Reino Unido vota

Los laboristas acarician una “supermayoría” histórica

Los británicos votan hoy en unos comicios que devolverán el poder a los laboristas después de 14 años de hegemonía conservadora

Starmer
El líder del Partido Laborista, Sir Keir Starmer, llega a su colegio electoral junto a Victoria Starmer EFE

En las elecciones generales en Reino Unido que se celebran este jueves, no se esperan grandes sorpresas. Todos los sondeos apuntan a una victoria del Partido Laborista. Lo que habrá que analizar tras los resultados es cómo de grande ha sido el batacazo de los conservadores este 4-J y si las filas de Keir Starmer logran una “supermayoría”.

Prácticamente todos los sondeos pronostican una entrada triunfal de los laboristas en Westminster. Si se cumplen algunos de los vaticinios de las encuestas estaremos ante un “tsunami”, un “corrimiento de tierras” y a los ‘tories’ en “peligro de extinción” como apuntan los titulares de la prensa británica estos días. Por cierto que, medios tradicionalmente conservadores de Reino Unido -desde el sensacionalista “The Sun”, pasando por “The Economist” y hasta el “Financial Times”- han dado su apoyo a los laboristas en sus editoriales.

Si el Partido Laborista logra los 425 escaños (de los 650 en liza) que algunos sondeos -como el de YouGov- le otorgan, estaremos ante la mayoría más amplia del laborismo desde 1924. Por el contrario, los conservadores podrían quedarse con apenas 108 parlamentarios, convirtiéndose en su peor resultado desde 1906. En aquellas elecciones, los ‘tories‘ perdieron 246 escaños. Hoy, las encuestas apuntan a que la caída será de unos 196 parlamentarios.

Sunak hace las maletas

Es más, hasta está sobre la mesa que el actual primer ministro, el conservador Rishi Sunak, pierda su circunscripción de Yorkshire. Según informa “The Guardian“, sería el primer líder en ejercicio que perdería su escaño. En 2019, Sunak ganó en Richmond y Northallerton con más de 27.000 sufragios y el 63% de los votos.

Y mientras el “premier” sopesa volver al sector financiero, Starmer ya tiene la mudanza hecha para trasladarse al número 10 de Downing Street. 

“El Partido Laborista se encuentra ahora en una posición muy fuerte y todas las encuestas indican que formarán un gobierno mayoritario el 5 de julio con Sir Keir Starmer como próximo primer ministro británico”, explica a Artículo14 la experta en Laborismo, Catherine Ellis. “Los laboristas parecen ser el partido cuyas prioridades reflejan los valores del pueblo británico. También, el partido con políticas más viables para abordar las principales cuestiones que preocupan a los votantes británicos, como el coste de la vida y la inflación, la asequibilidad de la vivienda, la gestión económica, la financiación de la sanidad pública (el Servicio Nacional de Salud) y la educación”, apunta Ellis, que es profesora en la Facultad de Historia de la Universidad Metropolitana de Toronto.

La experta no tiene dudas, “llegados a este punto, está claro que el Partido Laborista formará el próximo gobierno en Reino Unido. La única cuestión es cuál será la magnitud de la victoria laborista”. Ellis describe que en el sistema electoral británico de mayoría relativa, un partido político debe obtener 326 de los 650 escaños de la Cámara de los Comunes para formar un gobierno mayoritario. Y todos los indicios -desde 2022- auguran que “el Partido Laborista va camino de ganar mucho más de 326 escaños, probablemente bastante más de 420 escaños”.

Cabe recordar que en los comicios de 2019, “los laboristas obtuvieron solo 203 escaños, por lo que el aumento del tamaño de la victoria laborista este 4 de julio será muy significativo”. Si bien es cierto que la popularidad de los de Starmer ha caído un poco esta semana, “el partido sigue teniendo una ventaja dominante“. Asimismo, la experta destaca el peligroso umbral bajo el que caerían los conservadores si se desploman por debajo de los 110 diputados (tenían 365 diputados en 2019).

