Caso Mazan

Los “hombres cotidianos” que violaron a Gisèle Pelicot

Carpintero, jardinero, camionero, tienen entre 26 y 73 años... En total son 51 los que están siendo juzgados por violar a Gisèle Pelicot de 2011 a 2020

Gisele Pelicot y sus violadores
Gisele Pelicot y el caso Mazan A14

“La vergüenza debe cambiar de bando”. Así lo afirmaba Gisèle Pélicot al inicio del juicio que ha cambiado la vida de cientos de mujeres y de víctimas en toda Europa. Con la cara descubierta y un coraje excepcional, se ha presentado tranquila y digna a cada una de las sesiones del macrojuicio que está teniendo lugar en Mazán, Aviñón. Busca cambiar las narrativas que rodean los casos de violación, abuso y violencia sexual, en los que las víctimas terminan sufriendo más humillaciones que los atacantes, y son quienes sienten la necesidad de esconderse.

51 hombres están siendo juzgados por violar a Gisèle entre los años 2011 y 2020. El principal acusado es su marido, Dominique Pélicot, quien la drogó de manera repetida durante toda una década para que perdiera el conocimiento durante ciertas noches, y estuviera en un estado casi de coma. Entonces, permitía que extraños, conocidos a través de un foro de internet, entrasen a violarla sin que ella fuese consciente.

Gisèle Pelicot a su llegada los tribunales de Aviñon, Francia, donde se desarrolla este jueves la decimotercera jornada del juicio

Se estima que Gisèle ha sufrido más de 100 violaciones de 83 hombres distintos, de los cuales se ha identificado y se está juzgando a 51. Pero ellos, que aparecían sin problema en los más de 4.000 vídeos y fotos que Dominique sacó de las violaciones, se han presentado en el juzgado con mascarillas y gorras, escondiendo su identidad de las cámaras. En la propia sala, donde se les obliga a estar a cara descubierta, se tapan el rostro con la mano para no ser reconocidos. Sin embargo, ya se conocen sus identidades; el dato escalofriante es que la gran mayoría son ‘hombres normales’ y provienen todos de la misma región.

El hombre típico, del día a día

Una de las revelaciones más espeluznantes del caso Pélicot es que el perfil de los violadores no coincide con los estereotipos de “monstruos” o personas con trastornos. La banalidad de los acusados causa terror, ya que los hay de todo tipo de profesiones y edades, sin responder a ninguna característica particular. Esto confirma una realidad que muchas mujeres temían: cualquier hombre tiene el potencial de ser un peligro.

Dominique Pelicot

Receso en la mañana de la decimocuarta jornada del juicio que tiene lugar en los tribunales de Aviñon, Francia

La policía ha identificado a 83 posibles violadores, de los cuales 54 fueron plenamente identificados (51 llevados a juicio, uno fallecido y dos más liberados por falta de pruebas). Todos ellos fueron arrestados en una decena de operaciones y encarcelados. Así, la investigación ha demostrado que son hombres “ordinarios”, de entre 26 y 73 años, todos provenientes de la misma región que la pareja. No padecían patologías mentales, pero compartían un sentimiento de “poder” o dominación sobre los cuerpos femeninos. Algunos estaban jubilados, mientras que otros ejercen diversas profesiones y funciones de utilidad pública, como bomberos, militares, guardias de prisión o concejales municipales. Varios ya habían sido condenados anteriormente por violencia de género o violación. Además, durante la investigación, se hallaron grandes cantidades de material pornográfico infantil.

La lista de los acusados

Sus nombres, oficios y edades cubren una amplia gama: Jean-Luc L., de 46 años, es carpintero; Patrick A., de 60 años, está desempleado; Patrice N., de 55 años, es electricista; y el horrible Christian L., de 55 años, es bombero en el centro de rescate de Valréas. Tras examinar sus ordenadores, la policía encontró 728 imágenes de pornografía infantil y una negociación en línea en la que solicitaba a una mujer violar a su hija, sedada, de 15 años de edad.

Philippe L., de 62 años, es jardinero; Cyril B., de 46 años, conductor de camiones; y Lionel R., de 44 años, es vendedor. Jacques C., de 72 años, está jubilado; Cyprien C., de 43, conductor; Thierry P., de 54 años, desempleado; y el militar Joan K., de 26 años, que fue a violar a Gisèle el mismo día en que nacía su hija.

