El Gobierno de Michel Barnier pende de un hilo: enfrenta una de las crisis más severas de su corta gestión como primer ministro de Francia. Con tan solo tres meses en el cargo, Barnier se ha inmolado. Ahora, Marine Le Pen, y la presión de la izquierda parlamentaria, forzará su caída mediante una moción de censura tras estar en contra de los presupuestos de 2025. Se trata de un texto presupuestario, clave para estabilizar el déficit fiscal de Francia.
Así, Barnier situó este lunes a su Gobierno minoritario al borde del abismo tras abrir la puerta de una moción de censura después de anunciar la adopción sin voto parlamentario de los presupuestos de la Seguridad Social para 2025.
Le Premier ministre vient d’actionner l’article 49.3 de la Constitution pour faire passer le budget de la Sécurité sociale.
Ce texte, comme ce Gouvernement, méritent la censure. pic.twitter.com/dcVmQiHV4Z
— Groupe Rassemblement National (@groupeRN_off) December 2, 2024
Los partidos de oposición han anunciado la moción, que será debatida con el miércoles en la Asamblea Nacional.
Las acusaciones de Le Pen
Marine Le Pen, la líder ultraderechista francesa acusó al primer ministro de rechazar el diálogo con su partido, Agrupación Nacional (RN) y anunció que votará a favor de una moción de censura para hacer caer a su gobierno el próximo miércoles.
“Le presenté nuestras líneas rojas y no ha querido aceptarlas. No podemos aceptar estos presupuestos profundamente injustos porque hacen pagar a los franceses la incompetencia de (el presidente francés, Emmanuel) Macron”, dijo Le Pen tras anunciarse una moción de censura contra el Ejecutivo.
La líder de la extrema derecha, cuyos 140 diputados son fundamentales para la supervivencia del Ejecutivo, anunció que su grupo presentará su propia moción de censura, pero que están dispuestos también a votar la que anunció la izquierda.
Un asunto urgente
En un intento por salvar su administración, Barnier cedió en algunos puntos clave. Había prometido mantener las exenciones de contribuciones sociales para los salarios más bajos y ha descartado el aumento de impuestos sobre la electricidad, dos de las principales líneas rojas marcadas por la Agrupación Nacional. “Estas decisiones no son concesiones a un partido, sino un esfuerzo por alcanzar un consenso parlamentario“, explicó Barnier en una entrevista con Le Figaro.
La situación en la Asamblea Nacional es extremadamente precaria para Barnier. Su coalición, formada por centristas y conservadores, no cuenta con una mayoría absoluta. Esto lo obliga a negociar con fuerzas de oposición como la Agrupación Nacional. Para complicar aún más el panorama, el bloque de izquierda liderado por la Nueva Unión Popular ya ha anunciado que presentaría una moción de censura si Barnier recurría al artículo 49.3 de la Constitución, una herramienta que permite aprobar una ley sin someterla a votación parlamentaria, pero que automáticamente habilita a la oposición a plantear una moción de censura.
La izquierda, con sus 193 diputados, anunció enseguida una moción de censura.
La líder del partido de extrema derecha, Marine Le Pen, junto a Jordan Bardella
El líder de la Agrupación Nacional, Jordan Bardella, dejó claro que no dudarán en votar contra el gobierno si este no satisface sus demandas. “La Agrupación Nacional activará el voto de censura a menos que se produzca un milagro de última hora”, afirmó Bardella en declaraciones a la radio RTL. Según el dirigente ultraderechista, el presupuesto presentado por Barnier va “en contra de las pequeñas empresas y de las clases medias”.
Bardella aseguró que también tiene previsto reunir a sus tropas en los próximos minutos para dejar clara su estrategia, que en el momento actual pasa por tumbar al Ejecutivo al que acusa de “despreciar al partido más votado del país”.
“No podemos apoyar estas cuentas porque van en contra de las pequeñas empresas y de las clases medias”, dijo el presidente del RN en una declaración a los medios en la que culpó al presidente, Emmanuel Macron, de la situación de “incertidumbre” que vive el país, tanto a nivel político como financiero.
Francia, desestabilizada
El impacto de esta crisis ya se siente más allá del ámbito político. La incertidumbre ha provocado una caída del índice bursátil francés CAC 40 y ha aumentado los costes de la deuda pública, con intereses que se aproximan a niveles similares a los de economías más débiles de la eurozona, como Grecia. En palabras de Barnier, la situación representa una “tormenta” económica que podría tener consecuencias graves para el futuro financiero de Francia.
Emmanuel Macron, Michel Barnier y Marine Le Pen
Barnier y Le Pen mantuvieron en los últimos días un tira y afloja que, hasta el último momento, pareció dar esperanzas de continuidad al jefe del Gobierno, pero que acabó por estrellarse contra las exigencias sin fin de la líder del RN.
El primer ministro volvió a pedir este lunes “responsabilidad” a los diputados, que ahora tienen la llave de su continuidad, y reiteró la difícil situación que atraviesa Francia, con un déficit del 6,1 % del PIB este año y necesitado de una cura de austeridad para situarlo en el 3 % en 2029 tal y como se ha comprometido ante Bruselas.