Las Trump se vuelcan ante una discreta Melania

Las mujeres del clan del expresidente muestran un compromiso desigual en el intento del expresidente por recuperar la Casa Blanca

Los republicanos ya están volcados en su Convención Nacional en la ciudad de Milwaukee, donde rinden homenaje desde ayer a su líder incuestionado y candidato a la Casa Blanca, Donald Trump.

El expresidente apareció en la cita con una oreja vendada por la herida causada por el francotirador que atentó contra su vida en un mitin en Pensilvania el pasado sábado. Proclamado ya oficialmente como candidato y habiendo anunciado que el senador por Ohio J. D. Vance lo acompañará en la papeleta en noviembre como candidato a la vicepresidencia, Trump tiene por delante tres días de plácida convención que culminará con su discurso el próximo jueves.

También tendrá un papel destacado en su cita de Milwaukee su nuera Lara Trump, una de las mujeres de su familia que más se han implicado con su campaña. Tiffany, la única hija de su anterior matrimonio también está adoptando un papel activo, pero otras integrantes del clan, como su esposa, Melania Trump, o su hija Ivanka, han preferido hasta ahora mantener la distancia.

Lara es una de las cinco mujeres que subirán a la tribuna de oradores este martes ante los delegados republicanos, lo que revela el cada vez mayor peso político que ha ido adquiriendo.

Casada con uno de los hijos de Trump, Eric, Lara se ha incorporado recientemente al Comité Nacional Republicano, donde ya se ha convertido en la figura dominante, confirmando la cada vez mayor fusión entre el Partido Republicano y la dinastía Trump. Junto a Lara, se han incorporado dos dirigentes afines al expresidente, que logró hacerse con el control de este órgano tras mostrar su disgusto con su anterior presidenta, Ronna McDaniel, a quien los Trump no veían lo bastante fiel al líder.

Las pocas voces que dentro del partido se atrevieron a cuestionar la toma del comité con Lara a la cabeza ya han quedado silenciadas y ella quiere aprovechar la cita de Milwaukee para seguir relanzando su perfil político. Chris Lacivita, asesor cercano al expresidente y ahora también colocado en el Comité Nacional, explicó que Lara fue designada para “restablecer” la “confianza” en el Comité, que, al contrario que Trump, había evitado con McDaniel dedicar los recursos del partido a las denuncias falsas de que los demócratas le “robaron” la elección de 2020.

Lara es una Trump, lo que le da credibilidad instantánea entre las bases”, añadió Lacivita.

Otra de las políticamente más activas últimamente entre las Trump es su hija Tiffany. Casada con Michael Boulos, el heredero de una familia propietaria de un gran negocio de automóviles. Tiffany ha estado haciendo campaña por su padre en Michigan, uno de esos estados péndulo cuyos votantes pueden decidir el nombre del próximo presidente.

Boulos es de origen libanés y tiene influencia entre los votantes árabe-americanos, una comunidad pequeña pero con notable peso en estados-péndulo como Michigan y Pensilvania. Esos pocos votos pueden ser decisivos en una carrera tan apretada como la que vaticinan las encuestas entre Trump y el presidente Joe Biden, y la guerra en Gaza ha convertido en vital para ambos candidatos atraerlos.

Tiffany, de 30 años y graduada en Leyes por Georgetown, había tenido hasta ahora un papel menos activo que el de su hermana Ivanka en las aventuras políticas de su padre. Su matrimonio con Boulos y el hecho de que Ivanka y su marido, Jared Kushner, no estén ahora tan implicados parece haberle abierto un espacio.

El matrimonio Ivanka Trump-Jared Kushner fue uno de los más visibles e influyentes en la presidencia de Donald Trump y Kushner fue el gran artífice de alguna de sus grandes apuestas en política exterior, como los acuerdos de Abraham, por los que varios países árabes establecieron relaciones con Israel.

Pero esta vez Ivanka parece centrada en otras cosas. Por ahora se ha mantenido en un segundo plano. En los últimos años, Kushner se ha dedicado a administrar millonarias inversiones con origen en Arabia Saudí y a ella solo se la ha visto en publico paseando al perro, pero todo este tiempo los medios han publicado comentarios sobre ellos atribuidas a “personas de su entorno”, lo que podría indicar que no quieren caer totalmente en el olvido y no hay que descartar que vuelvan a asumir protagonismo. Ivanka solo emitió un mensaje publico tras el atentado contra su padre. “Te quiero, papá, hoy y siempre”, publicó.

Su madre, Melania Trump, también ha estado midiendo su implicación. Aunque ha participado en actos de captación de fondos para la candidatura, no ha querido exhibirse demasiado ni tomar la palabra en eventos. Los medios estadounidenses todavía tratan de calibrar el impacto que el juicio sobre los pagos a la actriz porno Stormy Daniels y las escabrosas revelaciones que en él se hicieron tuvieron en el ánimo de la primera dama y en su relación con su marido. Ella, siempre hermética, ha dado hasta ahora muestras de estar con él, pero con pocas ganas de participar en eventos multitudinarios y mucho menos de someterse a escrutinio de los reporteros.

Tras el ataque de Pensilvania, emitió un mensaje como ex primera dama en el que recordó a los estadounidenses que “los juegos políticos son inferiores al amor”.