El conservador alemán Friedrich Merz y los suyos han llegado a un acuerdo con los socialdemócratas para formar un nuevo gobierno de coalición en Alemania. Seis semanas después de las elecciones y tras intensas jornadas de negociaciones, la CDU/CSU y el SPD ya tienen los detalles de su gran coalición. El nuevo ejecutivo supone un importante cambio de orientación política respecto a la coalición anterior formada por los socialdemócratas de Olaf Scholz, Los Verdes y los liberales.
En una rueda de prensa este miércoles, Merz ha dado las primeras pinceladas de su futuro gobierno. Respaldado por los líderes de la CSU y el SPD, el líder de la CDU ha señalado que “nos jugamos mucho, nos jugamos el futuro de nuestro país, nos jugamos el futuro de la gente de nuestro país y nos jugamos el futuro de Europa”.

El conservador ha destacado que con la llamada “GroKo”, se manda una “señal muy fuerte y clara para los ciudadanos de nuestro país. Y también es una señal clara para nuestros socios de la Unión Europea. Alemania tiene un Gobierno capaz de actuar y con poder para hacerlo”. Y en plena guerra comercial, en la que Alemania es uno de los países de la UE más afectados por el “arancelazo” del presidente de Estados Unidos, Merz ha reconocido que el principal mensaje para Donald Trump es que “Alemania ha vuelto al buen camino”.
Sobre las líneas maestras del futuro ejecutivo, que posiblemente arrancará en mayo, esto ha sido lo acordado por los partidos de la coalición.
- Inmigración: la coalición ha acordado restringir significativamente la reagrupación familiar de los refugiados con estatuto de protección subsidiaria. Durante dos años, estas personas no podrán traer a familiares a Alemania, con excepciones sólo en casos de extrema dificultad. Esto supone un cambio con respecto a la política anterior, que permitía un cupo mensual de 1.000 reagrupaciones familiares, informa “Die Welt”. Sin embargo, no toca el derecho al asilo, una de las líneas rojas del SPD.
- Economía: el nuevo gobierno tiene previsto introducir un “precio industrial de la electricidad”, con el fin de reducir los costes energéticos de las industrias que consumen mucha energía. Además, la coalición pretende endurecer el actual sistema de “Bürgergeld” (prestación ciudadana), introduciendo sanciones más estrictas, que podrían llegar a la retirada total de la prestación en determinados casos. Esta reforma, descrita como una “nueva seguridad básica para los solicitantes de empleo”, pretende incentivar el trabajo.
- Seguridad: un elemento clave del acuerdo de coalición es la creación de un Consejo Nacional de Seguridad en el seno de la cancillería. Este órgano coordinará la política integrada de seguridad, realizará evaluaciones conjuntas de la situación y servirá de plataforma para la toma de decisiones políticas. También se implantará un nuevo modelo, inicialmente voluntario, de servicio militar, cuyos preparativos de inscripción y control comenzarán este año.
- Integración: se suprimirá el proceso acelerado de naturalización de tres años para los inmigrantes altamente integrados, introducido por el Gobierno anterior. Sin embargo, la coalición mantendrá la reducción del periodo de espera para la naturalización estándar de ocho a cinco años, y la autorización de la doble nacionalidad.
En cuanto al reparto de carteras, los ministerios se distribuirán de la siguiente manera:
La CDU se queda con la cancillería, Asuntos Exteriores (por primera vez en 60 años), Economía y Energía, Educación y Familia, Sanidad, Asuntos Digitales y Transportes.
La CSU estará al frente de Interior, Investigación, Tecnología y Espacio, y Agricultura.
En cuanto a los socialdemócratas del SPD, liderarán los ministerios de Finanzas, Defensa, Trabajo y Asuntos Sociales, Justicia, Cooperación al Desarrollo, Medio Ambiente y Construcción. Todo apunta a que el popular ministro de Defensa, Boris Pistorius, mantendrá su cartera en el futuro gobierno.