La imagen de Zoom muestra a la líder opositora venezolana, María Corina Machado, en lo que ella misma llama “unas fachas, porque la entrevista es para un medio escrito y no para la televisión”; y se señala la camiseta beige que lleva (“ni siquiera me puse camisa”), una prenda que ciertamente se ve muy cómoda y que usa debajo de una chaqueta de lino del mismo tono. Está sentada en un sofá ancho, como cubierto por una tela clara, pegado a una ventana por donde entra luz natural, una luz blanca y radiante. Lleva un maquillaje sobrio, como es habitual, unas solitarias perlas como pendientes y el cabello más largo que de costumbre.
Se la ve relajada y sonriente. Desde luego, mucho más serena y aplomada que en los días posteriores al secuestro del que fue víctima el 9 de enero de 2025, cuando salía en moto de la concentración hecha en Caracas un día antes de la toma de posesión de Nicolás Maduro para un tercer mandato, (en esta ocasión, probadamente ilegal), para exigir el respeto a la voluntad popular expresada en las elecciones del 28 de julio.

María Corina Machado durante su intervención en las protestas de enero
Machado está de vuelta
En las semanas que siguieron a aquel episodio, algunos de cuyos detalles siguen sin conocerse, Machado se veía seria y hasta tensa. El día de esta entrevista, el jueves 14 de marzo, al mediodía, por el contrario, se mostró enfática y centrada, como siempre, pero además distendida y se diría que confiada. Más que nunca, da la impresión de saber algo que no divulga… algo que la conforta… algo que disfruta en su fuero interno. María Corina Machado está de vuelta pero, como el guerrero que emerge del pantano, lo hace revigorizada y en dominio de algo que antes no sabía. ¿Es así?, le pido confirmación.
El nuevo liderazgo político en Venezuela, encabezado por Edmundo González Urrutia (@EdmundoGU) y María Corina Machado (@MariaCorinaYA), sigue trabajando para hacer de nuestro país el hub energético de las Américas.
➡️ Conoce la propuesta para el sector energético presentada por… pic.twitter.com/0CT3ADELQg
— Comando ConVzla (@ConVzlaComando) March 13, 2025
-Es muy profundo, muy sensible, lo que me dices acerca de cómo cada experiencia nos va transformando. Tanto aquellas donde obtenemos la victoria, como en las que llevamos golpes. En Venezuela hemos conformado un movimiento formidable, de cuyas profundas implicaciones sociales, culturales y hasta antropológicas ni nosotros mismos, creo, nos damos cuenta. Un cambio profundo que se fue gestando desde hace muchos años; y fue haciéndose más evidente y tangible a partir del 2023 de cara al proceso de las primarias [para elegir la candidatura de oposición que se enfrentaría a Maduro un año después, que ella ganó con más 90% de los votos], que involucró una organización ciudadana y despertó un país.

María Corina Machado saluda a sus seguidores en Caracas
La evolución de la lucha de Machado
“Cada evento implicó una nueva evolución en la lucha e hizo que nos fuéramos ajustando, adaptando, aprendiendo… y también nos fortalecimos, en los términos que dices, porque en la medida en que te ponen un obstáculo, por más alto que sea, y lo superas, quedas en una posición de fuerza mayor. Las trabas, los impedimentos, los peligros, nos han exigido organización, inteligencia, estrategia, debate y, claro, reflexión personal y compromiso. Este es un movimiento que ha ido mutando. Quien lo analice hoy con criterio de hace apenas un par de meses, se equivoca. La lucha ha evolucionado y, efectivamente, yo también. Nuestra lucha es una especie de jiu-jitsu [arte marcial de lucha sin armas], en la que todo lo que hace el régimen termina fortaleciéndonos. Eso se vio con toda claridad el 29 de julio, cuando el régimen se dio cuenta de que se le había acabado la posibilidad de simulación electoral porque habían sido descubiertos y expuestos frente a los venezolanos, los militares y el mundo. Con la participación masiva en las elecciones, con el trabajo que hicimos con las actas, los obligamos a pasar a otra etapa, en la que ellos hubieran preferido no caer, esto es, la represión. Y nosotros, claro, tenemos también que adaptarnos a una nueva forma de lucha”.
Muchísimas gracias al Ayuntamiento de Madrid y al Alcalde @AlmeidaPP_ por este reconocimiento a la lucha de las mujeres venezolanas, quienes durante todos estos años han defendido con coraje, inteligencia y amor a sus familias.
Gracias, Madrid!
VENEZUELA SERÁ LIBRE! https://t.co/Lv4BWeR1wd— María Corina Machado (@MariaCorinaYA) March 7, 2025
Golpes en la vida
-El 9 de enero, sí, fue una arremetida muy dura. Ese día se hizo nítido que estábamos en una nueva fase, que implicaba formas inéditas de organización y comunicación para pasar a la ofensiva nuevamente. Yo tenía conciencia de los riesgos que corríamos todos. Era evidente: en los días días previos el régimen militarizó el país de una manera nunca antes vista, con un bombardeo comunicacional brutal y un despliegue represivo inmenso para entrar en zonas populares, sobre todo zonas populares donde donde se había registrado mucha agitación en los meses precedentes. No escatimaron abusos para evitar que la gente pudiera concentrarse.

