DIPLOMACIA

Meloni cumple su parte del trato con Irán para la liberación de Cecilia Sala

La primera ministra italiana facilita la excarcelación de Mohamed Abedini, el ingeniero sueco-iraní detenido en Italia a petición de EE UU por suministrar tecnología militar a la Guardia Revolucionaria Islámica

Una fotografía facilitada por la oficina de prensa del Palacio Chigi muestra a la Primera Ministra italiana, Giorgia Meloni, durante una cumbre informal del Consejo Europeo en el Puskas Arena de Budapest, Hungría, el 8 de noviembre de 2024. EFE/EPA/FILIPPO ATTILI /PALAZZO CHIGI

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, ha cumplido su parte del trato para desbloquear la liberación de la periodista Cecilia Sala. La líder ultra facilitó la excarcelación de Mohamed Abedini Najafabadi, el ingeniero sueco-iraní detenido el pasado 16 de diciembre —tres días antes que Sala— en el aeropuerto milanés de Malpensa a petición de Estados Unidos.

El ministro italiano de Exteriores, Antonio Tajani, desvinculó los casos de Sala y Abedini, y las autoridades iraníes negaron haber detenido a Sala para presionar a Italia por el caso Abedini. Las versiones no concuerdan con la secuencia de hechos, sin embargo.

El próximo miércoles estaba prevista la celebración de una vista para discutir la puesta en libertad de Abedini, pero el ministro italiano de Justicia, Carlo Nordio, se adelantó ayer y depositó en el tribunal de Apelación de Milán que supervisaba el caso una petición para revocar la detención.

“En virtud del artículo 2 del tratado de extradición entre el gobierno de los Estados Unidos de América y el gobierno de la República Italiana, solo los delitos punibles según las leyes de ambas partes contratantes pueden dar lugar a extradición, condición que, a tenor del estado de los documentos, no puede considerarse existente”, recoge la nota del Gobierno de Meloni, que puntualiza que la acusación presentada por Estados Unidos contra el ciudadano sueco-iraní no se corresponde con ningún delito recogido en el Código Penal italiano.

Abedini estaba acusado de exportar componentes tecnológicos para los drones de fabricación iraní Shahed a la Guardia Revolucionaria Islámica. Drones que fueron utilizados en enero del pasado año en un ataque aéreo contra una base militar de Estados Unidos en Jordania, en el que murieron tres soldados norteamericanos.

Italia

La periodista italiana Cecilia Sala a su llegada al aeropuerto

Estados Unidos remitió a Italia una orden de extradición por Abedini, a quien acusa de “asociación delictiva para prestar apoyo material a una organización terrorista con resultado de muerte” y “prestación o tentativa de prestar apoyo material a una organización terrorista extranjera con resultado de muerte”.

“A día de hoy no hay elementos que respalden los cargos”, zanja el Ministerio de Exteriores de Italia, que explica que las pruebas presentadas contra Abedini solo demostraban que éste se encargaba, a través de empresas con las que operaba, de la producción y el comercio con su país de “instrumentos tecnológicos con potencial, pero no exclusiva, aplicación militar”.

“La decisión adoptada por el ministro de Justicia, Carlo Nordio, nos ha sorprendido gratamente”, confesó a la prensa Alfredo De Francesco, abogado de Abedini. “Ahora mi cliente es una persona libre y puede volver a sonreír y tener esperanza. Siempre me dijo que creía y confiaba en la Justicia”.

Meloni viajó hace dos semanas a Florida para reunirse con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, en su mansión de Mar-a-Lago. Discutieron sobre la situación de Sala, que entonces cumplía dos semanas detenida en la prisión de Evin. Tras el regreso de la periodista, Meloni ofreció una rueda de prensa en la que explicó que la liberación se gestó gracias a una “triangulación diplomática” entre Italia, Irán y EE UU, sin aportar más detalles.

Al servicio de Teherán

El ciudadano sueco-iraní, de 38 años, aterrizó el domingo en Teherán. “La detención del señor Abedini se debió a un malentendido, que se resolvió mediante el seguimiento del Ministerio de Exteriores de la República Islámica de Irán y las negociaciones entre las unidades pertinentes del Ministerio de Inteligencia iraní y el servicio de inteligencia italiano, lo que permitió su liberación y su regreso”, informó a su llegada la agencia de noticias Mizan, vinculada con el Poder Judicial iraní.

Ingeniero sueco de origen iraní, y con permiso de residencia en Suiza, Abedini fundó en 2011 la empresa Sanat Danesh Rahpooyan Aflak (SDRA). El Departamento de Justicia de EE UU considera que, a través de esa sociedad, el ingeniero ha exportado “componentes electrónicos sofisticados de Estados Unidos a Irán, infringiendo las leyes estadounidenses sobre control de exportaciones y sanciones”.