Los “knock outs” de la vicepresidenta

La candidata demócrata lleva la iniciativa y arrincona a su rival en el primer cara a cara entre ambos

Trump
Imagen del debate presidencial en Filadelfia entre Trump y Harris Efe

El esperado debate electoral entre Kamala Harris y Donald Trump fue también el primer cara a cara entre ambos. Y Harris puede darse por satisfecha con el desenlace. La mayoría de observadores consideran que fue la vencedora del debate, aunque está por ver el impacto que eso pueda tener en una carrera hacia la Casa Blanca que sigue de lo más apretada.

La vicepresidenta mantuvo un tono sereno, hasta cierto punto condescendiente hacia su rival, y afrontó con una sonrisa desdeñosa las mentiras y bulos a los que volvió a recurrir.

Harris descentró a Trump con algunos ataques que le hicieron salirse de su guion, centrado en el supuesto descontrol de la inmigración clandestina y la inflación, colocándolo a la defensiva y obligándolo a abordar temas en los que tenía las de perder. Estos fueron algunos.

El público en los mítines de Trump

Harris aseguró que los actos electorales no cuentan con demasiada asistencia y que muchos de los presentes se marchan antes de que terminen porque se aburren. Eso molestó claramente a Trump, que replicó con una vehemente intervención en la que aseguró que los seguidores en sus mítines son muchos más que en los de ella, que asistía a la diatriba en la que había embarcado a su oponente.

Trump

La candidata Kamala Harris saluda al republicano Donald J. Trump en el debate en Filadelfia

Para cuando terminó su furiosa defensa del tamaño de las muchedumbres que acuden a escucharlo, Trump había consumido casi todo el tiempo que tenía para contestar a la pregunta de los moderadores sobre inmigración, precisamente uno de los temas en los que quería apoyar la mayor parte de su ofensiva.

“No está compitiendo contra Biden, está compitiendo contra mí”

Trump se empeñó en recalcar que Harris es parte de la Administración Biden, a la que culpa de haber “destruido” Estados Unidos, pero por momentos pareció más volcado en atacar a Biden que a la propia Harris. Al término de una intervención de dos minutos en la que Trump cargó duramente contra Biden y afirmó que “tenemos un presidente que no sabe si está vivo”, Harris inició su respuesta con un mensaje ácido y doloroso para su rival: “Déjeme recordarle que no está compitiendo contra Joe Biden, está compitiendo contra mí”.

Harris logró así subrayar lo incómodo que está Trump con ella como rival, lo que ha dejado ver el propio expresidente quejándose del contratiempo que supuso para su candidatura la retirada de Biden y la consiguiente obligación de reajustar su mensaje y estrategia.

Debate presidencial

El candidato republicano Donald J. Trump y la vicepresidenta Kamala Harris en Filadelfia

Trump no pudo responder porque ya no estaba en uso de la palabra, pero su lenguaje corporal, muy crispado durante toda la velada, dejó ver que había acusado el golpe.

Un criminal denunciando el crimen

Trump insistió en una de sus líneas de ataque habituales, un supuesto aumento de la delincuencia que las estadísticas oficiales no reflejan. Volvió a dibujar un panorama apocalíptico de la inseguridad y a tratar de vincularla con la llegada de los inmigrantes clandestinos.

Pero la réplica de Harris lo secó de entrada recordando su expediente judicial. “Creo que es muy gracioso que esto venga de alguien que ha sido acusado penalmente de delitos contra la seguridad nacional, delitos económicos, injerencia en las elecciones, al que se ha encontrado responsable de agresión sexual y cuya próxima aparición judicial será en noviembre y sobre su propia condena”.

Trump intentó contrarrestar con una mueca sarcástica, pero el contraataque de Harris había funcionado. La cuestión ya no era el supuesto auge del crimen, sino los crímenes de Trump.

Putin “se te comería en el almuerzo”

Ucrania fue uno de los temas más debatidos de los de política exterior. Trump repitió su promesa de que, de ser elegido, pondría a fin a la guerra antes incluso de tomar posesión y su acusación a Biden de ser el responsable de la invasión rusa por su debilidad frente a Putin.

Harris se defendió alertando de que para Putin Ucrania es solo una pieza más de una estrategia agresiva y recalcando la necesidad de colaborar con los aliados europeos de la OTAN para lograr que Ucrania no caiga bajo control del Kremlin, pero también encontró el resquicio por el que clavarle un dardo a Trump.

En un debate celebrado en Filadelfia, la ciudad más importante de Pensilvania, uno de los estados que serán claves en la elección, le espetó: “¿Y por qué no les dice a los 800.000 polaco-americanos aquí en Pensilvania lo rápido que desistiría para ganar favores y lo que cree que es una amistad con lo que se sabe que es un dictador que se lo comería para desayunar?

De esa manera, el problema que en un principio se planteaba como un debe para Biden y Harris, se convirtió en un bumerán contra Trump, obligado a explicar a un colectivo como el polaco, que tiene en Putin a una de sus bestias negras, que su política exterior no será complaciente con él.