Sentencia histórica

Indignación e ira por la levedad de las penas a los violadores de Gisele Pelicot

A pesar de que todos los acusados fueron condenados, tanto la familia de Gisele Pelicot como las activistas consideran que la justicia francesa ha sido laxa. “Vivió diez años siendo violada. La cuenta no es satisfactoria”

Gisele Pelicot
Gisele Pelicot frente a la Justicia francesa KiloyCuarto

Para la multitud de feministas aglomeradas ante el tribunal de Aviñón, el anuncio de las sentencias de los acusados de violar Gisèle Pelicot cayó como una ducha fría. La pena máxima para Dominique Pelicot, 20 años -de los cuales al menos dos tercios entre rejas -, fue bien acogida. Sin embargo, el futuro de los demás acusados, con penas entre 3 a 15 años, causó revuelo e indignación por ser bastante inferiores a la petición de la Fiscalía. En las calles, se escuchaban gritos de “Vergüenza para la justicia”.

“Es una victoria, sí, ya que todos fueron considerados culpables, teniendo en cuenta las bajas estadísticas de condenación en Francia”, declaró a Artículo14 Maïna Cerniawsky, vicepresidenta de la asociación Osez Le Féminisme. Algunos estudios apuntan a que sólo el 1% de las denuncias de violación acaban en condena penal.

Sentencia inferior

Sin embargo, Cerniawaky no esconde su frustración. Ella subraya que las sentencias son inferiores incluso a la media nacional para casos de violación (11 años). La Fiscalía solicitó condenas de entre 10 y 18 años. “Gisèle vivió diez años siendo violada, cuatro años esperando a la instrucción del caso y casi cuatro meses enfrentando el juicio. Si uno lo compara con las penas dictadas por la corte, la cuenta no es satisfactoria”, afirma.

Gisele Pelicot, con sus abogados, habla con los medios de comunicación en el tribunal penal de Aviñón

De los 51 condenados, 41 deben ingresar inmediatamente en prisión preventiva -a este número se incluyen los 18 que ya están en la cárcel-.

Navidades “en familia”

El colmo del malestar habrá sido el hecho de que nueve condenados hayan salido libres del tribunal. Entre ellos, seis tuvieron sus penas cubiertas por el tiempo de la prisión preventiva o tienen penas compatibles con el uso de brazalete electrónico. Ellos deberán comparecer ante el juez de ejecución de penas. Otros tres están bajo una orden de ingreso en prisión diferida -en la práctica, podrán beneficiarse de algunos días más en libertad, por problemas de salud-. Por fin, uno está prófugo, condenado a 12 años. Las manifestantes, indignadas, sugirieron que una buena parte podrá pasar las Navidades en familia.

Gisèle, ella, afirmó emocionada: “Respeto al tribunal y el veredicto”. La conclusión no parece ser compartida por su familia. Sus tres hijos “están decepcionados por estas condenas tan bajas”, de acuerdo con un miembro de la familia en declaraciones a la AFP.

Francia

En un muro cercano al tribunal penal de Aviñón (Francia), el 16 de diciembre de 2024, aparece un grafiti en el que se lee “Justicia para Gisele, justicia para todas”

La defensa, satisfecha

No se sabe todavía si alguno de los condenados recurrirá de la sentencia, lo que podría incluso tener como consecuencia un nuevo juicio con jurado popular. Pero la satisfacción con la que gran parte de los abogados de defensa dejó la sala de audiencia es un termómetro más de que las penas podrían haber sido mucho más duras.

Entre los condenados, algunos ya han sido condenados por violencia conyugal o por violencia sexual contra otras mujeres. Mohamed R., de 70 años, por ejemplo, había sido condenado el 1999 por violar a su hija, y ahora cumplirá ocho años de condena. Otro acusado, Jean-Pierre M., de 63 años, fue condenado a doce años por violar a su esposa bajo sumisión química, con la colaboración de Dominique Pelicot. Por su parte, los cuatro acusados de visitar seis veces la casa de Gisèle para violarla tuvieron condenas entre 13 a 15 años de cárcel (la Fiscalía había solicitado 18).

El cambio deseado

Durante una de las audiencias, Gisèle Pelicot declaró no tener ira ni odio, pero estar “decidida a cambiar esta sociedad”. La activista Maïna Cerniawsky relativiza el impacto del ‘juicio de Mazan’, como quedó conocido en Francia. “Hay mucha esperanza en este caso concreto, que es emblemático, y Pelicot es muy valiente. Pero, en realidad, no es más que un caso entre muchos otros”, afirma, poniendo en relieve que menos del 10% de las víctimas de violencia sexual presentan una denuncia.

Gisele Pelicot a la salida de una sesión del juicio de su caso

Educación contra la cultura de la violación

Que el juicio sea capaz, solo, de cambiar definitivamente la sociedad, le parece una exigencia desmesurada. Su asociación, junto a otras 60, recientemente firmó un documento en el que pide la aprobación de una ambiciosa “ley integral” contra la violencia sexista y sexual. Asimismo, demandan procedimientos penales adaptados, con mejor formación de los magistrados y jueces y más recursos financieros para costear las investigaciones. La educación en las escuelas y el combate a la pornografía son otros de los ejes que defienden las feministas. A día de hoy, según su organización, casi la mitad de los niños menores de edad ya consumieron contenido pornográfico en internet -incluyendo escenas de violación-.

Si después de Mazan la Policía y los tribunales estarán mejor preparados para investigar y punir casos de sumisión química, “sólo el tiempo lo dirá”, de acuerdo con la activista. Sobre todo, teniendo en cuenta la dificultad de obtener pruebas materiales en este tipo de crimen.