Legislativas en Francia

Mbappé, el insólito rival de Le Pen en las elecciones

Arranca la campaña en Francia con un inesperado contrincante para los ultras liderados por Le Pen. Al capitán de la selección francesa, en plena Eurocopa, se le unen otros 160 deportistas de élite

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Mbappé y Le Pen KiloyCuarto

La campaña para las legislativas francesas empieza oficialmente este lunes con un rival inesperado contra la ultraderecha de Marine Le Pen, favorita en los sondeos. El capitán del equipo nacional de fútbol Kylian Mbappé, en plena Eurocopa, llamó a los jóvenes a votar contra “los extremos [que] pueden llegar al poder”, durante una rueda de prensa. Sus declaraciones han encendido la cólera de la Agrupación Nacional: “Mbappé está fracturando al país”, contestó el portavoz del partido, Andréa Kotarac.

“Somos ante todo ciudadanos”, afirmó el campeón mundial Mbappé. No es poco para uno de los jugadores más conocidos del mundo en un deporte donde la discreción es la norma cuando se trata de política. A poco más de un mes de su previsible estreno en el césped del Bernabéu, la fecha que le interesa de momento es la del 7 de julio, cuando se celebrará la segunda vuelta de las elecciones legislativas tras la disolución de la Asamblea. “Espero que (…) sigamos estando orgullosos de llevar la camiseta de la selección francesa el 7 de julio”, declaró. El camisa 10 jugó este lunes en la fase de grupos de la Eurocopa contra la selección de Austria, otro país en el que la derecha populista del Partido de la Libertad de Austria ha ganado las europeas (con un 27 % del voto). La Francia de Mbappé, por cierto, venció 0-1.

Mbappé en el PSG - Deportes

Kylian Mbappé durante su época en París

De madre argelina y padre camerunés, el delantero estrella del Paris Saint-Germain durante siete temporadas destacó sus valores de “diversidad, tolerancia y respecto”, al parecer incompatibles con el proyecto nacionalista y anti-inmigración de los ultras de la Agrupación Nacional. Mbappé se crió en la “banlieue” de 53.000 habitantes de Bondy, en Seine-Saint-Denis, un departamento a las afueras de París que acumula altas tasas de inmigración, desempleo y violencia.

Ante tanto revuelo, el portavoz del partido le contestó en una cadena de televisión: “Pagué muy caro mi billete para ver jugar a Mbappé en el Parque de los Príncipes, y ahora estoy muy decepcionado”. Según Kotarac, el futbolista “está fracturando al país”.

El ‘frente’ de deportistas

Mbappé no está solo. A él se suman otros colegas de la selección, los delanteros Ousmane Dembélé (París Saint-Germain) y Marcus Thuram (Inter de Milán). Un día antes, el mensaje de Marcus, hijo de la leyenda Lilian Thuram (campeón del mundo de 1998 y hoy activista contra el racismo), ha sido claro como el agua: “Tenemos que luchar a diario para que esto no vuelva a ocurrir y para que la RN no pase”.

La Federación Francesa de Fútbol se apresuró para reforzar el tono de neutralidad, en vano. Incluso el entrenador de la selección, Didier Deschamps, dijo comprender la situación y que no iba a censurar a sus atletas.

No es la primera vez que una estrella del fútbol galo se posiciona políticamente. En 2017, Zinedine Zidane, entonces entrenador del Real Madrid y autor de dos de los tres goles contra Brasil que dieron a Francia su primera victoria en el Mundial de 1998, hizo un llamamiento a “evitar en la medida de lo posible” al Frente Nacional en la segunda vuelta de las presidenciales. La candidata Marine Le Pen le contestó: “Con lo que gana, entiendo que vote a Macron”, en referencia a la política liberal de su rival, exbanquero de negocios.

En la Francia de los Juegos Olímpicos, no es solo el fútbol el que se implica en la política. En otra frente, corriendo contra el tiempo en unas legislativas polarizadas que cuentan con apenas tres semanas de campaña, 160 deportistas suscribieron un artículo contra la extrema derecha publicado este lunes en L’Équipe. Entre ellos, la tricampeona olímpica de atletismo Marie-José Perec y la extenista Marion Bartoli, ganadora de Wimbledon en 2013.

Todavía es temprano para medir el impacto de dichas declaraciones. Pero estas se dirigen a un público con potencial electoral: los jóvenes. La ola deportista intenta llegar a la franja tradicionalmente más abstencionista. En las últimas europeas, la abstención entre los 18-24 años rozó el 60%, y entre los 24-34 años, el 65%, según el instituto Ipsos. En contraste, el 71% de los mayores de 70 años acudieron a votar en las mismas elecciones.

Campaña en alta velocidad

En las próximas tres semanas se juegan los 577 escaños en la Asamblea, tras la disolución el 9 de junio, cuando la lista apoyada por Emmanuel Macron y encabezada por Valérie Hayer terminó las europeas en el segundo puesto, con un 14,6 % de los votos. Jordan Bardella, el delfín de Marine Le Pen, ya se proyecta como primer ministro en el caso de que su partido salga vencedor en el escrutinio de 30 de junio y 7 de julio.

La campaña en alta velocidad tuvo como efecto una gran coalición de las izquierdas en el Nuevo Frente Popular, que une La France Insoumise (LFI), socialistas, ecologistas, comunistas y otros micro partidos anticapitalistas. Buena noticia para la agenda feminista, ya que por fin sale de escena Adrien Quatennens (LFI), condenado el 2022 por violencia de género contra de su entonces esposa. El niño bonito de Jean-Luc Mélenchon acabaría renunciando a la coordinación del partido en el mismo año, pero el apoyo de los barones fue suficiente para que él no abdicara de su puesto de diputado.

Ahora, la indicación de su nombre para concurrir en el Norte, aunque contase con el apoyo de Mélenchon, se chocó con voces del Nuevo Frente Popular. Quatennens acabó renunciando a la idea. Céline Piques, miembro del movimiento Alertes féministes, que agrega 130 asociaciones de mujeres contra la ultraderecha, ha celebrado la decisión. “Esta exigencia de ejemplaridad se aplica a todos los partidos”, afirmó, en referencia a otros nombres involucrados en sospecha de violencia machista.

En el campo conservador, el Partido Republicano todavía recoge los añicos tras el terremoto protagonizado por el presidente Eric Ciotti, quien anunció un acuerdo con la Agrupación Nacional, rival histórico de Jacques Chirac. Ciotti ha sido expulsado del partido por los dirigentes, pero recurrió a los tribunales y la contienda legal sigue sin solución. Mucho ruido y pocas nueces: la alianza con Le Pen le brindará con apenas un 11% de candidatos indicados por él. Entre ellos, algunos salieron de los republicanos, pero también de la Renaissance, partido de Macron. Mientras tanto, la mayoría macronista promete no postular candidatos en más de sesenta distritos electorales como estrategia para formar alianzas.