. La líder de extrema derecha recordó que había que respetar a sus electores y que se debía reformar el sistema electoral para que sea más proporcional. Asimismo, recordó las prioridades de sus votantes (la inmigración fuera de control, la inseguridad disparada y el poder adquisitivo de los franceses) y esperaba que fueran tenidas en consideración por el nuevo Gobierno de Barnier.
Moción de censura
La Asamblea Nacional francesa consta de 577 escaños. Contra todo pronóstico, el Nuevo Frente Popular ganó la segunda vuelta, obteniendo 182 escaños, más otros 13 independientes de izquierda. En segundo lugar quedó el bloque presidencial, con 168 diputados. En tercer lugar, pese a los buenos resultados de la primera vuelta, quedó el partido de Le Pen, con 143 escaños.
Por lo que si la extrema derecha y la izquierda unen fuerzas, podrían llevar a cabo una moción de censura que tumbe al Gobierno de Barnier.