La fugaz reaparición de Lalla Salma, la ‘princesa fantasma’ de Marruecos

Cinco años después, la exesposa de Mohamed VI fue vista en público la semana pasada en la isla griega de Mikonos acompañada por sus hijos

Marruecos

Lalla Salma, la "princesa" fantasma de Marruecos Efe

Más de cinco años después de haber sido fotografiada por última vez, quien fuera esposa del rey Mohamed VI y princesa de Marruecos, Salma Bennani –Lalla Salma—, de 46 años, ha vuelto a ser vista en público hace apenas una semana paseando relajadamente por las calles la isla griega de Mikonos junto a sus dos hijos, el príncipe Mulay Hasán (21 años) – el heredero al trono alauita— y su hija la princesa Lalla Jadiya (17 años).

El milagro de la reaparición ha sido obra de la cadena Mykonos TV, que tuvo acceso a dos vídeos: uno en el que un avión de la compañía de bandera marroquí, Royal Air Maroc, aterriza en el aeropuerto de la isla el 5 de julio y otro en que se puede apreciar a la exesposa del monarca acompañada por sus vástagos en las calles de la citada isla griega acompañada por un nutrido séquito de personas.

Como lo ha sido su prolongada evaporación de la vida pública, la noticia de la reaparición (que no ha sido un acto deliberado) ha pasado ampliamente desapercibida para los medios y agencias de comunicación oficiales y no oficiales del país norteafricano, para los cuales la exesposa de Mohamed VI dejó prácticamente de existir desde antes de la separación, que se produjo en 2018.

El 26 de febrero de aquel año, una imagen daba la vuelta a Marruecos: un Mohamed VI convaleciente en una cama de hospital -tras haber sido sometido a una operación cardíaca— acompañado por su familia al completo: sus hermanos y hermanas y sus hijos. Pero en ella no estaba la que había sido su compañera durante casi dos décadas. Sin embargo, a pesar de la ausencia de Lalla Salma en aquella instantánea tomada en un centro médico parisino, el Palacio Real marroquí solo confirmó la separación —y divorcio— en 2019 a través del abogado del rey en la capital francesa y casi de pasada.

Si en Marruecos el paradero de Salma Bennani ha sido un misterio, en cambio, ha sido habitual ver publicadas durante todos estos años amplias coberturas informativas en medios franceses, belgas o españoles, casi siempre encabezadas por el recurrente ¿qué ha ocurrido con la princesa Lalla Salma? ¿Dónde está la ex esposa del rey?

Lo cierto es que para encontrar el último acto oficial de Lalla Salma hay que remontarse al día 12 de diciembre de 2017, cuando la princesa cursó visita oficial al Museo Mohamed VI de Arte Moderno y Contemporáneo de Rabat. Fue en abril de 2019 cuando pudo verse a la exesposa del monarca en una cena con su hija y algunas amigas en Marrakech. También aquel año, pero en Nueva York, fue fotografiada yendo de compras con sus hijos. Su residencia habitual es un misterio, pero se da por hecho que pasa gran parte del año en Rabat, donde residen sus hijos, después de que la expareja saliera al paso de los rumores de que estaba retenida y no podía ver a sus vástagos.

Un cuento de hadas

Mohamed VI y Lalla Salma —que mereció de la prensa local e internacional el apelativo de ‘princesa del pueblo’ por su sencillez y orígenes ajenos a la aristocracia— formaron un feliz tándem capaz de proyectar una imagen moderna de una monarquía tan tradicional como la marroquí. El contraste entre la imagen de la joven y bella pareja y la que proyectaba el anterior monarca, Hasán II, que siempre se mostró públicamente en solitario, no podía ser mayor. Pero el cuento de hadas duró dieciséis años.

Nacida en el seno de una familia de la burguesía de la ciudad de Fez, Lalla Salma obtuvo en la capital marroquí en 2000 el título de ingeniera de Estado en Ingeniería Informática y trabajó posteriormente en Casablanca como ingeniera en el grupo ONA, vinculado a la familia real. Posteriormente, en 2005 verá la luz la Fundación Lalla Salma para la lucha contra el cáncer, que será una de las varias iniciativas que la princesa impulsará relacionadas con la salud.

Sin duda, el mayor de los orgullos de la pareja han sido sus dos hijos, los príncipes Mulay Hasán y la princesa Lalla Jadiya. Cada vez es más habitual ver al heredero al trono participar en actos oficiales —el futuro Hasán III— acompañando a su padre o en solitario y transmitiendo la imagen de un joven moderno y preparado —se ha formado en la Facultad de Gobernanza, Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Mohamed VI Politécnica— a la vez que discreto y formal.

La fugaz reaparición de Lalla Salma ha coincidido prácticamente con el fallecimiento de otro de los misterios de la casa real de Marruecos: Lalla Latifa, madre del rey Mohamed VI. No ha sido fácil para la prensa internacional ilustrar la noticia con una fotografía de la progenitora del actual monarca; no así para la marroquí que, salvo alguna excepción, evitó mostrar el rostro de Lalla Latifa en señal de respeto y en consonancia con la tradición local.

 

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