Reportaje

La esperada reaparición de Melania Trump

La ex primera dama participa en un acto de recaudación en Mar-A-Lago y da el pistoletazo de salida a una mayor involucración en la campaña de Trump a la Casa Blanca

Donald y Melania Trump
El expresidente Donald J. Trump y la ex primera dama Melania Trump en Florida Efe

Después de mucho tiempo alejada de los focos, la ex primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, reapareció este sábado en un acto de captación de fondos para la candidatura presidencial de su marido, Donald Trump, en la residencia de Mar-a-Lago, en Florida.

Melania Trump, que ha mantenido un perfil bajo y ha hecho escasas apariciones públicas desde que el matrimonio que forma con Donald Trump dejó la Casa Blanca en 2021, ha lanzado últimamente un goteo de mensajes con los que apunta a una mayor implicación en el nuevo intento de su marido por ser elegido presidente.

En la víspera del acto de Mar-A-Lago, hizo un llamamiento a la unidad de los estadounidenses en un momento en que la percepción de Trump como responsable de la polarización reinante en el país puede perjudicar sus perspectivas electorales.

Valores conservadores

“Debemos unirnos en nuestros esfuerzos por establecer una sociedad en la que la igualdad sea la experiencia diaria de todos los estadounidenses”, afirmó, un mensaje ideal para los “Log Cabin Republicans”, el grupo de simpatizantes del Partido Republicano que promueve tanto los valores conservadores como los derechos del colectivo de LGTB y organizó el evento de Mar-A-Lago.

Un sospechoso silencio

El largo tiempo de silencio de Melania Trump había alimentado las especulaciones sobre el estado de la relación de los Trump y las dudas sobre si se sumaría a apoyar la candidatura de su marido. Solo el pasado marzo, en un fugaz intercambio con reporteros, dio pistas de que su regreso a la escena pública se acercaba.

“Permanezcan atentos”, dijo entonces protegida por unas grandes gafas de sol.

Hace dos semanas los fotógrafos la captaron inusualmente animada y cordial con los invitados en otro evento de captación de fondos en la casa del millonario John Paulson en Palm Beach, Florida. Su participación estelar en el evento de este sábado confirma que la candidatura de Trump ha decidido echar mano del activo que supone Melania y que ella está por la labor.

A por el voto femenino

El regreso de Melania podría contribuir al intento de captar el voto de las mujeres en el que Trump se ha embarcado tras ver como su rival, el presidente Joe Biden, intenta explotar el endurecimiento de las leyes sobre el aborto propiciado por Trump desde la Casa Blanca con sus nombramientos de jueces conservadores para el Tribunal Supremo, y tras convertirse en el primer expresidente de los Estados Unidos acusado en un caso criminal por los pagos a la actriz porno “Stormy” Daniels.

Daniels afirma que Trump mantuvo hace años un encuentro sexual extraconyugal hace años, extremo que él niega, y el candidato le pagó a través de su abogado de entonces una fuerte suma para garantizarse su silencio durante la campaña de 2016, un asunto que puede dañar la imagen del político entre las votantes, como los problemas que tienen cada vez más estadounidenses para interrumpir sus embarazos por el endurecimiento de las leyes impulsados por legisladores republicanos en diferentes estados.

Conscientes de que el voto femenino fue una de las claves tras la victoria de Biden en 2020, la candidatura de Trump reactiva a Melania cuando faltan menos de siete meses para la elección. Sin embargo, persisten las dudas sobre el grado de su implicación.

Viejos conocidos suyos destacan que Melania es una mujer solitaria y este año sufrió el golpe de la muerte de su madre, a la que estaba muy unida. Y su hijo Barron termina este año el colegio, lo que, como sucede en muchas familias de Estados Unidos, implicará que pronto dejará el hogar familiar para irse a vivir y estudiar en la universidad.

Algunas de sus apariciones de años anteriores le granjearon críticas, como cuando visitó un centro de acogida de menores inmigrantes cerca de la frontera con México vestida con una chaqueta que decía “En realidad, no me importa, ¿a ti?”, o cuando leyó un discurso en la Convención republicana que incluía pasajes enteros copiados de uno pronunciado años atrás por Michelle Obama.

“Vetar a periodistas”

Sus circunstancias familiares y los reveses sufridos en el pasado llevan a Mary Jordan, autora de una biografía de Melania Trump, a pensar que solo se dejará ver en eventos en los que “pueda decidir quién está en la sala y pueda vetar reporteros”, por lo que lo más probable es que se concentre en los actos de captación de fondos, precisamente algo de lo que está muy necesitado su marido, cuya candidatura cuenta con muchos menos recursos que la de Biden y se ve lastrada por los altos gastos legales derivados de las numerosas causas judiciales en las que tiene que defenderse.

A pocos días de cumplir 54 años, 23 menos que su marido, Melania tiene una vida y un currículum muy distinto del de Jill Biden, la actual primera dama, que tiene una larga trayectoria universitaria y como docente. Nacida en Eslovenia cuando aún formaba parte de la extinta Yugoslavia, desarrolló una carrera como modelo antes de emigrar a Estados Unidos en 1996, donde conoció a Donald Trump, con quien se casó en 2005. El cuidado del hijo de ambos, Barron, fue su ocupación principal y casi exclusiva hasta que su marido ganó las elecciones de 2016 y la pareja se trasladó a la Casa Blanca, donde, como primera dama, intentó impulsar iniciativas centradas en la atención a infancia.