La líder opositora, María Corina Machado, en la pantalla de Zoom
“He meditado mucho sobre lo que pasó ese día. Gracias a Dios, hubo un registro inmediato de lo que estaba pasando y se divulgó el momento en que me estaban secuestrando, así como el hecho de que se trataba de efectivos de los cuerpos de seguridad. Están perfectamente identificados, tanto sus identidades como a qué órganos de seguridad están adscritos”.
-Usted ha aludido hace unos minutos a las ocasiones en que “llevamos golpes”. ¿Es literal?
-No. Yo salí muy adolorida por la violencia con la que me arrancaron de la moto donde yo viaja, a cuyo conductor me había aferrado. Pero no fui golpeada. Esa experiencia, de la que hablaré en su momento, también me fortaleció. Sentí miedo, sí, rabia, me preocupaba especialmente qué pudiera pasar con el movimiento si ellos me neutralizaban físicamente. Hoy no me puedo mover por el país, no puedo salir del lugar donde he tenido que refugiarme, pero estoy hablando contigo y con mi equipo dirigiendo un movimiento dentro y fuera de Venezuela. Estamos llevando una operación con repercusiones en todo el mundo y estoy en conversación permanente con factores de mucha influencia. Todos los minutos de mi vida están dedicados a sumar apoyos para que Venezuela regrese a la democracia y los exiliados a sus casas y a sus familias.

María Corina Machado durante su intervención en la reunión de la ONU
Trump sabe que Maduro es un peligro
Al preguntarle si el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, puede considerarse un aliado para la agenda que ella expone, Machado dice: “En el mundo entero se está produciendo un cambio profundo y veloz, que por fuerza impactará a Venezuela. El presidente Trump ha sido enfático en que su prioridad es el bienestar de los estadounidenses, pero también ha dejado muy claro que la seguridad del hemisferio impacta la de Estados Unidos. Por otra parte, la designación de responsables en distintas áreas de su gobierno da una señal de que este entiende la complejidad de lo que ocurre en Venezuela, un conflicto prolongado con enorme impacto en toda la región y también en Estados Unidos”.

La líder opositora de Venezuela María Corina Machado en verano
-Nosotros -concluye- quisiéramos que Venezuela fuera la primera prioridad. Y no. No lo es. Pero la transición democrática en Venezuela es muy conveniente para Estados Unidos, de manera que nuestro trabajo consiste en poner esto de manifiesto e ir logrando que nuestra causa suba en la escala de las prioridades.
-¿Usted tiene contacto con Trump?
—Tengo maneras de hacerle llegar mensajes.
La mala madre
-España ha sido históricamente el puente entre Europa e Hispanoamérica -dice Machado antes de ir al grano y admitir, con muy poco entusiasmo que “el Gobierno español no ha asumido con la firmeza y la claridad que cabe esperar el hecho de que estamos frente a una tiranía que pretende robarse una elección”.

La líder opositora venezolana, María Corina Machado, visita la Basílica Menor Nuestra señora de Coromoto, durante la campaña presidencial
-Yo entiendo -dice- que una primera reacción, después del 29 de julio, se basara en exigir las actas. Pero ese periodo se acabó. El régimen no ha presentado ni un solo número. Todo el mundo sabe que les dimos una paliza. Entonces, extender esta argumentación equivale a enterrar el valor de la soberanía popular para siempre en América Latina; y aceptar que aquí los mandatarios de turno pueden hacer lo que les venga en gana. Y no pasa nada. Se lavan las manos diciendo: “Bueno, ni uno ni lo otro…”. Reconozco que he esperado de España una posición más firme frente al hecho de que Maduro se mantiene en el poder, a pesar de haber perdido las elecciones por un margen más que amplio; como también hubiera esperado alguna reacción frente a la brutal represión de los últimos meses y a las decenas de españoles presos en las mazmorras de Maduro; así como a lo que estamos viviendo en la Embajada de Argentina en Venezuela, convertida en cárcel donde están nuestros compañeros asediados desde hace un año exacto.
Los varapalos internacionales
Este reclamo lo hace extensivo a la totalidad de las embajadas acreditadas en Caracas, ninguna de las cuales se ha pronunciado frente a la cruel injusticia que la dictadura ha aplicado a los colaboradores de Machado asilados allí. “¿Dónde está el cuerpo diplomático?…”.

La líder opositora María Corina Machado durante una rueda de prensa en Caracas en verano
Y al preguntarle si la Nunciatura Apostólica ha tenido la misma actitud, ella asiente con vehemencia. “También la Nunciatura, absolutamente. No hay explicación para esto que, además no tiene precedente en América Latina”.
Machado, una mujer más en Venezuela
Escondida desde agosto, con la sola excepción de la asistencia a la concentración de protesta de enero, le preguntamos cuánto cree que podrá soportar sin ver a sus hijos, a su esposo y a su madre.
-Yo vivo un día a la vez. Y todos los días tomo la decisión de que esto no solamente vale la pena, sino que no hay nada, nada en la vida, en el mundo, que yo quisiera hacer que no sea lo que hago hoy. Que es, por cierto, lo que hacen muchas mujeres en Venezuela, luchar y enfrentarse a la adversidad separada de los suyos, arrebatados por el exilio a que los ha obligado Nicolás Maduro y su régimen criminal.