La concurrencia y el entusiasmo fue creciendo en la medida en que la gente fue saliendo de sus trabajos y acercándose a la Plaza de las Cortes, frente al Congreso de los diputados, donde este miércoles estaba convocada una manifestación en apoyo a Edmundo González Urrutia. El presidente electo de Venezuela llegó el domingo a Madrid, al aceptar el ofrecimiento del Gobierno de España de alojarse en este país, después de que un juez venezolano dictó una orden de captura contra el diplomático de 75 años.
Con carteles que decían “Edmundo presidente” y consignas de “Se ve, se siente, Edmundo presidente”, discurrió la concentración, anunciada por María Corina Machado el martes, en rueda de prensa y en sus redes sociales. Muchos asistentes confiaban en que el presidente electo comparecería en la atestada plaza. No fue así. Envió un mensaje, que fue leído por su hija Carolina González: “Venezolanos, en esta hermosa manifestación, quiero ratificar el compromiso inquebrantable que asumí el 28 de julio con ustedes. Mi agradecimiento va a todos aquellos que votaron por mí y también a quienes no pudieron hacerlo por las artimañas de un Consejo Nacional Electoral que lo impidió. Hago un llamado a la comunidad internacional a redoblar los esfuerzos por la restitución de la democracia y la libertad en Venezuela. La voluntad del pueblo, expresada el 28 de julio, tiene que ser respetada. Y la haremos respetar. María Corina y yo les aseguramos que esta lucha que iniciamos continuará hasta alcanzar los objetivos que nos pusimos: Hasta el final”.
Asimismo González agradeció “al gobierno de España por brindarme apoyo y cobijo, a mí y a mi familia, en estos días tan difíciles. Compatriotas, no desmayen, que no los defraudaremos”.
El tono del texto galvanizó a los presentes. El mandatario elegido el 28 de julio con una diferencia (70 % de los votos) que las actas documentan no está en el territorio nacional, está a salvo de la garra represiva del régimen, de la cárcel, de la humillación pública a la que podrían haberlo sometido y del acallamiento (en el caso de que se hubiera resguardado en una embajada). Y lo mejor, ha ratificado su compromiso con la causa de liberación de nacional y con la república de la cual es símbolo, así como su determinación de honrar voluntad popular al juramentarse como presidente el próximo 10 de enero, como corresponde.
Carolina González estuvo flanqueada por los políticos venezolanos en el exilio, Antonio Ledezma y Leopoldo López, quienes se hicieron presentes para respaldar a Edmundo González y recordar, en palabras de Leopoldo López, que “la ruta a la juramentación del 10 de enero no es una línea recta. Está llena de obstáculos. El hecho de que el presidente electo esté fuera no significa que se pueda torcer lo que ocurrió en las urnas. Ahora Edmundo podrá hablar libremente con los países democráticos”.
“Yo estoy con María Corina Machado”
En un ambiente de alegría y emocionalidad, pulsamos las perspectivas de algunos de los asistentes (los que quisieron dar sus nombres). El comentario generalizado fue: “Yo estoy con María Corina y estoy con ella hasta el final”, “Quiero regresar a Venezuela libre”, “El mundo tiene un doble rasero, duro con las democracias y muy blanco con dictaduras, como la de Maduro y la de Cuba”.
Así, María Esperanza Gómez, de Punto Fijo, estado Falcón, tiene 30 años, y lleva dos en España. Trabaja como asistente administrativo en el Corte Inglés y tiene una cuenta de accesorios para novias. Toda su familia está en Venezuela. “Estoy aquí, en la manifestación, como todos, por la libertad de Venezuela, para exigir que se respete la democracia, nuestros derechos y la voluntad que expresamos el 28 de julio. Queremos un cambio de gobierno”, explicó.
Por su parte, Jorge Torrealba, caraqueño, de 33 años, caricaturista residenciado en Nueva York, contó a Artículo14 que salió hace ocho años con destino a los Estados Unidos. Llegó hoy a Madrid como turista. “Vine a protestar por los abusos del régimen de Nicolás Maduro. Donde yo esté, si hay una manifestación, me sumo. Y aquí estoy, recién bajado del avión. Si pudiera pedir una sola cosa, una solita… ya sabemos qué es…”, reconoció.
Andrés Solé, informático caraqueño, 28 años, lleva ya diez en España. “Venimos a ver si algún día podemos regresar al país que nos vio nacer y que más amamos. Vine porque hay unas actas, que son documentos públicos, donde puede verse que faltan cinco votos, los de mi familia; y aun así, ganamos, diez a uno. Mi consigna favorita no puedo decirla aquí”.
En la misma línea, Quico Rosón, caraqueño, lleva diez años en España. Es trabajador autónomo, en Venezuela era bancario. “Vine para apoyar a María Corina y a Edmundo”, resume.
Blas Herrera es de San Felipe, Yaracuy. Vivía en Caracas hasta hace ocho años, cuando se fue a Luxemburgo. Está en Madrid de paso y se fue con su familia a la protesta. “Estoy completamente seguro de que, en cualquier momento, Maduro va a salir del poder. Ya estamos transitando ese curso de acción que nos va a permitir regresar a la Venezuela libre, de armonía, de prosperidad, de desarrollo, la que siempre ha sido”.
“La esperanza de los venezolanos que queremos volver”
Mientras que María Alejandra Fernández, vivía en El Junquito, muy cerca de Caracas. Tiene 28 años, seis en Madrid. “María Corina Machado es una gran mujer. Es la esperanza de los venezolanos que queremos volver. Tengo fe en ella. Sé que no nos va a dejar botados. A ningún venezolano. Todos podemos contar con ella. Ella no va a soltar esa mochila. Vine para apoyarla, para que sepa que no está sola. Como también sé que el señor Edmundo está en España para seguir luchando”.
Carolina DaCosta, caraqueña de padre portugués (de Azores), nació en Venezuela. Vino a Madrid por unos meses, con sus hijos, que viven en Madrid. “Vine para exigir que en Venezuela regresen las libertades. La libertad de expresión, las libertades económicas, la de andar por las calles sin miedo y la libertad de elegir a quienes nos van a representar y a gobernar. Hasta hace unas semanas, pensé que la liberación de Venezuela estaba al alcance de la mano. Ahora no lo veo tan cerca. Pero no pierdo las esperanzas y por eso estoy aquí”.
También José Varona, aragonés residenciado en Sevilla, de 82 años, estuvo en la concentración. Vivió en Venezuela por medio siglo. “Vine a apoyar a mi querido país. Al país hermoso que me recibió y me abrió los brazos”.
Y el joven Abraham Rangel, merideño, 26 años, lleva dos años España. “Vine a la protesta para apoyar el proceso de liberación de Venezuela. Estoy consciente de que, dada la situación de Venezuela, la solución no puede ser sencilla. Yo tengo la seguridad de que vamos bien, que nuestros líderes, María Corina Machado y Edmundo González tienen las estrategias y las van adaptando en la medida que van ocurriendo cosas. Yo tengo confianza”.