La crisis política en Venezuela ha desencadenado una división internacional profunda. Gobiernos y organizaciones alrededor del mundo se posicionan ya sea a favor del presidente Nicolás Maduro o de la oposición venezolana, que sigue demandando un cambio político en el país. No obstante, hay una mayoría de países, tanto occidentales como latinoamericanos, que o bien defienden mayor transparencia e incluso la repetición de los comicios, o bien aceptan la victoria de la oposición, representada por Edmundo González Urrutia y María Corina Machado.
El último movimiento ha sido un comunicado encabezado por España y EE UU junto a la Unión Europea y otros veinte países en el que se ha reclamado el fin de la represión y se insta a Venezuela a publicar ya las actas electorales. En esta declaración conjunta que se publicó el viernes, han participado: Argentina, Canadá, Chile, República Checa, Costa Rica, Ecuador, España. Estados Unidos, Guatemala, Guayana, Italia, Marruecos, Países Bajos, Reino Unido, Panamá, Paraguay, Perú, Portugal, República Dominicana, República de Surinam, Uruguay y la Unión Europea.
Desde 2013, Venezuela ha estado sumida en una crisis económica, social y política que se ha agravado con el tiempo. La reelección de Nicolás Maduro en 2018, en unas elecciones que muchos calificaron de fraudulentas, provocó una condena internacional significativa y la autoproclamación de Juan Guaidó como presidente interino en 2019, apoyado por varios países. Sin embargo, a pesar de estos movimientos, Maduro ha mantenido el poder gracias al respaldo de sectores clave dentro y fuera de Venezuela. Lo mismo ha vuelto a suceder hace unas semanas, como se preveía.
Las últimas elecciones han vuelto a poner sobre la mesa la cuestión de la legitimidad del gobierno de Maduro. A medida que los resultados oficiales proclamaban la victoria del régimen chavista, varios líderes internacionales pusieron en tela de juicio de la veracidad del recuento. Los resultados no encajaban con las encuestas a pie de urna. De hecho, revelaban cifras radicalmente opuestas. La oposición pronto compareció ante los medios de comunicación para denunciar el fraude electoral. Y entonces comenzaron a moverse las piezas en el tablero internacional para situarse en uno u otro bando.
¿Qué países apoyan a Nicolás Maduro?
Nicolás Maduro cuenta con el apoyo firme de varios países que consideran su gobierno como el legítimo de Venezuela, pese a las acusaciones de fraude electoral y violaciones de derechos humanos.
- Rusia. Moscú ha sido uno de los principales aliados de Maduro, proporcionándole apoyo económico y militar. El gobierno ruso considera a Maduro el presidente legítimo y ha criticado los intentos de la oposición y de países occidentales de intervenir en los asuntos internos de Venezuela.
- China. Al igual que Rusia, China ha brindado apoyo financiero y político a Maduro. Pekín tiene grandes inversiones en la industria petrolera venezolana y ve en Maduro un socio estratégico en América Latina.
- Irán. La relación entre Caracas y Teherán se ha fortalecido mucho durante los últimos años. El régimen iraní ha enviado suministros críticos, incluidos alimentos y gasolina, a Venezuela cuando ésta lo necesitaba. Ambos países comparten una narrativa antiimperialista y critican la influencia de Estados Unidos en la región.
- Cuba. El régimen cubano ha sido un aliado cercano de Maduro y del chavismo. De hecho, ha llegado a proporcionarle asistencia en inteligencia y seguridad. La relación entre ambos países es histórica y ha sido fundamental para la estabilidad del gobierno de Maduro.
- Turquía. Aunque menos visible que otros aliados, Turquía ha respaldado a Maduro diplomáticamente. Ankara ha defendido la soberanía de Venezuela en varios foros internacionales y ha establecido acuerdos comerciales con el país.
¿Qué países reconocen la victoria del candidato de Corina Machado, Edmundo González, abiertamente?
La reciente controversia electoral ha llevado a varios países a reconocer a Edmundo González Urrutia como el legítimo presidente de Venezuela, desafiando abiertamente la proclamación de Maduro:
- Estados Unidos. El gobierno de Joe Biden ha declarado que existen pruebas abrumadoras que confirman la victoria de González. Washington sigue siendo uno de los críticos más fuertes de Maduro y ha apoyado consistentemente a la oposición.
- Argentina y Uruguay. Bajo el liderazgo de Javier Milei, Argentina ha reconocido a González como el ganador legítimo. Uruguay se ha sumado a este reconocimiento, al igual que otros países sudamericanos.
- Perú, Ecuador, Panamá y Costa Rica. Estos países han respaldado a González, argumentando que Maduro no obtuvo la mayoría de los votos y exigiendo una revisión independiente de las actas electorales.
La postura de países que buscan una solución negociada
Frente a esta polarización, algunos gobiernos han optado por abogar por una solución negociada y transparente:
- Chile. Gabriel Boric ha pedido transparencia en el proceso electoral, sin reconocer de inmediato a ningún ganador. Chile ha instado a que se publiquen todas las actas para garantizar la legitimidad del proceso.
- España y México. Ambos países han insistido en la necesidad de resolver las controversias electorales a través de medios institucionales y han evitado tomar partido de manera abierta, favoreciendo un enfoque de diálogo y negociación.
El caso de Brasil y Colombia es particularmente sensible. Tanto el gobierno de Lula como el de Petro están en la cuerda ideológica de Nicolás Maduro. O, al menos, más cerca del chavismo en términos estrictamente políticos. Sin embargo, ambos gobiernos han puesto en tela de juicio su última victoria electoral en Venezuela. Tras pedir mayor transparencia, un recuento sincero y la presencia de observadores internacionales con la capacidad de observar realmente todo el proceso electoral, ahora Lula y Petro defienden la posibilidad de repetir las elecciones. Una posibilidad que también defendió la administración Biden, pero que después matizaron desde la Casa Blanca.