Dominique Pélicot - Violencia contra las mujeres

Dominique Pélicot, el monstruo de Francia que aterroriza al mundo

Simone M., de 43 años, es antiguo cazador alpino y actual trabajador temporal en el sector de la construcción; luego está Nizar H., de 40 años, que está desempleado y ha sido condenado en ocho ocasiones por violencia doméstica contra dos parejas diferentes.

También está Jean T., de 52 años; y Cédric G., de 50 años, informático, que planeaba drogar y violar a su propia mujer de la misma manera que Dominique Pélicot. Saifeddine G., de 36 años, es conductor de camiones; Paul G., de 31 años, es empleado en el sector agroalimentario; Thierry P., de 61 años, frigorista; y Mahdi L., de 36 años, empleado de transporte; Jean-Marc L., de 74 años, jubilado; Charly A., de 30 años, carretillero temporal; Vincent C., de 42 años, carpintero, condenado anteriormente por violencia doméstica; Husamettin D., de 43 años, obrero; Nicolas F., de 42 años, corresponsal local de prensa, cuyo ordenador contenía cientos de videos e imágenes de pornografía infantil. Didier S., de 68 años, jubilado; Karim S., de 40 años, informático; Dominique D., de 45 años, exmilitar y conductor de camiones; y Redouane A., de 40 años, desempleado y condenado 19 veces por violencia doméstica.

Está Cendric V., de 43 años, gerente de restauración; Andy R., de 37 años, quien ya cuenta con cargos por violencia doméstica contra una ex-pareja. Quentin H., de 34 años, guarda penitenciario; Abdelali D., de 47 años; y Florian R., de 32 años, un repartidor que ya ha estado condenado nueve veces, una de ellas por violar, en 2020, a una menor de 14 años.

Redouan El F., de 55 años, enfermero; Grégory S., de 31 años, plaquista; Fabien S., de 39, que ya cuenta con cargos por agredir sexualmente a un menor de 15 años; Jean-Pierre M., de 63 años, conductor, que se inspiró en los métodos de Dominique para drogar y violar a su propia esposa; Mathieu D., de 36 años, empleado en una tienda y bombero voluntario; Omar D., de 36 años, agente de mantenimiento; Boris M., de 37 años; Cyrille D., de 54 años, empleado en el sector de la construcción; Adrien L., de 34 años, jefe de obra; y Ludovick B., de 39 años, mozo de almacén.

Otros tres son Jérôme V., de 46 años, quien tuvo que internarse por adicción al sexo en 2016, y que violó a Gisèle en seis ocasiones distintas, y Ahmed T., de 54 años, fontanero, quien la violó estando ella atada a la cama. También están Hassan O., de 30 años, que ya ha sido condenado 13 veces por otros crímenes y se encuentra a la fuga, y Romain V., de 63 años, que es portador de VIH y violó a Gisèle sin protección en seis ocasiones distintas. Y Mohamed R., de 70 años, jubilado, condenado en 2017 por haber violado a su propia hija, que no tenía aún cumplidos 15 años.

“Sin su consentimiento”

Dominique conoció a estos hombres a través del foro Coco.gg, donde mantenía discusiones privadas con los sospechosos en un salón llamado “Sin su conocimiento”, creado por él mismo. Allí, publicaba anuncios y organizaba todo. Las instrucciones iniciales mencionaban el uso de somníferos para asegurar que su esposa quedara inconsciente, y dejaban claro que el control y la preparación eran esenciales para evitar ser descubiertos.

Dominique les indicaba que debían aparcar a una distancia prudente para no levantar sospechas entre los vecinos, y les pedía que evitaran usar perfume o fumar antes de entrar a la casa, para no dejar rastros. Al llegar, debían desvestirse en la cocina, lavarse las manos y hablar en voz baja para no hacer ruido. Otro de los puntos más detallados era que los hombres debían asegurarse de que sus manos estuvieran a temperatura ambiente, para no despertar a Gisèle con el contacto. Y después de los abusos, Dominique se encargaba de limpiar a su esposa para no dejar evidencia, ya que la mayoría de los hombres no usaban preservativo.”