Aspirantes

Luisa González y Andrea González, las dos únicas candidatas a las presidenciales en Ecuador

De los 16 candidatos que concurren a las presidenciales ecuatorianas sólo hay dos mujeres. Pero ellas han logrado colocarse en los cuatro primeros puestos

Ecuador
Andrea González y Luisa González, las únicas candidatas de las elecciones presidenciales en Ecuador EFE/KiloyCuarto

Este domingo hay elecciones presidenciales en Ecuador. En total, se presentan 16 candidatos, pero sólo dos son mujeres. A diferencia de países como Estados Unidos, en Ecuador, el candidato más longevo tiene 67 años y el más joven, el actual presidente Daniel Noboa, 37. Asimismo, ya ha tenido a su primera presidenta, Rosalía Arteaga Serrano, aunque sólo ocupó el cargo durante unos días en 1997.

En estos comicios, con sólo el 12,5% de candidatas femeninas, los ecuatorianos podrán elegir entre un amplio abanico con 16 posibilidades, pero lo cierto es que ellas han logrado colocarse en los cuatro primeros puestos, según los últimos sondeos.

Así, de acuerdo con la encuestadora Ipsos, el 45,3% de los votantes se decantará por el presidente Noboa, seguido de Luisa González, con el 31,3%. En tercer lugar, estaría Andrea González, con un 5,1%, por delante de Leonidas Iza (2,4%)

A continuación, quiénes son Luisa González y Andrea González, las únicas candidatas a las presidenciales de Ecuador.

Luisa González

La segunda oportunidad del correísmo para llegar a la presidencia

Luisa González, de 47 años, es la abanderada del Correísmo. La política aspira de nuevo a la presidencia de Ecuador. Tan sólo dos años después de una ajustada derrota, se enfrenta a las cruciales elecciones del domingo, con la esperanza de recuperar el fervor que impulsó a la coalición de izquierdas de Rafael Correa al poder durante más de una década. ¿Tendrá más éxito este segundo intento?

Luisa

La candidata a la Presidencia de Ecuador por el partido Movimiento Revolución Ciudadana, Luisa González, pronuncia un discurso en su cierre de campaña este jueves, en Guayaquil

González, abogada de formación, ascendió en el Gobierno de Correa y llegó a ser miembro de la Asamblea Nacional. Su programa de campaña, que se hace eco de las políticas populistas de su mentor, se centra en los programas de bienestar social, el nacionalismo económico y el refuerzo del control estatal sobre sectores clave. Promete invertir lo que considera políticas neoliberales aplicadas por sucesivos gobiernos, haciendo hincapié en el aumento del gasto en educación, sanidad e infraestructuras.

Esta plataforma resuena en un segmento de la población que aún siente nostalgia de la era de Correa, marcada por una importante reducción de la pobreza y la inversión social, aunque también acompañada de críticas a las tendencias autoritarias y la supuesta corrupción. González utiliza hábilmente el legado de Correa como una poderosa herramienta de campaña, invocando su imagen y sus políticas para galvanizar a su base.

Sin embargo, las elecciones de 2023 demostraron los importantes retos a los que se enfrenta. Aunque se aseguró una parte considerable de los votos, al final se quedó corta, lo que puso de manifiesto la existencia de un segmento creciente del electorado que desconfía del pasado del correísmo y de sus posibles implicaciones para el futuro. El asesinato de Fernando Villavicencio, un destacado candidato anticorrupción, sacudió aún más el panorama político, lo que pudo influir en la elección de los votantes.

El actual clima económico también ensombrece las posibilidades de González. Ecuador lucha contra una inflación y un desempleo elevados, problemas que podrían inclinar a los votantes hacia candidatos más orientados al mercado. Los críticos sostienen que las políticas que propone podrían agravar estos problemas y ahuyentar a segmentos cruciales de la clase media.

Aunque González cuenta con el apoyo inquebrantable de la base leal del correísmo, su capacidad para ampliar su atractivo más allá de ese núcleo sigue siendo una cuestión crítica. Su campaña ha intentado abordar esta cuestión, presentando una imagen más moderada, muy religiosa, y haciendo hincapié en la unidad nacional, pero está por ver si esta estrategia bastará para asegurar la victoria.

De momento, llega en una segunda posición y si a Noboa le castiga el electorado, podría pasar a segunda vuelta. Las elecciones del domingo pondrán a prueba la resistencia del correísmo y la capacidad de González para desenvolverse en un panorama político complejo, marcado por la violencia y la incertidumbre económica.

Andrea González

La voz ecuatoriana contra la corrupción

La candidata Andrea González, de 37 años, ha hecho una fuerte campaña electoral, centrando su mensaje contra la galopante corrupción en Ecuador. González saltó a la primera línea de la política en 2023, cuando asesinaron brutalmente a su compañero de fórmula, Fernando Villavicencio, al salir de acto de campaña en agosto. Ella sucedió al carismático político y quedó en tercera posición.

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La candidata a la presidencia de Ecuador por el Partido Sociedad Patriótica (PSP), Andrea González Nader

En los comicios de este domingo, las encuestas también le otorgan el tercer puesto.

Su juventud y su condición de outsider, aunque pueden ser un punto débil en un país a menudo dominado por familias políticas establecidas, también podrían ser un punto fuerte. La ingeniera ha sabido aprovechar la creciente ola de votantes jóvenes desilusionados con la política tradicional y cada vez más preocupados por el lastre de la corrupción y el cambio climático. Su único cargo en el sector público es el de especialista ambiental del Municipio de Guayaquil, en 2022.

Pero el panorama político ecuatoriano es complejo, moldeado por poderosas fuerzas históricas y arraigados intereses económicos. Su condición de candidata relativamente desconocida, en comparación con otros candidatos más conocidos y con maquinarias políticas consolidadas, supone un obstáculo importante.

La candidata de Sociedad Patriótica, que apuesta por la lucha contra la corrupción y la sostenibilidad, y está fuertemente protegida por las Fuerzas de Seguridad. A pesar de que asesinaran a su compañero de “ticket”, ella nunca quiso dejar la política. Lo que sigue haciendo, al igual que hacía Villavicencio, es criticar a Rafael Correa y sus años en el Gobierno. Asimismo, González apuesta por reducir los ministerios de 20 a 10 y reducir el tamaño del Estado.

Este domingo se verá si sus apuestas y su duro mensaje contra la corrupción en Ecuador cala entre los votantes ecuatorianos.

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