El presidente de Argentina, Javier Milei, ya está en Florida para buscar otra foto con Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos y hombre del momento del movimiento ultralibertario mundial, del que Milei es otro referente.
Es la séptima visita de Milei a Estados Unidos en el año escaso que ha pasado desde que accedió a la presidencia argentina. Esta vez acude para participar en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) que se celebra en la residencia de Trump en Mar-a-Lago, Florida, y en la que él será uno de los oradores.
Central de operaciones
Precisamente desde Mar-a-Lago se están tomando todas las decisiones del equipo de transición de Trump. En los últimos días no han dejado de desfilar políticos (y no políticos) con un denominador común: la profunda lealtad al magnate republicano.
También este lujoso resort se ha convertido en estas últimas horas en la base de los conservadores estadounidenses. Un acto para los donantes de Trump que han hecho posible que vuelva a la Casa Blanca en el que Milei es uno de los platos fuertes. Entre los oradores principales, están Matt y Mercedes Schlapp, los presidentes de la CPAC, Milei, Gordon Chang, el embajador Richard Grenell, Jim McLaughlin, Erik Prince y el ex fiscal general Matt Whitaker. Es decir, tan sólo una mujer.
“Mi presidente favorito”
La Casa Rosada difundió que ambos mandatarios tuvieron una conversación telefónica poco antes del viaje de Milei y en ella Trump lo describió como “mi presidente favorito”. No es el primer gesto de deferencia del republicano hacia el ultraliberal dirigente argentino, que pudo presumir en su cuenta de X de una fotografía con él y que últimamente ha estrechado lazos con Elon Musk, el archimillonario al que Trump acaba de colocar al frente de un departamento creado para reducir drásticamente los costes de la burocracia gubernamental.
Milei y Trump comparten su visión ultraliberal, su rechazo a los postulados de izquierda y una extraña relación con el sexo opuesto, sobre todo Trump, condenado en un juicio civil por agresión sexual a una periodista y que fue grabado contando que acostumbraba a agarrar a las mujeres por los genitales sin su consentimiento.
Milei afirmó antes de viajar que su intención es buscar un Acuerdo de Libre Comercio (TLC) con EE UU y que la afinidad entre ambos le permita conseguir que Argentina tenga mejores condiciones en la relación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), con el que el país suramericano tiene la deuda más grande del organismo.
“Nosotros podemos avanzar en mayores acuerdos comerciales con EE UU de la misma manera que estamos avanzando con China”, declaró Milei este miércoles.
La visita de Milei a EE UU será corta, porque recibirá el fin de semana en Buenos Aires al presidente de Francia, Emmanuel Macron, después viajará a Brasil para participar en la cumbre del G20 y luego recibirá, también en la capital argentina, a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.
Medidas contra la violencia de género
Milei decretó nada más tomar posesión la supresión del ministerio de la Mujer y la subsecretaría contra la Violencia de Género. También cambió el nombre del antiguo Salón de Mujeres de la Casa Rosada. Con estas medidas mostró su rechazo a la ideología de género.
Sin embargo, ambos líderes tienen mujeres que juegan un papel clave.
Milei viajó a Mar-a-Lago acompañado como siempre de su hermana Karina, a la que nombró secretaria de la Presidencia y a la que él mismo se refiere como “el jefe”. Karina Milei controla la agenda del presidente, la misma que ha habido que modificar para que acuda a la cita con Trump en lugar de a la Cumbre Iberoamericana que se celebra en Ecuador en estos próximos días.
Karina Milei mueve los hilos
Karina es considerada unánimemente una de las figuras más poderosas del Gobierno y quién verdaderamente mueve los hilos en la Casa Rosada. Una de las artífices del triunfo electoral de su hermano, esta antigua panadera reciclada en estratega política de primera magnitud tiene mucho que ver con las decisiones adoptadas por Milei. La confianza de él en ella es total, hasta el punto de que le ha encomendado la tarea de encontrar y colocar leales en La Libertad Avanza, el partido de nuevo cuño con el que llegó al poder y al que ahora se ve obligado a institucionalizar y llenar de contenido y dirigentes fiables.
Trump también tiene mujeres que juegan un papel decisivo en su equipo. Más allá de su esposa, Melania Trump, de la que en ocasiones parece distanciado, pero que no deja de aparecer junto a él en todas las grandes ocasiones, hay otros nombres femeninos que empiezan a cobrar peso en la segunda era Trump y que previsiblemente estarán en el evento de Mar-a-Lago.
Las mujeres del futuro presidente
Por encima de todo destaca el de Susie Wiles, la veterana estratega política a la que acaba de elegir como su jefa de personal cuando regrese a la Casa Blanca el próximo enero. Wiles ha sido el cerebro de la exitosa campaña electoral de Trump. “Dura, inteligente, innovadora” y “universalmente admirada y respetada”, así ha descrito Trump a una mujer que ya le ayudó a ganar también en 2016 y que fue una de las artífices del meteórico ascenso en Florida de Ron DeSantis, de quien luego se distanció.
Conocida por evitar a toda costa el primer plano, declinó cortésmente la invitación de Trump a tomar la palabra en su discurso triunfal de la noche del 5 de noviembre, cuando ya había quedado claro que había barrido a Kamala Harris en las urnas. El presidente electo confía en ella para manejar los egos de los distintos miembros de su equipo, una tarea para la que ya se ha mostrado capacitada, aunque lo más sorprendente hasta ahora haya sido su habilidad para contentar al más problemático de todos: el propio Trump.
Lara Trump, ¿senadora?
Más visible, aunque quizá no tan decisiva, es la presencia de Lara Trump. Ahora que su hija Ivana y su marido Jared Kushner, pareja que jugó un papel clave en su primer mandato, parecen más interesados en su familia y en los negocios que en la política, su nuera Lara ha ganado protagonismo. Fue una de las oradora que lo elogió en la Convención republicana de Milwaukee y suena como candidata a ocupar el asiento que ha dejado libre en el Senado Marco Rubio, designado por Trump como secretario de Estado.