La estrategia y la moderación de Starmer

Para ella, Sir Keir Starmer ha sido un líder muy eficaz del Partido Laborista desde 2020, cuando sustituyó a Jeremy Corbyn. “Starmer ha purgado a los elementos de la izquierda más dura dentro del Partido Laborista que estaban asociados con Corbyn, al tiempo que ha mantenido el apoyo de los votantes de izquierda. Ha trabajado para unir al partido y presentar una imagen más moderada y sensata que refleje las prioridades de los votantes actuales, como la inflación y el coste de la vida, la asequibilidad de la vivienda y la crisis de la sanidad pública, y es partidario de estrechar las relaciones entre Gran Bretaña y la UE sin revertir el Brexit”. Así, argumenta Ellis, “los conservadores ya no pueden contar con el apoyo de las personas que votaron “Leave” en el referéndum del Brexit en 2016. El Partido Laborista parece ahora muy elegible, incluso para muchos votantes que eligieron a los conservadores en 2019″.

Al preguntarle si se teñirá el mapa de rojo y si volverán a ganar en sus bastiones históricos, la profesora indica que las encuestas auguran que “los laboristas han recuperado muchas de sus zonas tradicionales de apoyo, como las regiones septentrionales y desindustrializadas de Inglaterra conocidas como el “Muro Rojo”, y han recuperado terreno al Partido Nacional Escocés (SNP) en Escocia”.

Sobre el perfil del votante, Ellis asevera que los laboristas son la fuerza más popular entre los votantes más jóvenes (menores de 35 años) y entre las mujeres. Por ejemplo, el partido Reform UK, del polémico Nigel Farage, y “muy contrario a la inmigración, es más popular entre los hombres, sobre todo los de más edad, pero el apoyo general a Reform UK es muy reducido”.

Organización y unidad en el laborismo

Sobre los asuntos que más dividen a los votantes laboristas, la profesora enumera los problemas internos del partido: las acusaciones de antisemitismo y las cuestiones políticas como su posición sobre la disuasión nuclear británica. Sin embargo, y aquí está la clave de su éxito este 4-J, “dan la impresión de estar mucho más organizados y unidos que los conservadores, que no tienen un historial sólido para hacer campaña tras 14 años en el gobierno: Gran Bretaña no es un lugar mejor para vivir en 2024 que cuando los conservadores fueron elegidos en 2010″.

El Partido Laborista parece mucho más serio, capaz de formar “un gobierno viable”, mientras que Starmer “se presenta como un futuro primer ministro fuerte. Esas imágenes importan mucho a los votantes británicos. Los valores del Partido Laborista parecen alinearse mucho más con los valores de los votantes británicos que los de los conservadores”, concluye la experta.

Pobreza y desigualdad

Los británicos que sufragarán este jueves por el Partido Laborista lo hacen porque “consideran que las políticas laboristas en cuestiones clave son más convincentes que las políticas conservadoras”.

Tras 14 años de hegemonía ‘tory’, los votantes van a entregar el poder al laborismo. “El historial del Gobierno conservador en el poder durante los últimos 14 años también perjudica el apoyo de los conservadores: la pobreza y la desigualdad han aumentado, la inflación es alta, el resultado del “Brexit” no ha sido muy favorable para Gran Bretaña y los conservadores han perdido la confianza del público por escándalos como el “Partygate” (el ex primer ministro Boris Johnson organizando fiestas durante la pandemia), destaca Ellis.

En suma, “la vida de la gente no ha mejorado bajo el Gobierno conservador desde 2010 y los votantes dicen que confían más en los laboristas que en los conservadores para solucionar los problemas que les preocupan, especialmente el coste de la vida y el apoyo a la sanidad pública. Los votantes también tienen una opinión más favorable de Starmer como primer ministro en comparación con Rishi Sunak.