Si hubo una mujer que logró abrirse paso en la alianza eminente masculina del Nuevo Frente Popular (NFP) en estas legislativas, ha sido Marine Tondelier. De verbo preciso y ágil, contundente cuando es necesario y diplomática, la secretaria nacional de los ecologistas, de 37 años, era la única mujer dentro de la dirección del NFP y ha terminado esta intensa campaña como una de las figuras más populares del campo progresista. Siempre vestida con su ya icónica chaqueta verde.
Este lunes, ella contó la mezcla de desconcierto y conmoción con la que su campo acogió a los sondeos publicados a cada quince minutos a partir del final de la tarde del domingo. “Cuando te preparas el discurso final para hablar a las 20:15, y que a las 19:45 empiezas a percibir que estás ganando… empecé a comprender todo el revoloteo”, declaró. En la víspera de la segunda vuelta, el NFP estaba en segundo puesto y la extrema derecha, en primero. El NFP terminaría como primera fuerza, seguido del campo presidencial de Emmanuel Macron y, en tercer lugar, la extrema derecha lepenista.
El NFP se ha dado el plazo de una semana para proponer un nombre para el puesto de primer ministro al presidente Macron. Muchos hombres figuran en las quinielas -el sulfuroso Jean-Luc Mélenchon, el más moderado Olivier Faure, el popular François Ruffin e incluso François Hollande, recién elegido diputado y presidente de Francia entre 2017 y 2022.
Avant / Après
Belle tentative de masquer ce qui pourtant saute aux yeux : ce sont encore 4 hommes qui seront demain soir sur le plateau de France 2.#OùSontLesFemmes ? pic.twitter.com/SFnji7SFT9
— Marine Tondelier (@marinetondelier) July 3, 2024
En vez de autoproclamarse candidata en la disputa, Marine Tondelier prefirió la modestia, algo tan necesario como raro en la política. “La sociedad civil es parte de la solución”, dejó caer en una entrevista de radio, sugiriendo cómo se podría formar el futuro nuevo gobierno. Vegetariana desde 2009, la dirigente repite en cada intervención que la lucha por la justicia social y medioambiental van de la mano.
Nouvelle bannière !
Marine Tondelier et moi protégés de la flotte par le parapluie géant des Avengers Autain et Brossat 💚☔️❤️ pic.twitter.com/6fpUTWgQir
— Les vestes vertes de Marine Tondelier (@VesteTondelier) July 8, 2024
El color de su ropa ha dado mucho que hablar en el país de la moda. “Cada vez que la llevo las personas se me acercan”, constató la líder de los verdes, en una entrevista en Libération. El furor ha sido tal que una fan creó una cuenta en X que generó un gran debate en las redes: “La veste verte de Marine Tondelier” (la chaqueta verde de Marine Tondelier”).
En tierras del enemigo
Su ciudad natal, Hénin-Beaumont -localidad de la antigua cuenca minera con 26.000 habitantes-, es gobernada por la extrema derecha desde hace una década. “Conozco bien sus métodos de difamación”, declaró repetidas veces en la campaña. Desde temprano, Tondelier se batió contra los ultras del entonces Frente Nacional. Esta nieta de agricultores nació, creció y vive en el departamento de Pas-de-Calais, el bastión de otra Marine, su némesis, Marine Le Pen. En 2012, mientras cantaba en el karaoke al aire libre como parte de su campaña electoral para la Asamblea Nacional, Le Pen la escuchaba sentada en la terraza del mercadillo, con una taza de rosé.
Portrait robot du futur ou de la future Premier ministre ⤵️
1⃣ Être aligné avec notre programme
2⃣ Une figure qui doit apaiser et réparer le pays
3⃣ Faire consensus
4⃣ Compétence et expérienceBeaucoup de monde coche ces critères au sein du #NouveauFrontPopulaire pic.twitter.com/BmD4bN4aeI
— Marine Tondelier (@marinetondelier) July 8, 2024
La ecologista perdió la batalla ante Le Pen en las legislativas de 2012, 2017 y 2022. Pero esas derrotas la sirvieron para crear callo. Entre la campaña 2012 y la de 2024, Tondelier se mostró lo suficientemente madura para no desgastarse con conflictos internos de la izquierda y conquistó, poco a poco, la simpatía de un público formado no sólo por militantes.
Tondelier ha sido decisiva en el último tramo de campaña, cuando toda la izquierda y el macronismo se movilizaba para impedir una mayoría absoluta del Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen. En el entonces, los sondeos llegaron a situar a Jordan Bardella, entonces candidato favorito a primer ministro, con un 35% de intención de voto.
La ecologista tildó de misógino al candidato de 28 años y presidente de la Agrupación Nacional (RN) por negarse a debatir con ella en un triangular junto con Gabriel Attal, el primer ministro macronista -que ha presentado su dimisión este lunes, aunque Macron le ha pedido que espere-.
“Demasiados momentos masculinos”
“Ya hemos tenido demasiados momentos masculinos en estas legislativas”, lanzó Tondelier, deplorando que Bardella prefiriese medirse a Mélenchon, en vez de a ella. El joven ultra alegó que el patrón del LFI era más representativo de la izquierda que Tondelier. Pero Bardella no dudó enfrentarse a Attal y a Faure en los platós.
Antes de su notoriedad de estas legislativas, la secretaría nacional pasó por su particular travesía por el desierto. A finales de 2022, encabezó el partido Los Ecologistas (sua siglaa, EELV, o Europa Ecología Los Verdes) en sustitución de Julien Bayou, quien había tenido que dimitir por acusaciones de violencia psicológica contra su antigua pareja. Este escándalo afectó la imagen de un partido que lleva también como bandera la lucha contra el machismo.
Asimismo, en las europeas de junio de 2024, Tondelier patinó en el que fue su primer test electoral de envergadura durante su mandato. Marie Toussaint, la cabeza de lista, obtuvo 5 escaños o un 5,5% de los votos, un fracaso en relación al 13% logrado en los anteriores comicios continentales de 2019. El peor resultado en treinta años no se explica solo por una idiosincrasia francesa. Los ecologistas fueron duramente impactados en el Parlamento europeo este año, y perdieron un cuarto de sus eurodiputados.