La ola conservadora y antiabortista que recorre Estados Unidos tiene un nuevo y poderoso enemigo. Melinda French Gates desveló el misterio de a qué se dedicará tras dejar la Fundación Gates y anunció que se volcará en fortalecer a las organizaciones que pelean por los derechos sexuales y reproductivos en su país, donde cada vez más estados han restringido el acceso al aborto.
Desde que hace algunas semanas se supo que French Gates dejaría la fundación que compartía con su exmarido, el magnate de la informática Bill Gates, para dedicarse a otros proyectos filantrópicos, había dudas sobre la causa a la que elegiría destinar su enorme fortuna. Las despejó en un artículo publicado en el “New York Times” este martes que ha llenado de júbilo a muchas organizaciones de mujeres.
En él, French Gates señaló como el factor que decantó su decisión a la sentencia sobre el caso Dobbs, el fallo del Tribunal Supremo que en 2022 tumbó la doctrina de Roe vs Wade que durante más de cuatro décadas había garantizado el acceso al aborto a nivel federal.
Acceso en casa, en Estados Unidos
“Si bien durante mucho tiempo me he centrado en mejorar el acceso a anticonceptivos en el extranjero, ahora en la era post-Dobbs me siento obligada a apoyar los derechos reproductivos aquí en casa”.
For decades, I’ve watched women and girls fight to get on the global agenda. It’s time women and girls set that agenda themselves.
I’m committing an additional $1 billion by 2026 to people and organizations working to advance women’s power globally. Here are some of the places… pic.twitter.com/zWSqRTBfX1
— Melinda French Gates (@melindagates) May 28, 2024
La empresaria es consciente del momento que viven las mujeres en su país y del tremendo poder de su fortuna. “Durante demasiado tiempo, la falta de dinero ha obligado a las organizaciones que luchan por los derechos de las mujeres a adoptar una postura defensiva mientras los enemigos del progreso juegan al ataque. Quiero ayudar a equilibrar el partido”.
Como parte de su acuerdo de divorcio con Bill Gates recibió 12.500 millones de dólares de la Fundación Gates y no ha tardado en encontrar qué hacer con ellos ni con otra gran cantidad de dinero de la que dispone en un momento en que muchas estadounidenses sienten que se están recortando sus derechos y libertades.
Mil millones hasta 2026
Su nueva organización, Pivotal Ventures, dedicará 1.000 millones hasta 2026 a la defensa de los derechos de las mujeres en todo el mundo. 200 de ellos serán ayudas directas a organizaciones dedicadas a este objetivo, especialmente en Estados Unidos. French Gates denuncia que su país sufre una de las tasas de mortalidad materna más altas entre las economías avanzadas y se ha resuelto a apoyar a los colectivos que combates este y otros problemas de las mujeres.
Uno de los destinatarios será The 19th, un medio de comunicación sin ánimo de lucro dedicado a informar sobre temas de género. Su jefa ejecutiva, Emily Ranshaw, se mostró exultante tras la noticia. En una publicación en X, dijo: “Pellizcadme. A veces los sueños se hacen realidad”.
Pinch me: @melindagates and @pivotalventures
are making a multi-million dollar gift to @19thnews
— part of her billion-dollar initiative to advance gender equity. https://t.co/xdBON8eOB2— Emily Ramshaw (@eramshaw) May 28, 2024
Otra de las organizaciones que va a verse muy fortalecida por la ayuda de French Gates será el Instituto para la Investigación de Políticas de Mujeres, que dijo que dedicará los nuevos recursos a avanzar en su trabajo para mejorar la salud de las mujeres en todo Estados Unidos y reducir la brecha salarial de género.
French Gates aseguró que está experimentando nuevas fórmulas para potenciar el impacto benéfico del dinero que destina a proyectos filantrópicos y que había elegido un grupo de una docena de líderes influyentes a los que entregará fondos para que los hagan llegar directamente a las organizaciones de defensa de salud de mujeres y niñas cuyo trabajo consideren más valioso. En esa lista de líderes figuran nombres destacados como los de la ex primera ministra de Nueva Zelanda Jacinda Ardern y la activista afgana por el derecho a la educación de las niñas Shabana Basij-Rasikh.