Meloni, ¿caballo de troya o aliada de la UE frente a Trump?

La primera ministra de Italia es experta en mantener dos posturas que parecen antagonistas dependiendo de la sede en donde se encuentre. Meloni rechaza el despliegue de soldados europeos en Ucrania

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, asiste a una reunión sobre la guerra en Ucrania y la seguridad europea en el Palacio del Elíseo en París, Francia, el 17 de febrero de 2025. EFE/EPA/TERESA SUAREZ

La primera ministra, Giorgia Meloni, aterrizó en París la tarde del lunes para participar en la cumbre sobre Ucrania convocada por el presidente francés, Emmanuel Macron. La prensa no tardó en notar que la última en entrar al Elíseo a la cumbre de los líderes de los gobiernos de Alemania, Reino Unido, Polonia, España, Países Bajos y Dinamarca, junto con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, el presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, y la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, es precisamente la italiana. ¿Casualidad?

La reunión pretendía definir cuál será la postura conjunta de la UE, o de la mayor parte, en los próximos días de cara a las ambiciones de Donald Trump y de Vladimir Putin de poner en marcha las negociaciones para el final de la guerra de Ucrania de manera unilateral. Los países concuerdan en que Europa debe estar en esa mesa de negociación porque la seguridad del continente está en juego y en que los países europeos tienen que invertir más en Defensa.

Enviar fuerzas de paz a Ucrania

En lo que parece que aún no están de acuerdo es en la idea de Francia de enviar soldados europeos sobre el terreno cuando haya un alto al fuego en Ucrania. Meloni rechazó la idea y subrayó que ese no es el camino a seguir. El despliegue de soldados europeos en Ucrania es considerado por la “premier” italiana un proceso complejo y una solución ineficaz.

Pero detrás de estas decisiones concretas, en París se escenifica también una lucha para identificar quién es el puente más fiable para la Casa Blanca en Europa. Y Meloni tiene miedo de poner en peligro, como líder europea, su buena relación con la nueva Administración republicana.

La sintonía con Trump

Son los franceses quienes mantienen el principal contacto con la Casa Blanca. De hecho, antes de la reunión, Macron habló por teléfono con Trump, pero Meloni es la que tiene más sintonía con él. Es la única líder de esta reunión que asistió a la toma de posesión del nuevo presidente estadounidense el pasado 20 de enero. A eso se le suma el viaje exprés a Mar-a-Lago pocos días antes para tratar la liberación de la periodista italiana Cecilia Sala que acercó aún más a los líderes.

Y por último, pero no menos importante, la conocida simpatía de la líder italiana con uno de los pilares de este nuevo Gobierno americano: Elon Musk. De hecho, una reciente interacción en X, que tiene solo algunas horas, muestra el apoyo del magnate tecnológico a la reforma de la justicia italiana que prepara Meloni. A nadie se le escapa que Musk y Meloni se siguen de cerca.

Es por eso que la reconstrucción que realiza la prensa italiana puso el acento en el lugar: París. Meloni hubiese preferido una sede más neutra, como Bruselas, que la expusiese menos. Por eso, justifican, la decisión sobre su presencia ha estado en duda hasta el final. De hecho, la confirmación oficial en su agenda, llegó a los periodistas solo en la misma mañana del lunes. A la cabeza vuelve esa frase tan famosa de una de las películas más conocidas del director italiano Nanni Moretti: “¿Se nota más si voy y estoy apartada o si no voy?”.

La líder italiana es experta en mantener dos posturas que parecen antagonistas dependiendo la sede en donde se encuentre. Esa capacidad camaleónica, que señalan los expertos, le ha permitido mover hilos en la UE cuando hasta hace poco sus críticas con Europa eran feroces, o mantenerse con un perfil más clásicamente conservador fuera de las fronteras italianas y mucho más ultra en sus políticas nacionales. Pero este equilibrio es difícil en un contexto geopolítico siempre más complejo donde cada gesto es mirado con lupa desde la mesa del Despacho Oval.